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Entrevista - 17 agosto, 2021

“La única frontera viva que tiene Venezuela es la de Colombia”: excónsul José Jorge Dangond

“Es la única salida y no todos quedarán contentos”, dice el excónsul José Jorge Dangond Castro, refiriéndose al diálogo en México entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición.

José Jorge Dangond Castro.
José Jorge Dangond Castro.

José Jorge Dangond Castro, además de comisionado Presidencial de Asuntos fronterizos e integración con Venezuela, ha sido cónsul General de Colombia en Caracas, Maracaibo y Valencia. 

Su libro ‘Crónicas de frontera’ ha sido considerado material de estudio tanto en el IEPRI de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL)  como en la Universidad Central de Venezuela (UCV). Ha sido profesor invitado del Instituto de estudios políticos y relaciones internacionales IEPRI, de la UNAL y del INALDE de Bogotá. 

Además, es conocido como gerente fundador de Telecaribe, director ejecutivo de Inravisión y gerente General de RTVC, sistema de medios públicos de Colombia.

A raíz de una nueva etapa de diálogo, a instancias de Noruega, entre el Gobierno y la oposición venezolana, iniciada la pasada semana en México; de la oferta de Estados Unidos, Canadá y Europa de dejar sin efecto las sanciones si se llega a un acuerdo y del retiro de Perú del llamado Grupo de Lima, principal apoyo del gobierno interino de Guaidó, y los momentos de tensión entre las dos naciones y la frontera caliente que nos compete como región limítrofe, EL PILÓN lo entrevistó por su larga experiencia en las últimas 3 décadas de historia común en unas relaciones consideradas de extremos, en unas de afecto y en últimas de divorcio. 

Vamos al suceso de la semana. Reunión en México. Impensable. Una vez más. ¿Qué opinas?

Es la única vía que queda. Pienso que tomaría mínimo dos años y quedaría la oposición fracturada. Como siempre, no todos quedarán contentos y el chavismo seguirá políticamente vivo. 

¿Qué piensas de la apertura de relaciones?

No creo que el presidente Duque modifique el status quo existente al no reconocer como legítimo a Maduro. Pienso que lo prudente sería esperar hasta que se elija un nuevo presidente. Las condiciones no están dadas en este momento.  La situación actual no lo amerita. Ya el presidente Duque lo manifestó, que mientras él fuera presidente no habría cambio. Lo otro sería esperar los resultados del diálogo en México.

¿Qué ha sido lo más complicado de esa situación?

Lo más complicado de la ruptura ha sido el cierre de los consulados colombianos que atienden a miles de compatriotas en el vecino país. Por otro lado, el tránsito de personas y bienes que hoy se hace irregularmente. 

Durante el cierre de vuelos en  Venezuela la mayoría de las personas de ese país que se desplazaban a otros países lo hacían por la ruta Cúcuta-Bogotá o Riohacha-Bogotá hacia Europa o EEUU. Ante la dolarización de la economía en Venezuela se advierte un repunte en las ventas en las ciudades de frontera, especialmente en Cúcuta y Maicao.

¿Qué le queda a Venezuela? 

Venezuela sigue siendo un país con muchos recursos: petróleo, coltán, oro, diamantes, hierro, ubicados en el famoso ‘arco minero’ que se extiende por todo el Orinoco. Y recordemos que cuentan con la mitad de la población de Colombia. 

¿Y de las migraciones qué opinas? 

Colombia y Venezuela han sido siempre naciones siamesas desde su nacimiento. La movilidad de un país a otro ha sido cíclica. Más de 5 millones de colombianos residían hasta el 2010 en el vecino país. La mayoría de los presidentes venezolanos han nacido o provienen de la frontera del Táchira y el 50% de los venezolanos tienen de alguna manera raíces colombianas. Hasta a Maduro se le atribuye origen colombiano. 

Es nuestro deber como nación hermana acoger a esos miles de venezolanos que hoy recorren Colombia, muchos de paso a otros países del sur.

¿El futuro cómo lo ves? 

La acogida es nuestra apuesta. Nuestra fraternidad se traducirá en el futuro en inversiones y prosperidad para ambos. Venezuela volverá más pronto que tarde a ser la nación más próspera de América latina y Colombia como su único vecino con frontera viva tendrá que participar en su reconstrucción. Colombia le apuesta a la reconversión industrial y a las nuevas obras de infraestructura del vecino país.

La frontera entre Venezuela y Colombia permanece cerrada.

