Al hablar del perdón en un departamento con 400 mil víctimas del desplazamiento, asesinatos, violaciones y otras tragedias del conflicto armado en Colombia, el director nacional de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, Alan Jara, generó reflexiones en los asistentes al foro ‘Hacia el Fin del Conflicto’.
Secuestrado por las Farc el 15 de julio de 2001 y liberado el 3 de febrero de 2009, se refirió a sus 2.760 noches en cautiverio “con una cadena en el cuello”, en las selvas colombianas y habló del momento que vive el país, propicio para seguir adelante con el perdón y la reconciliación.
“Cuando uno habla con víctimas, yo mismo lo soy, y escuchaba a Cristian (Moreno Villamizar), a la alcaldesa Andrea (Ovalle, de La Paz), y hay mejor disposición de quienes hemos sufrido el conflicto hacia el perdón y hacia la reconciliación, que quienes no lo han sufrido”, dijo.
A Jara, exgobernador del Meta, le bastaron seis minutos de intervención para explicar en qué consiste la reconciliación. “Imagínense esta noche con una cadena al cuello, pegados al poste que queda frente a la casa, ¿Cómo sería esa noche? Y ¿qué pensarían del que les puso la cadenita?, yo estuve 2.760 noches, eso yo no se lo deseo a nadie. A mi sinceramente no me arregla la vida el que se pudra en la cárcel el que me secuestró, a mí me arregla la vida que no haya más secuestros”.
Alan Jara, designado en la Unidad de Victimas por el presidente Juan Manuel Santos en abril de 2016 y posesionado el 2 de junio del presente año, luego de años de conferencias y la publicación de su libro “El Mundo al Revés”, en 2010, asumió el reto de ejecutar la política pública para las víctimas del conflicto armado en Colombia, a través de la reparación.
Ante la pregunta frecuente de ¿qué haría si se encuentra a su victimario en un pasillo?, Jara respondió simplemente, “me impactaría mucho, pero prefiero verlo así que verlo armado en el Meta”.
Uno de los acuerdos concretados en La Habana, el de participación política para los insurgentes desmovilizados, se logró en el ciclo 16 de los diálogos, noviembre del año 2013 y esto plantea la clara posibilidad de ver en las calles, como ciudadanos del común y en la plaza pública a los que una vez usaron camuflados y fusiles, para hacer la guerra y el terrorismo.