Las expectativas y la efervescencia que ha venido generando la idea de convertir a Valledupar en ‘ciudad de eventos’ comienza a dar unos primeros resultados en materia de empleabilidad, tal como se refleja en los últimos datos del DANE.
Las expectativas y la efervescencia que ha venido generando la idea de convertir a Valledupar en ‘ciudad de eventos’ comienza a dar unos primeros resultados en materia de empleabilidad, tal como se refleja en los últimos datos del DANE.
El informe del DANE registra que la tasa de desempleo en Valledupar cayó al 7,8 % en mayo de 2025, la más baja desde que esa entidad comenzó a medir el mercado laboral en 2007. Tal como lo publicó EL PILÓN, “la cifra representa una reducción histórica, incluso inferior al 8,6 % registrado en diciembre de 2013, que hasta ahora había sido el punto más bajo”.
Pero, en ese mismo informe también se advierte que, comparada con mayo de 2024, Valledupar es una ciudad de trabajo informal, en donde más de 124.000 personas se la ‘rebuscan’. Con un 63,6 %, se ubicó como la tercera capital con mayor tasa de informalidad”.
Las razones de esos resultados se deben en gran parte a la realización del Festival de la Leyenda Vallenata, la Feria Expofestival, visita Karol G, los conciertos de Silvestre Dangond, preparativos de la Tercera Feria del Libro de Valledupar, FELVA, y del Campeonato Nacional de Gimnasia, entre otros eventos de significativa importancia.
Esas son cifras muy alentadoras las que nos informa el DANE en materia de empleo, sin embargo, no se puede desconocer que esa reducción del desempleo se da inversamente proporcional al trabajo informal en Valledupar, tal como se observa en dicho informe.
Y precisamente esa informalidad creció en estos últimos meses con los eventos antes mencionados porque permitieron que se activara un mayor número de vendedores en la calle, instalación de más chazas de artesanías, más puntos de venta de cervezas, más personas empleadas en los sectores de hotelería, turismo, transporte, comida, logística, entre otros.
Resulta impresionante que de 196 trabajadores, que hay en Valledupar, 125 de ellos son informales, cifras que, si bien no son de un todo negativas porque permiten la generación de ingresos, deben servir como punto de partida para diseñar estrategias encaminadas a lograr que la gente siga ocupada y “rebuscándosela”, pero con todas las garantías que ofrece el sistema de seguridad social. No es justo que dos de cada tres personas que hoy trabajan lo hacen sin contrato, sin seguridad social, sin prestaciones ni estabilidad.
Importante que Valledupar comience a dar pasos significativos como ciudad de eventos, pero sería de mayor significancia que también se convirtiera en la capital del empleo formal. No hay una fórmula mágica para lograrlo, pero la inventiva y la capacidad de emprendimiento que ha demostrado la gente durante esas festividades en comento, permiten pensar que hay talento humano y suficiente materia prima para revertir las cifras de la informalidad.
Durante este primer semestre del año 2025 lo que se vivió en Valledupar fue una muestra del enorme potencial de esta ciudad cuando se activa su vocación cultural y festiva, esa que prendió los motores que dinamizaron la economía y les abrió la puerta a múltiples formas de empleo, lástima que la mayoría se dio en el sector informal y ese es un tema que deben analizar a fondo entidades como la Cámara de Comercio de Valledupar, Fenalco, los gremios, la academia, la institucionalidad y todos los sectores productivos.
Qué ironía, bajó el desempleo, pero no necesariamente mejoró la calidad del trabajo. Es como cuando en nuestra casa hay de todo un poco, pero las cosas no están en el puesto que a cada una le corresponde y por eso no son funcionales.
Las expectativas y la efervescencia que ha venido generando la idea de convertir a Valledupar en ‘ciudad de eventos’ comienza a dar unos primeros resultados en materia de empleabilidad, tal como se refleja en los últimos datos del DANE.
Las expectativas y la efervescencia que ha venido generando la idea de convertir a Valledupar en ‘ciudad de eventos’ comienza a dar unos primeros resultados en materia de empleabilidad, tal como se refleja en los últimos datos del DANE.
El informe del DANE registra que la tasa de desempleo en Valledupar cayó al 7,8 % en mayo de 2025, la más baja desde que esa entidad comenzó a medir el mercado laboral en 2007. Tal como lo publicó EL PILÓN, “la cifra representa una reducción histórica, incluso inferior al 8,6 % registrado en diciembre de 2013, que hasta ahora había sido el punto más bajo”.
Pero, en ese mismo informe también se advierte que, comparada con mayo de 2024, Valledupar es una ciudad de trabajo informal, en donde más de 124.000 personas se la ‘rebuscan’. Con un 63,6 %, se ubicó como la tercera capital con mayor tasa de informalidad”.
Las razones de esos resultados se deben en gran parte a la realización del Festival de la Leyenda Vallenata, la Feria Expofestival, visita Karol G, los conciertos de Silvestre Dangond, preparativos de la Tercera Feria del Libro de Valledupar, FELVA, y del Campeonato Nacional de Gimnasia, entre otros eventos de significativa importancia.
Esas son cifras muy alentadoras las que nos informa el DANE en materia de empleo, sin embargo, no se puede desconocer que esa reducción del desempleo se da inversamente proporcional al trabajo informal en Valledupar, tal como se observa en dicho informe.
Y precisamente esa informalidad creció en estos últimos meses con los eventos antes mencionados porque permitieron que se activara un mayor número de vendedores en la calle, instalación de más chazas de artesanías, más puntos de venta de cervezas, más personas empleadas en los sectores de hotelería, turismo, transporte, comida, logística, entre otros.
Resulta impresionante que de 196 trabajadores, que hay en Valledupar, 125 de ellos son informales, cifras que, si bien no son de un todo negativas porque permiten la generación de ingresos, deben servir como punto de partida para diseñar estrategias encaminadas a lograr que la gente siga ocupada y “rebuscándosela”, pero con todas las garantías que ofrece el sistema de seguridad social. No es justo que dos de cada tres personas que hoy trabajan lo hacen sin contrato, sin seguridad social, sin prestaciones ni estabilidad.
Importante que Valledupar comience a dar pasos significativos como ciudad de eventos, pero sería de mayor significancia que también se convirtiera en la capital del empleo formal. No hay una fórmula mágica para lograrlo, pero la inventiva y la capacidad de emprendimiento que ha demostrado la gente durante esas festividades en comento, permiten pensar que hay talento humano y suficiente materia prima para revertir las cifras de la informalidad.
Durante este primer semestre del año 2025 lo que se vivió en Valledupar fue una muestra del enorme potencial de esta ciudad cuando se activa su vocación cultural y festiva, esa que prendió los motores que dinamizaron la economía y les abrió la puerta a múltiples formas de empleo, lástima que la mayoría se dio en el sector informal y ese es un tema que deben analizar a fondo entidades como la Cámara de Comercio de Valledupar, Fenalco, los gremios, la academia, la institucionalidad y todos los sectores productivos.
Qué ironía, bajó el desempleo, pero no necesariamente mejoró la calidad del trabajo. Es como cuando en nuestra casa hay de todo un poco, pero las cosas no están en el puesto que a cada una le corresponde y por eso no son funcionales.