Como miembro de las comisiones presidenciales de integración y asuntos fronterizos nos tocó participar en la creación o apertura del libre mercado entre los dos países anterior al mercado común andino. Somos países que nos complementamos muy bien. Dependemos uno del otro en muchos aspectos.

Somos países hermanos que hemos tenido diferencias pero siempre hemos encontrado soluciones fraternas. Esta última ha sido quizás la más grande por las diferencias ideológicas, después de la incursión de la corbeta Caldas en el Golfo de Venezuela en 1987. 

Colombia ha liderado, con Estados Unidos y el Grupo de Lima, el bloqueo a Venezuela, con la excepción de alimentos. La pregunta es si se seguirá así. Dependerá de las nuevas negociaciones. 

¿Cómo es esa relación comercial que aludiste con la costa Caribe? 

Voy a sacar y exhibir unos documentos de diferentes fuentes que tengo a mano. La costa Caribe, por su cercanía con el vecino país, juega un papel muy importante en el desempeño de las actuales relaciones comerciales entre las naciones. 

Según datos de la Cámara Colombo Venezolana, Cartagena y Maicao representan el 84,7 % del comercio  realizado entre enero y agosto del 2020. Barranquilla, según datos de la asociación, comprende la tercera  ciudad principal del comercio binacional. “El mercado de la Costa Caribe es importante para nosotros”, señala José Pulido, gerente de Alimentos Polar, quien especifica que en la región hay una alta demanda por la harina de maíz precocida.

¡Pero eso es muy pequeño hoy! 

Sí. Y vuelvo a los datos, citando algunos conceptos. En la actualidad ambos países no poseen relaciones diplomáticas, y aunque Venezuela no forma parte de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) desde 2011, entre los territorios existe un acuerdo de alcance parcial (2011) que facilita el comercio entre las naciones. “Esto representa un retroceso en el nivel de integración con respecto a lo que entregaba la CAN”, señala  un economista venezolano,  Alejandro Gutiérrez.

Según explica Germán Umaña, en la actualidad el comercio binacional se enfrenta a cierres de “los principales pasos fronterizos en Norte de Santander”, aunque el paso de transporte terrestre esté habilitado especialmente en el corredor Maicao-Paraguachón-Guarero, solo en determinadas horas y fechas convenidas por las respectivas aduanas. El comercio por vía marítima también está disponible. 

En los primeros ocho meses del año 2020, según el DANE, el comercio binacional sumó un total de USD 130 millones, de los cuales USD 116 millones corresponden a exportaciones y USD14 millones en importaciones. Estas cifras representan una caída del 21 % en comparación con el mismo lapso del 2019 donde se sumaron USD165 millones.

Entre enero y agosto del 2020 los productos más exportados de Colombia al vecino país fueron los alimentos, bebidas y tabaco (26 %); productos químicos (22 %) y materias plásticas (19 %). En cuanto a la importación por Colombia desde Venezuela, los principales productos son guata, fieltro y no tejidos (14 %), máquinas y aparatos eléctricos (12 %) y algodón (10 %). Los supermercados están llenos de productos colombianos. Los llamados bodegones (grandes mercados) están llenos de productos importados. 

Es cierto, aunque hace dos décadas casi llegamos a un intercambio de US 7.000 millones anuales. ¿Y cómo se opera hoy en la frontera? 

Es un tránsito irregular en los pases de fronteras dominado por grupos armados en complicidad con las autoridades.  La mayor parte de la mercancía pasa por las llamadas trochas sin participación de las aduanas. Lo que hay es una zona autónoma fronteriza donde el poder lo ejercen los grupos armados.  El paso de personas puede ser ilegal por trochas o a través de Migración Colombia que abrió desde junio. Venezuela mantiene sus oficinas de migración cerradas.

Las bandas ilegales dominan las trochas ilegales.

Mientras no exista reconocimiento del gobierno de Maduro no podrá haber relaciones consulares. Muchos colombianos o hijos de colombianos que requieren registrarse como colombianos por primera vez lo están haciendo en las distintas poblaciones de Colombia. 

¿Y del Cesar y La Guajira qué nos puedes decir?

Los eje fronterizos Cesar-Guajira y Cesar-Norte de Santander son vitales, mientras que los límites Cesar/Zulia como bien es conocido siguen siendo territorio de nadie. Antes fue guarida de guerrillas, campamentos, cultivos de amapolas y ruta de maleteros. 

¿Cuál es la realidad del día a día del ciudadano común en Venezuela?

