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Editorial - 21 septiembre, 2021

¡Los turistas nuestros hay que buscarlos en Santa Marta!

El pasado jueves 16 de septiembre el portal Tiquetes baratos, que agrupa vuelos de aviones de Avianca, Latam y Viva Air nos mostraba a Valledupar 3 vuelos desde la capital de la República, 2 de Avianca y uno de Latam. Ese mismo día a Barranquilla había 20 vuelos, y a Santa Marta, de las tres […]

El pasado jueves 16 de septiembre el portal Tiquetes baratos, que agrupa vuelos de aviones de Avianca, Latam y Viva Air nos mostraba a Valledupar 3 vuelos desde la capital de la República, 2 de Avianca y uno de Latam. Ese mismo día a Barranquilla había 20 vuelos, y a Santa Marta, de las tres aerolíneas, 47 vuelos.

¿Qué sucede? Es que Santa Marta se está consolidando como un gran receptor de turismo nacional; y también extranjero. No es solo un turismo de sol y playa, sino que está desarrollando un turismo ambiental y étnico-cultural. Además del tradicional de convenciones y negocios.

También se ha ampliado su atractivo, se han abierto hoteles en la zona del Tayrona y sus alrededores. Incluso se extiende bordeando la costa hasta la vecina Guajira, en la que la zona de Palomino se ha convertido en foco de los jóvenes.

En Santa Marta, con la recuperación de su centro histórico, hace unos 15 años, se han construido y habilitado, en las viejas casonas, nuevos hoteles a medida de los visitantes en todos los segmentos, jóvenes, de cultura, pensionados, de familias con niños, de origen nacional o extranjeros. Los llamados hoteles boutiques de lujo son más de  20, y hay múltiples hostales. 

Estos turistas no llegan solo en avión,  también en carros, digamos que la gran mayoría. Responden en este periodo también a un fenómeno postcovid en que salen familias enteras después de un largo enclaustramiento.

La vía a Santa Marta permanece congestionada y ya no deja de sorprendernos una sola calzada de dos carriles- mientras avanza la construcción de la doble calzada de la  Ruta del Sol 3- en la que nos gastamos desde Valledupar en carro particular 4 y 5 horas cuando normalmente se hacía en 3, hace 20 años. 

A qué va el argumento. Que Valledupar y el departamento quieren desarrollar como fuente de diversificación el turismo. Debemos en primer lugar anotar que partiendo de que tenemos atractivos culturales, musicales y naturales y nuestra localización es mediterránea, alejada de las principales redes de transporte y sin las playas.

No debemos sentirnos menos, aquí tenemos ríos y sus playas, de maravilla, balnearios, turismo religioso, étnico y de naturaleza (hasta las sierras y Zapatosa), pero especialmente gente hospitalaria y una música sin igual.

Pero debemos ser prácticos. Además de la promoción debemos invertir en infraestructura (hoteles, restaurantes, centros culturales y de convenciones, museos, centro histórico,  parques, vías, etc.), en capacitar a la gente, en formarla en lenguas (aunque el ingreso de extranjeros hoy es ínfimo), en hacerle buenos recorridos. En juntar  todos los actores y hacer alianzas públicas y privadas.  Se formuló un plan hace 6 años. ¿Por qué no trabajar sobre él? Pero debemos tener una estrategia paralela  para que haya más vuelos de menor costo a la ciudad, aprovechar ser paso hacia la turística Guajira, y apostarle a la Ruta del Sol con una rápida doble calzada desde Santa Marta. Colocar en Bosconia grandes vallas mostrando lo bueno de desviarse a Valledupar.  Especialmente,  promover en Santa Marta los enlaces turísticos con Valledupar y el departamento.

Editorial
21 septiembre, 2021

¡Los turistas nuestros hay que buscarlos en Santa Marta!

El pasado jueves 16 de septiembre el portal Tiquetes baratos, que agrupa vuelos de aviones de Avianca, Latam y Viva Air nos mostraba a Valledupar 3 vuelos desde la capital de la República, 2 de Avianca y uno de Latam. Ese mismo día a Barranquilla había 20 vuelos, y a Santa Marta, de las tres […]


El pasado jueves 16 de septiembre el portal Tiquetes baratos, que agrupa vuelos de aviones de Avianca, Latam y Viva Air nos mostraba a Valledupar 3 vuelos desde la capital de la República, 2 de Avianca y uno de Latam. Ese mismo día a Barranquilla había 20 vuelos, y a Santa Marta, de las tres aerolíneas, 47 vuelos.

¿Qué sucede? Es que Santa Marta se está consolidando como un gran receptor de turismo nacional; y también extranjero. No es solo un turismo de sol y playa, sino que está desarrollando un turismo ambiental y étnico-cultural. Además del tradicional de convenciones y negocios.

También se ha ampliado su atractivo, se han abierto hoteles en la zona del Tayrona y sus alrededores. Incluso se extiende bordeando la costa hasta la vecina Guajira, en la que la zona de Palomino se ha convertido en foco de los jóvenes.

En Santa Marta, con la recuperación de su centro histórico, hace unos 15 años, se han construido y habilitado, en las viejas casonas, nuevos hoteles a medida de los visitantes en todos los segmentos, jóvenes, de cultura, pensionados, de familias con niños, de origen nacional o extranjeros. Los llamados hoteles boutiques de lujo son más de  20, y hay múltiples hostales. 

Estos turistas no llegan solo en avión,  también en carros, digamos que la gran mayoría. Responden en este periodo también a un fenómeno postcovid en que salen familias enteras después de un largo enclaustramiento.

La vía a Santa Marta permanece congestionada y ya no deja de sorprendernos una sola calzada de dos carriles- mientras avanza la construcción de la doble calzada de la  Ruta del Sol 3- en la que nos gastamos desde Valledupar en carro particular 4 y 5 horas cuando normalmente se hacía en 3, hace 20 años. 

A qué va el argumento. Que Valledupar y el departamento quieren desarrollar como fuente de diversificación el turismo. Debemos en primer lugar anotar que partiendo de que tenemos atractivos culturales, musicales y naturales y nuestra localización es mediterránea, alejada de las principales redes de transporte y sin las playas.

No debemos sentirnos menos, aquí tenemos ríos y sus playas, de maravilla, balnearios, turismo religioso, étnico y de naturaleza (hasta las sierras y Zapatosa), pero especialmente gente hospitalaria y una música sin igual.

Pero debemos ser prácticos. Además de la promoción debemos invertir en infraestructura (hoteles, restaurantes, centros culturales y de convenciones, museos, centro histórico,  parques, vías, etc.), en capacitar a la gente, en formarla en lenguas (aunque el ingreso de extranjeros hoy es ínfimo), en hacerle buenos recorridos. En juntar  todos los actores y hacer alianzas públicas y privadas.  Se formuló un plan hace 6 años. ¿Por qué no trabajar sobre él? Pero debemos tener una estrategia paralela  para que haya más vuelos de menor costo a la ciudad, aprovechar ser paso hacia la turística Guajira, y apostarle a la Ruta del Sol con una rápida doble calzada desde Santa Marta. Colocar en Bosconia grandes vallas mostrando lo bueno de desviarse a Valledupar.  Especialmente,  promover en Santa Marta los enlaces turísticos con Valledupar y el departamento.