El presidente Ricardo Martinelli defendió el asilo otorgado a la ex directora de la policía secreta de Colombia, al considerarlo como una medida soberana de un país con historia en dar cobijo político.
“Esta es una decisión soberana de un estado, como es Panamá”, planteó el domingo a la prensa el mandatario, quien consideró que no debe generarse polémica y mencionó varios asilos polémicos otorgados por los gobiernos anteriores.
El gobierno anunció el viernes que accedió a una petición de asilo formulada por la ex directora del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), María del Pilar Hurtado, por razones de seguridad y en un esfuerzo por contribuir a la “estabilidad política y social” en la región.
El gobierno de Colombia señaló que respeta la decisión del país vecino, pero lamentó que no se le haya informado, mientras que en Panamá llovieron recriminaciones por el amparo dado a una ex funcionaria investigada por intervenciones telefónicas ilegales.
Los críticos consideran que el caso de Hurtado no es de índole político y que es contradictorio que este país le abra las puertas a la ex jefa del servicio secreto colombiano cuando hace poco se condenó aquí a la Procuraduría General por pinchazos telefónicos.
Martinelli mencionó los asilos concedidos por administraciones anteriores que beneficiaron a gente como el ex dictador haitiano Raoul Cedras, los ex presidentes de Guatemala, Jorge Serrano Elías, y de Ecuador, Abdalá Bucaram, entre otros.
Panamá “siempre ha acogido a una gran cantidad de personas que requieren asilo”, manifestó.
Explicó que en el actual caso, la ex jefa del DAS llegó a Panamá a solicitar asilo y que su gobierno tenía la responsabilidad de considerar ese pedido.
“Esta señora ha sido supuestamente acusada de algunos hechos y eventos en Colombia… una persona como esa lógicamente teme por su vida, teme por muchas cosas”, afirmó Martinelli, agregando que la ex funcionaria colombiana dijo “que estaba siendo perseguida políticamente”.
El gobernante señaló, además, que cuando Hurtado dirigió el DAS –entre agosto de 2007 y octubre de 2008 en el gobierno de Alvaro Uribe– “ayudó mucho a Panamá en todo lo que tenía que ver en la lucha contra el narcotráfico y el narcoterrorismo”.