A partir de la dolarización informal, los más perjudicados son los jubilados y empleados públicos que siguen ganando en bolívares devaluados.  El resto, “defiéndanse como puedan” en dólares, con un incremento exponencial de la criminalidad.

¿Qué agregarías? 

El boom petrolero a principios del siglo pasado convirtió a un país pastoril en el país más rico de Latinoamérica, lo que permitió el desplazamiento de millones de colombianos por su cercanía al vecino país. Las ciudades, antiguas aldeas crecieron vertiginosamente y en Caracas se construían las grandes autopistas al mismo tiempo que las de EEUU.

Colombia y Venezuela a pesar de las adversidades,  así como tuvieron un origen común, tienen un futuro asegurado mancomunado de prosperidad como naciones hermanas. El único vecino con fronteras vivas que tiene Venezuela es Colombia. O sea que seguiremos unidos unos a otros, no solo por cercanía e historia común sino también por las ventajas complementarias que nos ofrecemos.  

Por: Redacción EL PILÓN

Entrevista
17 agosto, 2021

“La única frontera viva que tiene Venezuela es la de Colombia”: excónsul José Jorge Dangond

“Es la única salida y no todos quedarán contentos”, dice el excónsul José Jorge Dangond Castro, refiriéndose al diálogo en México entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición.


José Jorge Dangond Castro.
José Jorge Dangond Castro.

José Jorge Dangond Castro, además de comisionado Presidencial de Asuntos fronterizos e integración con Venezuela, ha sido cónsul General de Colombia en Caracas, Maracaibo y Valencia. 

Su libro ‘Crónicas de frontera’ ha sido considerado material de estudio tanto en el IEPRI de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL)  como en la Universidad Central de Venezuela (UCV). Ha sido profesor invitado del Instituto de estudios políticos y relaciones internacionales IEPRI, de la UNAL y del INALDE de Bogotá. 

Además, es conocido como gerente fundador de Telecaribe, director ejecutivo de Inravisión y gerente General de RTVC, sistema de medios públicos de Colombia.

A raíz de una nueva etapa de diálogo, a instancias de Noruega, entre el Gobierno y la oposición venezolana, iniciada la pasada semana en México; de la oferta de Estados Unidos, Canadá y Europa de dejar sin efecto las sanciones si se llega a un acuerdo y del retiro de Perú del llamado Grupo de Lima, principal apoyo del gobierno interino de Guaidó, y los momentos de tensión entre las dos naciones y la frontera caliente que nos compete como región limítrofe, EL PILÓN lo entrevistó por su larga experiencia en las últimas 3 décadas de historia común en unas relaciones consideradas de extremos, en unas de afecto y en últimas de divorcio. 

Vamos al suceso de la semana. Reunión en México. Impensable. Una vez más. ¿Qué opinas?

Es la única vía que queda. Pienso que tomaría mínimo dos años y quedaría la oposición fracturada. Como siempre, no todos quedarán contentos y el chavismo seguirá políticamente vivo. 

¿Qué piensas de la apertura de relaciones?

No creo que el presidente Duque modifique el status quo existente al no reconocer como legítimo a Maduro. Pienso que lo prudente sería esperar hasta que se elija un nuevo presidente. Las condiciones no están dadas en este momento.  La situación actual no lo amerita. Ya el presidente Duque lo manifestó, que mientras él fuera presidente no habría cambio. Lo otro sería esperar los resultados del diálogo en México.

¿Qué ha sido lo más complicado de esa situación?

Lo más complicado de la ruptura ha sido el cierre de los consulados colombianos que atienden a miles de compatriotas en el vecino país. Por otro lado, el tránsito de personas y bienes que hoy se hace irregularmente. 

Durante el cierre de vuelos en  Venezuela la mayoría de las personas de ese país que se desplazaban a otros países lo hacían por la ruta Cúcuta-Bogotá o Riohacha-Bogotá hacia Europa o EEUU. Ante la dolarización de la economía en Venezuela se advierte un repunte en las ventas en las ciudades de frontera, especialmente en Cúcuta y Maicao.

¿Qué le queda a Venezuela? 

Venezuela sigue siendo un país con muchos recursos: petróleo, coltán, oro, diamantes, hierro, ubicados en el famoso ‘arco minero’ que se extiende por todo el Orinoco. Y recordemos que cuentan con la mitad de la población de Colombia. 

¿Y de las migraciones qué opinas? 

