Hoy se cumplió un mes del macabro crimen de Jhoan Alexander Rodríguez, el niño de cuatro años de edad que fue abusado sexualmente y luego asesinado mediante asfixia mecánica en el municipio de Curumaní, Cesar. A la fecha, la familia no ha podido darle cristiana sepultura al menor porque las autoridades no han entregado los restos mortales.
EL PILÓN conoció que el cadáver está a disposición del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, entidad que no ha hecho la entrega porque todavía no tiene los resultados de las pruebas de ADN que se le practicaron al niño para la respectiva investigación.
Los familiares del menor y la comunidad del municipio de Curumaní expresaron su preocupación ante la demora y han solicitado a las autoridades respectivas celeridad en el proceso, toda vez que en principio les habían anunciado que los resultados estarán listos en un lapso no mayor de quince días.
Ayer, el alcalde del municipio de Curumaní, Jorge Celis, llegó a las instalaciones del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses en Valledupar para apersonarse de la situación y agilizar los trámites para que la familia le dé el último adiós al niño.
Cabe recordar, que el macabro crimen que conmovió al país, se registró en horas de la noche del pasado 7 de mayo en el interior de la Institución Educativa Camilo Torres Restrepo, ubicada en el barrio Buenos Aires de Curumaní.
En el caso el principal sospechoso de haber cometido el homicidio es un menor de 17 años, excompañero sentimental de la madre del niño, quien se encuentra a disposición del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes.
Las autoridades en el Cesar manejan la hipótesis en que podría haber sido por venganza, toda vez que la mujer no quiso continuar el romance y al parecer tenía otra pareja.
Por Abdel Martínez Pérez