Se cumplen cinco años de la promulgación de la Encíclica Laudato Sí´. Con esta Encíclica el papa Francisco le puso su impronta a su pontificado. Así como León XIII es recordado por la Encíclica Rerum Novarum de 1891, Juan XXIII por la Encíclica Pacem en terris de 1963 y Pablo VI por la Encíclica Populorum progresio en 1967, el Papa Francisco será recordado y valorado por su Encíclica Laudato si´, “sobre el cuidado de la Casa común” revelada el 24 de mayo de 2015.
El Papa francisco se anticipó a la adopción de los Objetivos del Desarrollo Sostenible el 25 de septiembre de 2015. También se le adelantó a la Cumbre de París, en donde tuvo lugar, entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre del mismo año, la 21ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, constituida durante la Cumbre de la Tierra en 1992 en Río de Janeiro.
La Encíclica Laudato sí´, la COP21 y los ODS convergen en un mismo objetivo, salvar al planeta del apocalipsis, que puede llegar a representar la carrera alocada en que viene empeñada una sociedad consumista, la cual se ha traducido en “un gran deterioro de nuestra Casa común”. Como lo sostiene el Santo Padre, “la hemos contaminado, la hemos saqueado, poniendo en peligro nuestra misma vida. No hay futuro para nosotros si destruimos el ambiente que nos sostiene”. Ello, a consecuencia de las crecientes emisiones de gases de efecto invernadero que se concentran en la atmósfera, provocando la variabilidad climática y sus estragos.
Advierte el Papa Francisco que “hemos fallado en nuestra responsabilidad como custodios y administradores de la tierra”. No hemos podido entender que, “cada acción individual no es una acción aislada, para bien o para mal, tiene consecuencias para los demás, porque todo está conectado en nuestra Casa común”, y además que el impacto de nuestras acciones, de nuestra actividad, cualesquiera que ella sea, causa un impacto en el medioambiente y el mismo es acumulativo en el tiempo y en el espacio.
Según la Organización Meteorológica Mundial, “todos los indicadores de cambio climático están mostrando una aceleración en los últimos 5 años”, y ello explica que año tras año se ha venido superando el record anterior de la temperatura global. De hecho los años 2015, 2016 y 2017, han sido los más calurosos desde que hay registros (1880). Y estamos advertidos de que si durante este siglo el mayor calentamiento es del 1.5 o 2 grados, el mundo se volverá mucho más peligroso, ¡inhabitable!
Como lo afirma el periodista español Luis Bassets: “La crisis por el coronavirus puede ser el ensayo general para la próxima y más grave provocada por el cambio climático”. Nos dice el Sumo Pontífice en esta Encíclica que: “No todo está perdido, porque los seres humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, también pueden sobreponerse, más allá de todos los condicionamientos mentales y sociales que les impongan”. Que así sea!