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Salud - 12 diciembre, 2018

Medicina que causa efectos alucinógenos se vende sin receta médica

El uso prolongado de la dihidrocodeína puede provocar efectos secundarios, incluso la muerte. El medicamento genérico que principalmente es usado para tratar la tos y algunos dolores afecta el sistema nervioso y la capacidad de reacción en caso de uso excesivo.

En casos se vende bajo su título pero existen medicamentos alternativos como la paracodina con alto porcentaje de dihidrocodeína con los mismos propósitos.
En casos se vende bajo su título pero existen medicamentos alternativos como la paracodina con alto porcentaje de dihidrocodeína con los mismos propósitos.

Desde hace varios días, la oficina de prensa de la Secretaría de Salud departamental del Cesar ha venido advirtiendo acerca del uso de un derivado de la dihidrocodeína, combinada con otros ingredientes, como droga alucinógena.

La dihidrocodeína pertenece al grupo de medicamentos llamados antitusígenos, utilizados para solucionar los problemas de la tos y calmar el dolor al reducir los efectos de las endorfinas. No obstante, según expertos, este medicamento está indicado principalmente para el tratamiento sintomático de la tos seca que no está acompañada de mucosidad.

Aunque la dihidrocodeína también es vendida en empaque comercial como jarabe líquido, en otros casos es el principal componente de la paracodina y tosidrin.

En un comunicado de prensa del pasado jueves 6 de diciembre, las autoridades de salud departamental prevenían a los farmaceutas sobre tener mayor control a la hora de vender el suplemento. “La Oficina de Inspección, Vigilancia y Control de la Secretaría de Salud Departamental hace un llamado de atención a los establecimientos farmacéuticos para que la venta y distribución del medicamento Dihidrocodehína se realice con prescripción médica, toda vez que se detectó que la mezcla de este medicamento con otro tipo de sustancias y bebidas gaseosas produce los mismos efectos de una droga alucinógena”, indicaba el documento, firmado por la secretaria de Salud departamental, Esmeralda Guardias, y por Paola Vélez Meza, de la Oficina de Inspección, Vigilancia y Control de medicamentos.

Normas como la Ley 715 de 2001, que en su Artículo 44 permite a las autoridades regionales “ejercer vigilancia y control sanitario en su jurisdicción”, y principalmente la Resolución 1478 de 2006, por la cual se expiden normas “para el control y vigilancia de la distribución, venta y uso de sustancias sometidas a fiscalización y sobre aquellas que son Monopolio del Estado”, permiten a las autoridades advertir a los farmaceutas sobre la venta solo bajo prescripción médica.

RIESGOS DE DEPENDENCIA POR EL CONSUMO EXCESIVO

En el comunicado que compartió Salud Departamental, Paola Vélez Meza, al frente de la Oficina de Inspección, Vigilancia y Control de medicamentos, aseguró que el uso repetitivo y prolongado de la dihidrocodeína “ocasiona dependencias físicas y/o sicológicas, produciendo síntomas de somnolencia, náuseas, vómitos y pérdida de apetito”. Sin embargo, no son las únicas consecuencias.

“ES UN MEDICAMENTO DE VENTA LIBRE”

El diario EL PILÓN visitó cerca de cinco droguerías de Valledupar para preguntar sobre los requisitos para comprar la dihidrocodeína. La diferencia era el precio, que giraba entre los $11.000 y $13.000 mil, pero en ninguna de las farmacias se exige autorización médica para la venta. “Es un producto de venta libre”, comentó uno de los vendedores. Azael Hernández es neumólogo de la Universidad Nacional de Colombia y desde hace varios trabaja en el hospital Rosario Pumarejo de López. En sus palabras, el problema de la venta de sustancias y medicamentos sin autorización es un tema cultural. “En otras partes del mundo esos medicamentos no se venden sino con fórmulas médicas, pero acá como lo que interesa es vender, se comercia el medicamento sin autorización, y como este no es un medicamento de control, más fácil”. En ese sentido, el profesional asegura que hay casos donde el mismo despachador recomienda antibióticos saber si la persona es alérgica o reacciona de forma diferente. “Tenemos la mala costumbre de automedicarnos, pero si se leyera la letra pequeña de la mayoría de medicamentos, se darían cuenta que dice ‘venta bajo fórmula médica’. Todos los medicamentos traen contra indicaciones. Por ejemplo, la Dihidrocodeína tiene efectos secundarios. Por ejemplo, las personas que asma pueden empeorar si la toman, y unas de las manifestaciones del asma es la tos. Entonces no todos pueden tomarla”, subrayó.

Hay que ver que pasa después del comunicado de la Secretaría de Salud Departamental que recomendaba venderlo solo bajo autorización médica.

