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“Me volé de noche, con el temor que si se despertaban me iban a matar”

Después de seis años, Jorge se desmovilizó y se entregó a las autoridades en el corregimiento de Estados Unidos, municipio de Becerril. Foto: Cortesía.

Cuando tenía 15 años, Jorge viajó con su abuela y sus primos a Venezuela, donde soñaban con mejorar la situación económica. Las cosas no fueron como esperaban, la escasez de comida empezó a notarse y esto empezó a afectarlos emocionalmente, situación que fue aprovechada por la guerrilla para reclutarlo.

“El motivo fue mi situación económica, cuando me ofrecieron dinero eso fue lo que más me gustó. Yo no tenía familiares cerca y muchos amigos entraron conmigo, de todas maneras lo que prometieron nunca lo cumplieron”, dijo Jorge, desmovilizado del Frente ‘José Manuel Martínez Quiroz’ del Eln.

Jorge contó que al mes de estar en las filas le entregaron un arma y le asignaron la labor del cobro de extorsiones, uno de los flagelos que más afecta a los comerciantes y campesinos.

“El entrenamiento de nosotros fue físico e ideológico, aprendimos a lanzar granadas, a armar y desarmar un fusil. A hacer flexiones de pecho y otras tareas de rendimiento”, expresó, al tiempo que aseguró que el trato era igual para niños y adultos, que en su caso fue más la curiosidad de usar un arma que la convicción de luchar en una guerra que no era suya.

Hoy con 21 años de edad, comprendió que el arrepentimiento llega en poco tiempo y las posibilidades de fugarse se reducían, el temor a ser juzgados afuera es uno de los principales miedos. Jorge enfatizó que cuando estaba en el Eln, los superiores les decían que el programa de desmovilización es una farsa y lo usaban para asesinar a los guerrilleros.

“Yo pienso todo lo contrario de lo que nos decían los cabecillas. Lo que manifiestan los medios sobre la desmovilización es cierto, desde el día que me volé yo me comuniqué con el Ejército y me están ayudando, se preocupan por mí y me han dado para vestir, comer y dormir”, indicó Jorge.

Cuando tomó la decisión de desmovilizarse, Jorge aseguró que tuvo que aplicar lo que le enseñaron para poder salir del campamento. Trató de salirse en silencio porque si los demás se despertaban lo iban a matar, por eso se voló de noche.

Jorge contó que aunque sintió cerca la muerte, nunca sufrió una herida grave en medio de los combates. Sin embargo fue testigo cómo uno de sus compañeros perdió los brazos: “hubo un muchacho que quedó mocho de los dos brazos y apenas le sucedió esto, la guerrilla le dio la espalda y él quedó a la intemperie”, acotó.

Otra pérdida que tuvo Jorge fue el aborto que le practicaron a una guerrillera de la cual él estaba enamorado. “Yo me enamoré de una guerrillera y eso nunca fue permitido por los mandos, quizás alguno la quería. En medio de la relación ella salió embarazada y tuvo que abortar”, indicó el desmovilizado quien sostuvo una relación a escondidas con ella durante varios meses.

Jorge dijo que dentro del Eln sí se pueden tener bebés pero después de dos años de una relación estable. Cuando habló de la manera como conquistaba a una mujer en los campamentos, relató que lo hacía con los dulces que guardaba de su postre y con flores silvestres que arrancaba del monte.

“El entrenamiento de nosotros fue físico e ideológico, aprendimos a lanzar granadas, a armar y desarmar un fúsil. A hacer flexiones de pecho y otras tareas de rendimiento”.
Andreina Bandera / EL PILÓN
Andreina.bandera@elpilon.com.co

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