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Farándula - 20 agosto, 2018

Las Nubes, el predio que compró Diomedes, fue un despojo más

El Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cartagena ordenó restituir el predio a los descendientes de Beltrán Hinojosa Martínez, quienes fueron víctimas de desplazamiento y abandono forzado.

Por ser víctimas de desplazamiento y abandono forzado con ocasión del conflicto armado interno, el Tribunal

Superior del Distrito Judicial de Cartagena ordenó la devolución del predio conocido como Las Nubes a los descendientes de Beltrán Hinojosa Martínez.

Por medio de la Sala Civil en Descongestión Especializada en Restitución de Tierras, la magistrada Yaens Lorena Castellón Giraldo amparó el derecho fundamental a la restitución de tierras de 17 personas, sobre el predio rural ubicado en el corregimiento de Badillo, jurisdicción del municipio de Valledupar, con un área de 363 hectáreas más 155 metros cuadrados.

Este, un proceso complicado para descifrarse, pasó por la Unidad de Restitución de Tierras seccional Cesar La Guajira, después fue a Santander y finalmente terminó en Cartagena, donde los jueces especializados emitieron el fallo que deja sin argumentos los fundamentos de Teodora Daza de Zequeda, Nelson Escalona Orozco, Roberto Sierra Gutiérrez, Humberto Sierra Gutiérrez, Eduardo Ustariz Aramendiz, Bancolombia S.A., y Hugues Pimienta Morales, que se declaraban como dueños del terreno.

Según reposa en la declaración entregada por los familiares de Hinojosa Martínez, ante la Unidad de Restitución de Tierras, ellos tomaron posesión de la hacienda hasta que los paramilitares llegaron a la zona y comenzaron a extorsionarlos y a hacerles exigencias frente al mismo.

En los antecedentes del documento de la Unidad Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas, el predio rural denominado ‘Las Nubes’ fue adquirido por una persona el 28 de agosto de 1974, según reza una sentencia proferida por el Juzgado Primero Civil del Circuito de Valledupar dentro del proceso ordinario de pertenencia por prescripción adquisitiva de dominio y está registrada como anotación número 1 del folio de matrícula inmobiliario número 190-23084 de la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos de Valledupar el 20 de diciembre del mismo año. Esa persona era Beltrán Hinojosa Martínez, quien falleció en 1991.

“Aproximadamente en el 2000 empezaron a llegar las Autodefensas a Badillo, pero a diferencia de los otros corregimientos, el ingreso a esta región no fue con hechos violentos, realizaron una reunión donde se presentaron como las Autodefensas Unidas de Colombia e informaron que desde ese momento ellos serían la autoridad del pueblo, así mismo se presentaron las reglas para todos los pobladores, algunas de ellas eran estar en la casa en horas de la noche, las calles deberían estar siem- pre limpias, los animales ence- rrados y todos tenían que limpiar y arreglar el pueblo. Luego de esto se establecieron en el corregimiento y se ubicaron en casas que habían sido abandonadas”, indica una de las declaraciones hechas a Restitución de Tierras.

La investigación arrojó que se trataba de un despojo posterior a 1991, en los cuales se vincu- laron y se estableció participa- ción de actores armados y que las personas que están legitimadas para la restitución derivan la calidad de propietarios.

Desde 2002, los paramilitares habrían dado inicio a las extorsiones, algo que fue puesto en conocimiento de las autoridades por medio del abogado de los afectados, quien fue asesi- nado por el grupo paramilitar. Cabe destacar que los desmovilizados, conocidos como alias ‘Luna’ y ‘El Paisa’, aceptaron la responsabilidad en los hechos ante Justicia y Paz.

Por esta y todas las considera- ciones halladas por los inves- tigadores, la magistrada Yaens Lorena Castellón Giraldo le dio la razón a Joaquín González Hinojosa, Ena Mercedes Daza de Ochoa, Manuel Joaquín González Oñate, Juan José Daza González, Rosario Elena Daza González, Carlos José Daza González, Aleida Daza González, Wildon Enrique Daza González, Jader Enrique González Cujia, Isabel Francisca González Hinojosa, Leonel Enrique Peralta Hinojosa, Edilberto González Maestre, José Enrique González Maestre, Fabián Eliécer González Maestre, Nefer Jesús González Maestre, Manuel Rodolfo González Maestre y Luz Meris González Maestre.

