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Editorial - 7 mayo, 2022

Las cifras del Festival

El Festival es un bálsamo para la economía vallenata. Eso no tiene ninguna duda. Para la economía formal, (comercio, hoteles, licoreras, restaurantes) pero inclusive más para la informal (vendedores ambulantes, parahotelería, comida en la calle, arriendo de sillas, músicos, etc). Y para los negocios y eventos asociados a la festividad que como lo hemos dicho van más allá de los que organiza la Fundación. 

El Festival es un bálsamo para la economía vallenata. Eso no tiene ninguna duda. Para la economía formal, (comercio, hoteles, licoreras, restaurantes) pero inclusive más para la informal (vendedores ambulantes, parahotelería, comida en la calle, arriendo de sillas, músicos, etc). Y para los negocios y eventos asociados a la festividad que como lo hemos dicho van más allá de los que organiza la Fundación. 

Acierta por eso la Cámara de Comercio  en dejar claro que el negocio es de muchos agentes, sectores y  personas,  locales y de afuera.  Definitivamente, es el evento que más mueve la economía vallenata. Ojalá durara más días . 

Por eso es tan importante tomarse en serio sus datos económicos. Ya dio una alerta el columnista Napoleón de Armas, cuando afirmaba en su columna de ayer, que, basándose en conversaciones con FENALCO, las cifras presentadas oficialmente no dan para tanto. También lo ha dicho CESORE. 

Hay que conocer las bases ciertas  y objetivas cuando se afirma que el festival movilizó en 3 días, 85 millones de dólares, $340 mil millones de pesos, o que arribaron a la ciudad 137.672 turistas. 

Solo un comparativo reciente, la Feria de las Flores de Medellín, evento nacional, con sus desfiles de silleteros y turismo nacional, que dura 7 días,  calcula que todas las actividades de la ciudad movieron en el año 2019, 22 millones de dólares y para este año esperan 27.000 personas. 

Valledupar tiene cerca de 90.000 abonados que hacen uso del servicio de acueducto y alcantarillado. Para saber cuántas viviendas son aptas para recibir turistas, hay que restar de los 90 mil una cantidad muy importante de oficinas, almacenes e instituciones. Otra gran mayoría son viviendas no aptas para ofrecer alojamiento por sus condiciones de precariedad. De otra parte, se calcula en 10.000 camas la capacidad hotelera y para-hotelera de la ciudad según la secretaria de salud local, Lina De Armas. Entonces, ¿en dónde duermen los 140.000 turistas?  Si por ejemplo de los 90 mil abonados 20 mil fuesen viviendas con capacidad de recibir turistas, habría que acomodar de 6 personas por vivienda.  

De otra parte, el cálculo de vuelos, buses o carros particulares requeridos para movilizar cerca de 140.000 personas en tres días es de tal magnitud que no parece acomodarse a la realidad que vivió Valledupar en ese período. Es más, manifestamos la inquietud de que no había, como en otras épocas,  programación de vuelos adicionales de las aerolíneas y las tarifas eran insultantes. Si fueron prácticamente  los mismos vuelos ordinarios, que generalmente se llenan a partir de los jueves, ¿qué tanta más gente se transportó por vía aérea? Habrían sido cientos pero no miles. 

Con todo esto lo que queremos decir, más que rebatir las cifras, es que la Alcaldía de Valledupar, la propia Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata, los gremios y los centros de investigación deben llevar a cabo un estudio profundo y científico del impacto económico del Festival, porque es de alto riesgo definir políticas públicas o tomar decisiones con información inexacta;  pero peor es  creérselas.  

Porque cifras muy inexactas, a la hora de tomar decisiones y adoptar políticas públicas y privadas, generan desaciertos protuberantes, pérdida de confianza;  y, de contera, no se corrigen en debida forma las fallas o  problemas.  

Editorial
7 mayo, 2022

Las cifras del Festival

El Festival es un bálsamo para la economía vallenata. Eso no tiene ninguna duda. Para la economía formal, (comercio, hoteles, licoreras, restaurantes) pero inclusive más para la informal (vendedores ambulantes, parahotelería, comida en la calle, arriendo de sillas, músicos, etc). Y para los negocios y eventos asociados a la festividad que como lo hemos dicho van más allá de los que organiza la Fundación. 


El Festival es un bálsamo para la economía vallenata. Eso no tiene ninguna duda. Para la economía formal, (comercio, hoteles, licoreras, restaurantes) pero inclusive más para la informal (vendedores ambulantes, parahotelería, comida en la calle, arriendo de sillas, músicos, etc). Y para los negocios y eventos asociados a la festividad que como lo hemos dicho van más allá de los que organiza la Fundación. 

Acierta por eso la Cámara de Comercio  en dejar claro que el negocio es de muchos agentes, sectores y  personas,  locales y de afuera.  Definitivamente, es el evento que más mueve la economía vallenata. Ojalá durara más días . 

Por eso es tan importante tomarse en serio sus datos económicos. Ya dio una alerta el columnista Napoleón de Armas, cuando afirmaba en su columna de ayer, que, basándose en conversaciones con FENALCO, las cifras presentadas oficialmente no dan para tanto. También lo ha dicho CESORE. 

Hay que conocer las bases ciertas  y objetivas cuando se afirma que el festival movilizó en 3 días, 85 millones de dólares, $340 mil millones de pesos, o que arribaron a la ciudad 137.672 turistas. 

Solo un comparativo reciente, la Feria de las Flores de Medellín, evento nacional, con sus desfiles de silleteros y turismo nacional, que dura 7 días,  calcula que todas las actividades de la ciudad movieron en el año 2019, 22 millones de dólares y para este año esperan 27.000 personas. 

Valledupar tiene cerca de 90.000 abonados que hacen uso del servicio de acueducto y alcantarillado. Para saber cuántas viviendas son aptas para recibir turistas, hay que restar de los 90 mil una cantidad muy importante de oficinas, almacenes e instituciones. Otra gran mayoría son viviendas no aptas para ofrecer alojamiento por sus condiciones de precariedad. De otra parte, se calcula en 10.000 camas la capacidad hotelera y para-hotelera de la ciudad según la secretaria de salud local, Lina De Armas. Entonces, ¿en dónde duermen los 140.000 turistas?  Si por ejemplo de los 90 mil abonados 20 mil fuesen viviendas con capacidad de recibir turistas, habría que acomodar de 6 personas por vivienda.  

De otra parte, el cálculo de vuelos, buses o carros particulares requeridos para movilizar cerca de 140.000 personas en tres días es de tal magnitud que no parece acomodarse a la realidad que vivió Valledupar en ese período. Es más, manifestamos la inquietud de que no había, como en otras épocas,  programación de vuelos adicionales de las aerolíneas y las tarifas eran insultantes. Si fueron prácticamente  los mismos vuelos ordinarios, que generalmente se llenan a partir de los jueves, ¿qué tanta más gente se transportó por vía aérea? Habrían sido cientos pero no miles. 

Con todo esto lo que queremos decir, más que rebatir las cifras, es que la Alcaldía de Valledupar, la propia Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata, los gremios y los centros de investigación deben llevar a cabo un estudio profundo y científico del impacto económico del Festival, porque es de alto riesgo definir políticas públicas o tomar decisiones con información inexacta;  pero peor es  creérselas.  

Porque cifras muy inexactas, a la hora de tomar decisiones y adoptar políticas públicas y privadas, generan desaciertos protuberantes, pérdida de confianza;  y, de contera, no se corrigen en debida forma las fallas o  problemas.