Andrés Molina tiene una personalidad que obliga a quienes lo conocen a pararse en los extremos: después de tratarlo se le puede admirar  o criticar. Abogado de la Universidad de los Andes, con una maestría en la Universidad de Columbia, como director de Radio Guatapurí desde el 2010 ha sido un actor primario contando lo que pasa en esta región.

Como este martes 11 de enero oficialmente inicia la campaña electoral, EL PILÓN decidió hablar con él sobre la realidad política del departamento, el futuro, el pasado, la casa Gnecco Monsalvo, su  familia, y, por supuesto, su labor como periodista. 

Casi 12 años ejerciendo periodismo, aunque estudió Derecho en una de las mejores universidades del país… 

Fue una decisión de vida. Yo viví en Bogotá y pertenecía a la firma de abogados Prietocarrizosa, en ese momento una de las más importantes del país. Era el año 2007. Después de 3 años de estar allí empecé a cansarme de Bogotá: se volvió una ciudad enemiga del ciudadano: todo quedaba lejos y era costosa. 

Mi papá enfermó y quise pasar sus últimos días con él. Llegué a Valledupar y vi que varias empresas de la familia estaban acéfalas y decidí hacerme cargo de Radio Guatapurí. No me arrepiento de haber tomado esa decisión. Valledupar tiene muchos problemas pero es un buen vividero.

¿Cómo es ejercer el periodismo cuando se proviene de una familia de tradición política?

Es difícil, no solamente por el tema familiar, también porque el Cesar es un territorio pequeño, todos nos conocemos. Igual en Valledupar. Cada vez que un familiar entra en política eso le genera un conflicto de interés a la emisora, pero cada vez son menos los familiares que están en política. Para dolor de ellos, pero para bien de la emisora, cada vez que se han lanzado han perdido. 

Más allá de eso, el punto es la actitud. Cuando uno ejerce el periodismo pasa a segundo o tercer plano quién está detrás del poder, sea familiar o no. De hecho, me han causado dolores de cabeza las posiciones editoriales que hemos tomado en temas en los que hay familiares involucrados. Tengo absolutamente claro que en cualquier conflicto de interés, por algún familiar involucrado, siempre tomaré partido por la emisora. 

En materia política, ¿en qué cree? 

Yo trato de creer en el ciudadano de a pie, en que sea consciente que a través del ejercicio de las libertades políticas puede ser agente generador de cambio. En los que creo poco es en los políticos, sobre todo aquí en el Cesar, que nos han demostrado que las cosas cambian para que todo siga igual. 

En estos 11 años al frente de la emisora me da gusto ver cómo han surgido nuevos liderazgos que se atreven a opinar sin pedirle permiso a nadie. Lo hacen con valor civil, incluso a riesgo de que haya represalia. De hecho, de lo que se vale la politiquería es de la apatía del ciudadano del común a meterse en la política. 

Han calificado a Radio Guatapurí como una emisora de oposición al gobierno departamental. ¿Qué tanto influye su apellido en ese cubrimiento?

La calificación es errada porque los medios de comunicación no podemos ser graduados ni de opositores ni amigos de ninguna administración. La función nuestra es cubrir una administración. Entonces, uno cubre aciertos y desaciertos. Algunas administraciones tienen receptividad. 

Lo que pasa es que algunas personas hacen análisis simplistas: Radio Guatapurí está dirigida por Andrés Molina, hermano del exgobernador Hernando Molina e hijo de Consuelo Araujo. Como Consuelo fue contradictora de Lucas Gnecco, eso significa que Andrés Molina es opositor a los Gnecco. Eso es un análisis demasiado simplista. 

Con la administración que sí fuimos fuertes fue la de Cristian Moreno Panesso. Él mató el tigre y se asustó con el cuero: derrotó a toda la clase política del Cesar juntos (no le debía a nadie), sin embargo no gobernó pensando en el Cesar. Ese despilfarro político de Cristian Moreno le costó tanto al Cesar que los Gnecco regresaron al poder. 

Andrés Molina, la persona, ¿qué opinión tiene de los gobernantes que siguieron a Moreno Panesso?

Andrés Molina el ciudadano es el mismo periodista. La casa de gobierno ha tenido las mayores oportunidades en la historia del departamento. El presidente Iván Duque nos dijo en una entrevista que le ha invertido al Cesar 7 billones de pesos, y la gran receptora de esos recursos fue la casa de gobierno.  

Además de eso, han tenido recursos propios: las regalías directas. Con todo eso era para que el Cesar estuviera en mejores condiciones que otros departamentos. Pero en vez de mejorar, nuestros indicadores de pobreza han crecido. 

¿Por qué?

Por la mala inversión. Cuando como gobernador permites que un alcalde irresponsable como Kiko Rojas haga una plaza faraónica de $20.000 millones en el centro de Becerril, también es una forma de corrupción.

¿Cómo estamos en acueducto? La primera campaña de Luis Alberto Monsalvo se centró en eliminar la operación totuma, que nació porque los cesarenses no tenían agua. Pasaron sus 4 años de gobierno, 4 de Franco Ovalle y 2 de este periodo,  y sigue la operación totuma.