¿CÓMO LLEGÓ A SER DE DIOMEDES?

Diomedes Díaz, el cantante más afamado de la música vallenatota, adquirió Las Nubes el 23 de agosto del 2005, a través de la escritura pública 1401 de la Notaría Segunda de Valledupar, a los señores Nelson José Escalona Pacheco, Pedro Daza Araújo E.U., y a Rosalba Sierra Redon-do, por un valor de $81.000.000.

Después, el compositor y cantante, a través de la escritura 1013 del 14 de junio de 2006 en la Notaría Segunda de Valledupar, apareció vendiéndola a Teodora Mercedes Daza de Zequeda, esposa de su entonces mánager José Zequeda. Los documentos oficiales indican que Teodora Daza protocolizó la compraventa del predio por $84.000.000.

Sin embargo, el certificado de tradición y libertad del inmueble, señala que en 2003 los herederos de Beltrán Hinojosa lideraron una demanda en el Juzgado Quinto Civil del Circuito de Valledupar por la titularidad del derecho real de dominio como poseedores.

Los demandantes entregaron documentación del 28 de agosto de 1974, emitida por el Juzgado Primero Civil del Circuito de Valledupar, que reconoció la propiedad de la finca Las Nubes a Beltrán Hinojosa Martínez.

Según el folio de matrícula No 190-23084 de la Oficina de Registro de Instrumentos Públi- cos de Valledupar, el juzgado decretó la titularidad a Beltrán Hinojosa tras un proceso de pertenencia por prescripción adquisitiva de dominio, que se da cuando se ha poseído un bien por un tiempo determinado. En este caso, por más de 10 años.

En ‘Las Nubes’, Diomedes al- canzó a estar los últimos ocho años de su vida disfrutando del paisaje y la vegetación que ahí permanece.

Farándula
20 agosto, 2018

Las Nubes, el predio que compró Diomedes, fue un despojo más

El Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cartagena ordenó restituir el predio a los descendientes de Beltrán Hinojosa Martínez, quienes fueron víctimas de desplazamiento y abandono forzado.


Por ser víctimas de desplazamiento y abandono forzado con ocasión del conflicto armado interno, el Tribunal

Superior del Distrito Judicial de Cartagena ordenó la devolución del predio conocido como Las Nubes a los descendientes de Beltrán Hinojosa Martínez.

Por medio de la Sala Civil en Descongestión Especializada en Restitución de Tierras, la magistrada Yaens Lorena Castellón Giraldo amparó el derecho fundamental a la restitución de tierras de 17 personas, sobre el predio rural ubicado en el corregimiento de Badillo, jurisdicción del municipio de Valledupar, con un área de 363 hectáreas más 155 metros cuadrados.

Este, un proceso complicado para descifrarse, pasó por la Unidad de Restitución de Tierras seccional Cesar La Guajira, después fue a Santander y finalmente terminó en Cartagena, donde los jueces especializados emitieron el fallo que deja sin argumentos los fundamentos de Teodora Daza de Zequeda, Nelson Escalona Orozco, Roberto Sierra Gutiérrez, Humberto Sierra Gutiérrez, Eduardo Ustariz Aramendiz, Bancolombia S.A., y Hugues Pimienta Morales, que se declaraban como dueños del terreno.

Según reposa en la declaración entregada por los familiares de Hinojosa Martínez, ante la Unidad de Restitución de Tierras, ellos tomaron posesión de la hacienda hasta que los paramilitares llegaron a la zona y comenzaron a extorsionarlos y a hacerles exigencias frente al mismo.

En los antecedentes del documento de la Unidad Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas, el predio rural denominado ‘Las Nubes’ fue adquirido por una persona el 28 de agosto de 1974, según reza una sentencia proferida por el Juzgado Primero Civil del Circuito de Valledupar dentro del proceso ordinario de pertenencia por prescripción adquisitiva de dominio y está registrada como anotación número 1 del folio de matrícula inmobiliario número 190-23084 de la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos de Valledupar el 20 de diciembre del mismo año. Esa persona era Beltrán Hinojosa Martínez, quien falleció en 1991.

