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Las dos orillas del nuevo acuerdo de paz

Los cesarenses opinan sobre el nuevo acuerdo de paz que contiene las aportaciones de los sectores contrarios al pacto inicial que fue firmado en septiembre y después rechazado por los colombianos en un plebiscito el dos de octubre. Suministrada/EL PILÓN

El nuevo acuerdo de paz creado por el gobierno colombiano y la Farc en respuesta a la gran mayoría de votos del No del plebiscito, realizado el dos de octubre, genera percepciones opuestas por parte de los cesarenses. Mientras que unos analizan la iniciativa como positiva, otros son escépticos.

EL PILÓN habló con líderes políticos y organizaciones sociales del Cesar que han estado en las dos orillas del proceso de paz.

“Los ajustes que le hicieron al nuevo acuerdo resuelve la incertidumbre que generó el voto mayoritario del No en el plebiscito. No hay modificaciones sustanciales a los acuerdos puntuales, lo que existen son ajustes para precisar cosas y para corregir malos entendidos, como por ejemplo la equidad de género. Fueron más explícitos en decir qué entendían por este concepto, para evitar malos entendidos y tergiversaciones que se dieron al respecto, donde se terminó hablando de ideología de género, que es algo que no existe”, manifestó la militante de la Unión Patriótica, Imelda Daza, excandidata a la Gobernación del Cesar
La líder de izquierda indicó que el plazo general que había parala implementación de los acuerdos fue ampliado de 10 a 15 años, en lo cual no está de acuerdo, porque implica que las necesidades no serán atendidas con la rapidez que se demanda, pero considera “que la velocidad no va a depender de lo que diga el acuerdo, sino de la capacidad que tenga la población para presionar por ello”.

En cuanto a la justicia especial para la paz, acotó Daza, queda ajustada a la jurisdicción colombiana, agregando que la propuesta que los comandantes de la guerrilla fueran a la cárcel no se aceptó, pero éstos participarán en la Comisión de la Verdad y si confiesan sus delitos habrá perdón, indulto y reparación.

Por parte del Centro Democrático, Álvaro José Soto, dijo que fue extraño recibir el sábado con apremio por parte del presidente Juan Manuel Santos, la necesidad de hablar con el expresidente y actual senador Álvaro Uribe, los voceros del No y con las víctimas.

“Era para notificarles que al final del día estarían suscribiendo un documento de manera inconsulta. Le sugerimos por parte del Centro Democrático que diera a conocer los documentos, pero ayer hasta el mediodía no se conocía el documento como tal. Pese a eso decidieron firmarla como los proyectos definitivos. El mandato del pueblo rechazó los acuerdos, por lo que lo mínimo que debieron hacer después de haber trabajado cuatro semanas en confeccionar unos puntos era darlos a conocer”.

Aseguró que los voceros del gobierno ya no actuaban solo en nombre del gobierno sino del pueblo colombiano, en virtud del mandato entregado por el resultado del plebiscito de octubre, que fue contundente, con un 86% de los colombianos votaron negativo o se abstuvieron de votar y el 17% votó por sí”.

Aníbal ‘Ñego’ Ariza, otro promotor del No con las banderas del Centro Democrático, aseveró que “es claro que el triunfo del No fue positivo porque permitió revisar los acuerdos y que se incluyeran propuestas de colombianos que estaban por fuera. Pero lo ideal era que revisaran las observaciones que se hicieron, pero lo que hicieron fue firmar los acuerdos antes que los promotores del no conocieran los últimos acuerdos, aspecto que pienso que se pueden superar”.

Al respecto, el representante regional de la Cumbre Agraria, Guillermo Pérez Rangel, hizo sus reparos al nuevo acuerdo. “Me parece regresivo porque se configura como un pacto de elite que deja por lado al ciudadano de a pie. Aquí los que terminan favorecidos son los integrantes de la ultraderecha. Considero que la razón de ser de los acuerdos se perdió”, afirmó.
El representante a la Cámara, Cristian Moreno, ve con optimismo el nuevo acuerdo de paz, aseverando que para cumplir el mandato ciudadano que le dio el apoyo al No fue necesario hacer ajustes al acuerdo de paz con las Farc. “Ya no hay excusas para que todo el país acompañe el acuerdo y creo que el mejor camino para refrendar el nuevo acuerdo es el Congreso de la República”, afirmó.

En ese mismo sentido se pronunció el representante Eloy ‘Chichí’ Quintero, quien manifestó que sirvió el triunfo del No para mejorar el acuerdo de La Habana. “Creo que hoy hay luz verde de parte de los diversos sectores del no para los cambios que se hicieron. Indudablemente es un paso muy importante y de mucho más compromiso porque debemos estar todos sumergidos en este proceso que este proyecto que es importante para la historia del país”.

Acerca del acuerdo

Aunque el cierre de esta edición no se conocía con exactitud el nuevo acuerdo, voceros del gobierno nacional aseguraron que 56 de los 57 grandes cambios que los promotores del No pidieron para el acuerdo de paz con las Farc lograron concretarse en la renegociación de ese pacto. Así lo informó el presidente de la República, Juan Manuel Santos, luego de varias semanas de negociación en La Habana.

El jefe del Estado anticipó los componentes centrales de esos ajustes.