Salud
12 diciembre, 2018

Medicina que causa efectos alucinógenos se vende sin receta médica

El uso prolongado de la dihidrocodeína puede provocar efectos secundarios, incluso la muerte. El medicamento genérico que principalmente es usado para tratar la tos y algunos dolores afecta el sistema nervioso y la capacidad de reacción en caso de uso excesivo.


En casos se vende bajo su título pero existen medicamentos alternativos como la paracodina con alto porcentaje de dihidrocodeína con los mismos propósitos.
En casos se vende bajo su título pero existen medicamentos alternativos como la paracodina con alto porcentaje de dihidrocodeína con los mismos propósitos.

Desde hace varios días, la oficina de prensa de la Secretaría de Salud departamental del Cesar ha venido advirtiendo acerca del uso de un derivado de la dihidrocodeína, combinada con otros ingredientes, como droga alucinógena.

La dihidrocodeína pertenece al grupo de medicamentos llamados antitusígenos, utilizados para solucionar los problemas de la tos y calmar el dolor al reducir los efectos de las endorfinas. No obstante, según expertos, este medicamento está indicado principalmente para el tratamiento sintomático de la tos seca que no está acompañada de mucosidad.

Aunque la dihidrocodeína también es vendida en empaque comercial como jarabe líquido, en otros casos es el principal componente de la paracodina y tosidrin.

En un comunicado de prensa del pasado jueves 6 de diciembre, las autoridades de salud departamental prevenían a los farmaceutas sobre tener mayor control a la hora de vender el suplemento. “La Oficina de Inspección, Vigilancia y Control de la Secretaría de Salud Departamental hace un llamado de atención a los establecimientos farmacéuticos para que la venta y distribución del medicamento Dihidrocodehína se realice con prescripción médica, toda vez que se detectó que la mezcla de este medicamento con otro tipo de sustancias y bebidas gaseosas produce los mismos efectos de una droga alucinógena”, indicaba el documento, firmado por la secretaria de Salud departamental, Esmeralda Guardias, y por Paola Vélez Meza, de la Oficina de Inspección, Vigilancia y Control de medicamentos.

Normas como la Ley 715 de 2001, que en su Artículo 44 permite a las autoridades regionales “ejercer vigilancia y control sanitario en su jurisdicción”, y principalmente la Resolución 1478 de 2006, por la cual se expiden normas “para el control y vigilancia de la distribución, venta y uso de sustancias sometidas a fiscalización y sobre aquellas que son Monopolio del Estado”, permiten a las autoridades advertir a los farmaceutas sobre la venta solo bajo prescripción médica.

RIESGOS DE DEPENDENCIA POR EL CONSUMO EXCESIVO

En el comunicado que compartió Salud Departamental, Paola Vélez Meza, al frente de la Oficina de Inspección, Vigilancia y Control de medicamentos, aseguró que el uso repetitivo y prolongado de la dihidrocodeína “ocasiona dependencias físicas y/o sicológicas, produciendo síntomas de somnolencia, náuseas, vómitos y pérdida de apetito”. Sin embargo, no son las únicas consecuencias.

“ES UN MEDICAMENTO DE VENTA LIBRE”

El diario EL PILÓN visitó cerca de cinco droguerías de Valledupar para preguntar sobre los requisitos para comprar la dihidrocodeína. La diferencia era el precio, que giraba entre los $11.000 y $13.000 mil, pero en ninguna de las farmacias se exige autorización médica para la venta. “Es un producto de venta libre”, comentó uno de los vendedores. Azael Hernández es neumólogo de la Universidad Nacional de Colombia y desde hace varios trabaja en el hospital Rosario Pumarejo de López. En sus palabras, el problema de la venta de sustancias y medicamentos sin autorización es un tema cultural. “En otras partes del mundo esos medicamentos no se venden sino con fórmulas médicas, pero acá como lo que interesa es vender, se comercia el medicamento sin autorización, y como este no es un medicamento de control, más fácil”. En ese sentido, el profesional asegura que hay casos donde el mismo despachador recomienda antibióticos saber si la persona es alérgica o reacciona de forma diferente. “Tenemos la mala costumbre de automedicarnos, pero si se leyera la letra pequeña de la mayoría de medicamentos, se darían cuenta que dice ‘venta bajo fórmula médica’. Todos los medicamentos traen contra indicaciones. Por ejemplo, la Dihidrocodeína tiene efectos secundarios. Por ejemplo, las personas que asma pueden empeorar si la toman, y unas de las manifestaciones del asma es la tos. Entonces no todos pueden tomarla”, subrayó.

Hay que ver que pasa después del comunicado de la Secretaría de Salud Departamental que recomendaba venderlo solo bajo autorización médica.