Ha habido despilfarro, ineficiencia y negligencia, y por supuesto corrupción, en el manejo de los recursos. El saldo que ellos tienen con el departamento es grande. Han tenido las mejores herramientas pero su ejecutoria, en el cubrimiento de necesidades básicas insatisfechas, no es la mejor. No ha sido por falta de recursos, sino por mala administración. 

Entendiendo que proviene de una familia política, ¿qué camino debería tomar el departamento en el 2023?

Eso no tiene que ver con el origen de mi familia. De hecho, entendiendo a mi madre y mi padre, lo que los hizo grande no fue la política. La política viene más de mis tíos.

Sobre lo otro, no se esperará hasta el 2023. Esto empieza en las elecciones al Congreso. En estos momentos se están presentando las personas que han gobernado la escena política los últimos 10 años, aliados de la casa de gobierno. 

No se pueden cambiar las cosas en el departamento con la misma clase política. Pero el panorama es complicado. Tenemos 5 listas al Congreso, y si se analiza, todos son repitentes. Cristhian José Moreno va por su tercer periodo; Ape Cuello por su cuarto periodo; Eliecer Salazar por el segundo, y Chichí Quintero, que no aspira, deja a su hijo. En el senado igual. El primer paso que debe dar el Cesar es mirar otras opciones.

¿Existen esas otras opciones? 

Poco a poco la gente se irá atreviendo. Tenemos casi una tercera senadora segura, Imelda Daza. No comparto muchos ideales, pero le reconozco su valor civil. Ojalá surjan más personas como ella.  Ojalá en las curules de las víctimas también lleguen personas de abajo, que no pertenezcan a grupos políticos. 

¿Cómo será la disputa en el 2023 por la Gobernación del Cesar?

Ya empezó. Creo que se están planteando dos escenarios  (2022 y 2023) como si fueran distintos, y no es así. Esa disputa ya empezó, porque como quede conformado el Congreso de la República de alguna manera determinará las fuerzas.

Yo creo que si Ape Cuello logra las dos curules con su Equipo Azul, y si Didier Lobo repite Senado, esa nueva fuerza política puede inclinar la balanza hacia quién será el próximo gobernador o gobernadora del Cesar. 

Ellos han sido aliados de la casa de gobierno, pero ambos se han sentido maltratados. Ese es el problema de la casa de gobierno, que maltrata a sus aliados. Ape Cuello porque siente que le ahogaron a Ernesto Orozco, y Didier Lobo porque siente que no le han cumplido los compromisos que asumieron con él.

Saliendo del tema político, el 2021 fue un buen año para Radio Guatapurí… 

El año pasado ha sido uno de los mejores años de Radio Guatapurí a nivel periodístico  y gracias a Dios a nivel de ingresos. Cifras y Conceptos reconoció que tenemos una influencia en la costa Caribe, lo que es bastante, porque en la región somos 10 millones de personas. Es un reconocimiento al trabajo que inició don Manuel Pineda Bastidas, continuaron sus sucesores, don Pepe Castro, Consuelo Araujo… 

También recibió un premio personal…

Inscribimos un trabajo en los premios nacionales  de periodismo digital que dirige el portal KienyKe. Obtuvimos el tercer lugar en la categoría Crítica y Opinión por un trabajo titulado ‘Hacia un nuevo pacto social cesarense’.

Luego la Asociación de Periodistas me entregó el reconocimiento como mejor director de noticias radiales a nivel nacional. Quiero resaltar que no solamente es Andrés Molina, sino el trabajo del equipo. Cerramos el año con broche de oro porque nuestro periodista Limedes Molina recibió el premio de periodista del año por parte del CPV. 

Eso muestra que hay trabajo en equipo. Son personas talentosas, como Roger Redondo que tiene más de 20 años de estar en esta casa radial; Óscar Arzuaga, un periodista batallador; Renier Asprilla, que está haciendo la transición al periodismo radial; Celso Guerra, que es nuestro cronista musical, que hace magia al aire; destaco al equipo técnico, Jhon Martínez, y Merlin Duarte, que es la voz femenina que nos hacía falta.  

Vamos a describir en pocas palabras a unos personajes…

Iván Duque

Amor por el país y por las regiones. 

Gustavo Petro

Una incógnita. 

Consuelo Araujo Noguera

Mi faro moral, fuente de inspiración y ejemplo a seguir. 

Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata

El hijo mayor de Consuelo Araujo. 

Luis Alberto Monsalvo

(Silencio) Buenas intenciones mal orientadas.

Asamblea del Cesar

Los arrodillados

Mello Castro

Voluntad de acertar.

Claudia Margarita Zuleta

Esperanza. 

José Alfredo Gnecco 

El cometa Halley, pero cada 4 años.

Didier Lobo

Hormiga arriera de la política.

Cristhian José Moreno

Valentía para enfrentar a la casa de gobierno.

Ape Cuello 

 Con sus defectos, el mejor congresista del Cesar.