Juzgamiento y cárcel para los guerrilleros

* Una vez se desmovilicen y entreguen las armas, los guerrilleros de las Farc se tendrán que someter al Tribunal de la Jurisdicción Especial para la Paz, que es la instancia judicial especial que se creará para juzgarlos.
* En muchos casos, especialmente de guerrilleros rasos, aplicará el indulto que ya se contemplaba en el primer acuerdo. Pero lo que se especificó en este segundo acuerdo es que para quienes se compruebe que no puede haber indulto, es decir, para los jefes y comandantes de las Farc, sí habrá penas efectivas de cárcel.
* En cada caso el Tribunal deberá definir los espacios concretos en donde deben estar los sancionados durante la ejecución de la pena. El presidente y Humberto de la Calle dijeron que estos “nunca serán más grandes que una Zona Veredal Transitoria de Normalización”, lo cual indica que muy seguramente se optará por la figura de ‘colonias agrícolas’ para que paguen allí sus penas de cárcel.
* El Tribunal también debe definir los horarios en los que deben cumplir las sanciones restaurativas y establecer el sitio de residencia que tendrán durante la ejecución de la sanción. Se les impondrá el deber de solicitar autorización para salir de las zonas donde cumplan la sanción. Y el Tribunal definirá cada cuánto se debe verificar si efectivamente están cumpliendo con la pena que se les aplicó.

* Se acordó que el tiempo que pasen en las Zonas Veredales Transitorias de Normalización, se les tendrá en cuenta como parte de la sanción, siempre y cuando en ese período desarrollen actividades de reparación a las víctimas.

* Las Farc tendrán que declarar y entregar todos sus bienes, los cuales se usarán para reparar a las víctimas. Si no lo hacen podrán perder los beneficios que consagra el acuerdo.

Participación en política

* El presidente fue claro en señalar que los jefes de la guerrilla “no tendrán curules a dedo. Al contrario, tendrán que participar en las elecciones. Tampoco tendrán cargos en el Gobierno, como ha ocurrido en muchos otros casos. Pero sí podrán ser elegidos”. Es de recordar que el primer acuerdo le otorgó al partido que surja de la desmovilización de las Farc cinco curules en la Cámara de Representantes y cinco en el Senado durante dos períodos legislativos (ocho años), contados a partir de las elecciones de 2018.
* Sin embargo, en el nuevo acuerdo se incluyó expresamente que el partido que surja de la reincorporación de las Farc no podrá inscribir candidatos a las 16 curules transitorias en la Cámara de Representantes que se establecieron para las comunidades y víctimas afectadas por el conflicto. Eso no estaba en el primer acuerdo, por lo cual se temía que por esa vía las Farc podrían tener incluso mayor presencia en el Congreso.
* Se redujo desde el primer año en 30% la financiación al partido de las Farc para que quede en igualdad de condiciones con los demás partidos.
* Quedó claro que la protesta social debe ser siempre pacífica, y que el Estado tiene la obligación de proteger los derechos de todos los ciudadanos.
* Se eliminó la participación de las Farc en la comisión de protección y garantías de seguridad, así como las facultades de esa comisión para revisar hojas de vida, o ejercer facultades de inspección y vigilancia sobre las empresas de seguridad privada.
Lucha contra las drogas ilícitas
* El nuevo acuerdo obliga a todos los que se presenten a la Justicia especial de Paz (no solo a la guerrilla) a entregar toda la información relacionada con el narcotráfico de manera exhaustiva y detallada para atribuir responsabilidades. Esto significa que, tal como lo reclamaron los líderes del No, los jefes de las Farc deberán entregar la información sobre rutas del narcotráfico que manejaron, así como los contactos con proveedores y demás agentes de esta actividad criminal.
* El gobierno mantiene todas las herramientas para la erradicación, incluyendo la fumigación, además de los programas de sustitución para los campesinos.
* No habrá formalización de ningún predio en Colombia sin que antes se constate que está libre de la presencia de cultivos ilícitos.
* El acuerdo reconoce y robusteció el papel de la familia y de los grupos religiosos en la política de prevención y atención a los consumidores.
Sobre los aspectos económicos
* El nuevo acuerdo ratifica el principio constitucional de que en Colombia se respeta la propiedad y la iniciativa privada, y de que a nadie se le puede expropiar por fuera de la ley vigente.
* Se creará una comisión para revisar temas relacionados con la legislación agraria que no hacen parte del acuerdo anterior.
* El catastro no modificará por sí mismo los avalúos de las tierras.
* No se autorizarán nuevas zonas de reserva campesina, más allá del trámite normal, de acuerdo con la legislación vigente que hay sobre estas zonas.
* Las inversiones del posconflicto se harán con respeto al principio de sostenibilidad fiscal. Se amplió de 10 a 15 años el plazo de implementación de estas inversiones.
Sobre los aspectos jurídicos
* Solo se incorporarán al denominado bloque de constitucionalidad los temas de derechos humanos y de Derecho Internacional Humanitario (estos ya de por sí hacen parte de la Constitución).
* El gobierno será el único responsable de la implementación de los acuerdos. Las Farc ya no tendrán participación en ese proceso, pero se definió crear una comisión de seguimiento, impulso y verificación del cumplimiento de los mismos.
Sobre el tema de género
* El nuevo acuerdo deja claro que no incorpora conceptos de la llamada ideología de género. Sin embargo, se garantizará que las mujeres, que han sufrido especialmente en el conflicto, sean tratadas con prioridad y que sus derechos como víctimas estén totalmente protegidos.
* Se incorporaron los principios de igualdad y no discriminación, de libertad de cultos y se reconoció a la familia y a los líderes religiosos como víctimas del conflicto.

“Este acuerdo renovado, ajustado, precisado y aclarado debe unirnos, no dividirnos”: Juan Manuel Santos, presidente de Colombia.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN

 

 

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