“Aproximadamente en el 2000 empezaron a llegar las Autodefensas a Badillo, pero a diferencia de los otros corregimientos, el ingreso a esta región no fue con hechos violentos, realizaron una reunión donde se presentaron como las Autodefensas Unidas de Colombia e informaron que desde ese momento ellos serían la autoridad del pueblo, así mismo se presentaron las reglas para todos los pobladores, algunas de ellas eran estar en la casa en horas de la noche, las calles deberían estar siem- pre limpias, los animales ence- rrados y todos tenían que limpiar y arreglar el pueblo. Luego de esto se establecieron en el corregimiento y se ubicaron en casas que habían sido abandonadas”, indica una de las declaraciones hechas a Restitución de Tierras.

La investigación arrojó que se trataba de un despojo posterior a 1991, en los cuales se vincu- laron y se estableció participa- ción de actores armados y que las personas que están legitimadas para la restitución derivan la calidad de propietarios.

Desde 2002, los paramilitares habrían dado inicio a las extorsiones, algo que fue puesto en conocimiento de las autoridades por medio del abogado de los afectados, quien fue asesi- nado por el grupo paramilitar. Cabe destacar que los desmovilizados, conocidos como alias ‘Luna’ y ‘El Paisa’, aceptaron la responsabilidad en los hechos ante Justicia y Paz.

Por esta y todas las considera- ciones halladas por los inves- tigadores, la magistrada Yaens Lorena Castellón Giraldo le dio la razón a Joaquín González Hinojosa, Ena Mercedes Daza de Ochoa, Manuel Joaquín González Oñate, Juan José Daza González, Rosario Elena Daza González, Carlos José Daza González, Aleida Daza González, Wildon Enrique Daza González, Jader Enrique González Cujia, Isabel Francisca González Hinojosa, Leonel Enrique Peralta Hinojosa, Edilberto González Maestre, José Enrique González Maestre, Fabián Eliécer González Maestre, Nefer Jesús González Maestre, Manuel Rodolfo González Maestre y Luz Meris González Maestre.

¿CÓMO LLEGÓ A SER DE DIOMEDES?

Diomedes Díaz, el cantante más afamado de la música vallenatota, adquirió Las Nubes el 23 de agosto del 2005, a través de la escritura pública 1401 de la Notaría Segunda de Valledupar, a los señores Nelson José Escalona Pacheco, Pedro Daza Araújo E.U., y a Rosalba Sierra Redon-do, por un valor de $81.000.000.

Después, el compositor y cantante, a través de la escritura 1013 del 14 de junio de 2006 en la Notaría Segunda de Valledupar, apareció vendiéndola a Teodora Mercedes Daza de Zequeda, esposa de su entonces mánager José Zequeda. Los documentos oficiales indican que Teodora Daza protocolizó la compraventa del predio por $84.000.000.

Sin embargo, el certificado de tradición y libertad del inmueble, señala que en 2003 los herederos de Beltrán Hinojosa lideraron una demanda en el Juzgado Quinto Civil del Circuito de Valledupar por la titularidad del derecho real de dominio como poseedores.

Los demandantes entregaron documentación del 28 de agosto de 1974, emitida por el Juzgado Primero Civil del Circuito de Valledupar, que reconoció la propiedad de la finca Las Nubes a Beltrán Hinojosa Martínez.

Según el folio de matrícula No 190-23084 de la Oficina de Registro de Instrumentos Públi- cos de Valledupar, el juzgado decretó la titularidad a Beltrán Hinojosa tras un proceso de pertenencia por prescripción adquisitiva de dominio, que se da cuando se ha poseído un bien por un tiempo determinado. En este caso, por más de 10 años.

En ‘Las Nubes’, Diomedes al- canzó a estar los últimos ocho años de su vida disfrutando del paisaje y la vegetación que ahí permanece.