Cada día que pasa aumenta la incertidumbre sobre el problema del agua en Valledupar. Luego del viacrucis durante la Semana Santa, ahora se han conocido otros datos, nueva información, conceptos y rumores que lo único que hacen es crecer la percepción sobre la gravedad del problema. ¿Cuál es la verdadera causa de la crisis?, nos […]
Cada día que pasa aumenta la incertidumbre sobre el problema del agua en Valledupar. Luego del viacrucis durante la Semana Santa, ahora se han conocido otros datos, nueva información, conceptos y rumores que lo único que hacen es crecer la percepción sobre la gravedad del problema.
¿Cuál es la verdadera causa de la crisis?, nos preguntamos. Se conoce que existe un sistema de acueducto que no cuenta con un abastecimiento mínimo prudente y que el agua que llega a las plantas de tratamientos casi que inmediatamente se distribuye a la ciudad. Eso explicaría, en parte, que en invierno el problema se agrave, pero surge inmediatamente la pregunta obvia, ¿cómo han hecho otras ciudades intermedias que se abastecen de ríos similares al Guatapurí?.
Lo cierto es que la empresa presenta unas cifras lamentables en su operación general, del total del agua que procesa, factura menos del cuarenta por ciento, y de esa mitad sólo logra cobrar la mitad, es decir el veinticinco por ciento, aproximadamente. No se necesita ser un experto para determinar que así no puede operar bien una organización de ese tipo.
A esa alarmante situación hay que agregarle que el famoso préstamo por 37 mil millones, para la famosa sectorización y otras obras, contratado en la administración de Luis Fabián Fernández, y que se le vendió a la ciudadanía como una solución al problema, resulta que no es tal.
Y ahora, para rematar, se habla de una “mano negra” y de operaciones de sabotaje, al frente de las cuales estaría un conocido dirigente político. Todo lo anterior, reiteramos, lo cual lo único que hace es aumentar la incertidumbre sobre la magnitud y la gravedad del problema.
La comunidad vallenata necesita saber ¿qué es lo que está pasando, en realidad, con Emdupar y con el servicio de agua?.
En buena hora la Contralora Municipal de Valledupar, Mercedes Vásquez Ramírez, ha decidido iniciar una investigación sobre el tema para determinar a los presuntos responsables. A la misma deberían sumarse, de oficio, la Personería de Valledupar e inclusive la misma Fiscalía, teniendo en cuenta la gravedad de las afirmaciones que se han hecho.
¿Qué pasó con los planes maestros de acueducto y alcantarillado, en una ciudad que venía y sigue creciendo de manera meteórica?. ¿Dónde estaban los alcaldes, concejales y gerentes de Emdupar de entonces?. Nadie previó que la ciudad iba a crecer, que cada día se construyen nuevas casas, surgen nuevos barrios legales e ilegales?.
En el plano local, consideramos que se debe conformar una especie de Comisión de la Verdad para saber cuáles son las causas del problema, la magnitud del mismo y sus posibles soluciones y costos. Debemos reiterar que no hay derecho a que una ciudad como Valledupar tenga que afrontar semejante problema, cuando hace pocos años se hablaba de una ciudad modelo en materia de servicios públicos. E insistimos en que el asunto se debe poner en conocimiento de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios y de la Comisión de Regulación de Agua Potable (CRA).
Cada día que pasa aumenta la incertidumbre sobre el problema del agua en Valledupar. Luego del viacrucis durante la Semana Santa, ahora se han conocido otros datos, nueva información, conceptos y rumores que lo único que hacen es crecer la percepción sobre la gravedad del problema. ¿Cuál es la verdadera causa de la crisis?, nos […]
Cada día que pasa aumenta la incertidumbre sobre el problema del agua en Valledupar. Luego del viacrucis durante la Semana Santa, ahora se han conocido otros datos, nueva información, conceptos y rumores que lo único que hacen es crecer la percepción sobre la gravedad del problema.
¿Cuál es la verdadera causa de la crisis?, nos preguntamos. Se conoce que existe un sistema de acueducto que no cuenta con un abastecimiento mínimo prudente y que el agua que llega a las plantas de tratamientos casi que inmediatamente se distribuye a la ciudad. Eso explicaría, en parte, que en invierno el problema se agrave, pero surge inmediatamente la pregunta obvia, ¿cómo han hecho otras ciudades intermedias que se abastecen de ríos similares al Guatapurí?.
Lo cierto es que la empresa presenta unas cifras lamentables en su operación general, del total del agua que procesa, factura menos del cuarenta por ciento, y de esa mitad sólo logra cobrar la mitad, es decir el veinticinco por ciento, aproximadamente. No se necesita ser un experto para determinar que así no puede operar bien una organización de ese tipo.
A esa alarmante situación hay que agregarle que el famoso préstamo por 37 mil millones, para la famosa sectorización y otras obras, contratado en la administración de Luis Fabián Fernández, y que se le vendió a la ciudadanía como una solución al problema, resulta que no es tal.
Y ahora, para rematar, se habla de una “mano negra” y de operaciones de sabotaje, al frente de las cuales estaría un conocido dirigente político. Todo lo anterior, reiteramos, lo cual lo único que hace es aumentar la incertidumbre sobre la magnitud y la gravedad del problema.
La comunidad vallenata necesita saber ¿qué es lo que está pasando, en realidad, con Emdupar y con el servicio de agua?.
En buena hora la Contralora Municipal de Valledupar, Mercedes Vásquez Ramírez, ha decidido iniciar una investigación sobre el tema para determinar a los presuntos responsables. A la misma deberían sumarse, de oficio, la Personería de Valledupar e inclusive la misma Fiscalía, teniendo en cuenta la gravedad de las afirmaciones que se han hecho.
¿Qué pasó con los planes maestros de acueducto y alcantarillado, en una ciudad que venía y sigue creciendo de manera meteórica?. ¿Dónde estaban los alcaldes, concejales y gerentes de Emdupar de entonces?. Nadie previó que la ciudad iba a crecer, que cada día se construyen nuevas casas, surgen nuevos barrios legales e ilegales?.
En el plano local, consideramos que se debe conformar una especie de Comisión de la Verdad para saber cuáles son las causas del problema, la magnitud del mismo y sus posibles soluciones y costos. Debemos reiterar que no hay derecho a que una ciudad como Valledupar tenga que afrontar semejante problema, cuando hace pocos años se hablaba de una ciudad modelo en materia de servicios públicos. E insistimos en que el asunto se debe poner en conocimiento de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios y de la Comisión de Regulación de Agua Potable (CRA).