Colombia y Venezuela han sido siempre naciones siamesas desde su nacimiento. La movilidad de un país a otro ha sido cíclica. Más de 5 millones de colombianos residían hasta el 2010 en el vecino país. La mayoría de los presidentes venezolanos han nacido o provienen de la frontera del Táchira y el 50% de los venezolanos tienen de alguna manera raíces colombianas. Hasta a Maduro se le atribuye origen colombiano. 

Es nuestro deber como nación hermana acoger a esos miles de venezolanos que hoy recorren Colombia, muchos de paso a otros países del sur.

¿El futuro cómo lo ves? 

La acogida es nuestra apuesta. Nuestra fraternidad se traducirá en el futuro en inversiones y prosperidad para ambos. Venezuela volverá más pronto que tarde a ser la nación más próspera de América latina y Colombia como su único vecino con frontera viva tendrá que participar en su reconstrucción. Colombia le apuesta a la reconversión industrial y a las nuevas obras de infraestructura del vecino país.

La frontera entre Venezuela y Colombia permanece cerrada.

Como miembro de las comisiones presidenciales de integración y asuntos fronterizos nos tocó participar en la creación o apertura del libre mercado entre los dos países anterior al mercado común andino. Somos países que nos complementamos muy bien. Dependemos uno del otro en muchos aspectos.

Somos países hermanos que hemos tenido diferencias pero siempre hemos encontrado soluciones fraternas. Esta última ha sido quizás la más grande por las diferencias ideológicas, después de la incursión de la corbeta Caldas en el Golfo de Venezuela en 1987. 

Colombia ha liderado, con Estados Unidos y el Grupo de Lima, el bloqueo a Venezuela, con la excepción de alimentos. La pregunta es si se seguirá así. Dependerá de las nuevas negociaciones. 

¿Cómo es esa relación comercial que aludiste con la costa Caribe? 

Voy a sacar y exhibir unos documentos de diferentes fuentes que tengo a mano. La costa Caribe, por su cercanía con el vecino país, juega un papel muy importante en el desempeño de las actuales relaciones comerciales entre las naciones. 

Según datos de la Cámara Colombo Venezolana, Cartagena y Maicao representan el 84,7 % del comercio  realizado entre enero y agosto del 2020. Barranquilla, según datos de la asociación, comprende la tercera  ciudad principal del comercio binacional. “El mercado de la Costa Caribe es importante para nosotros”, señala José Pulido, gerente de Alimentos Polar, quien especifica que en la región hay una alta demanda por la harina de maíz precocida.

¡Pero eso es muy pequeño hoy! 

Sí. Y vuelvo a los datos, citando algunos conceptos. En la actualidad ambos países no poseen relaciones diplomáticas, y aunque Venezuela no forma parte de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) desde 2011, entre los territorios existe un acuerdo de alcance parcial (2011) que facilita el comercio entre las naciones. “Esto representa un retroceso en el nivel de integración con respecto a lo que entregaba la CAN”, señala  un economista venezolano,  Alejandro Gutiérrez.

Según explica Germán Umaña, en la actualidad el comercio binacional se enfrenta a cierres de “los principales pasos fronterizos en Norte de Santander”, aunque el paso de transporte terrestre esté habilitado especialmente en el corredor Maicao-Paraguachón-Guarero, solo en determinadas horas y fechas convenidas por las respectivas aduanas. El comercio por vía marítima también está disponible. 

En los primeros ocho meses del año 2020, según el DANE, el comercio binacional sumó un total de USD 130 millones, de los cuales USD 116 millones corresponden a exportaciones y USD14 millones en importaciones. Estas cifras representan una caída del 21 % en comparación con el mismo lapso del 2019 donde se sumaron USD165 millones.

Entre enero y agosto del 2020 los productos más exportados de Colombia al vecino país fueron los alimentos, bebidas y tabaco (26 %); productos químicos (22 %) y materias plásticas (19 %). En cuanto a la importación por Colombia desde Venezuela, los principales productos son guata, fieltro y no tejidos (14 %), máquinas y aparatos eléctricos (12 %) y algodón (10 %). Los supermercados están llenos de productos colombianos. Los llamados bodegones (grandes mercados) están llenos de productos importados. 

Es cierto, aunque hace dos décadas casi llegamos a un intercambio de US 7.000 millones anuales. ¿Y cómo se opera hoy en la frontera? 

Es un tránsito irregular en los pases de fronteras dominado por grupos armados en complicidad con las autoridades.  La mayor parte de la mercancía pasa por las llamadas trochas sin participación de las aduanas. Lo que hay es una zona autónoma fronteriza donde el poder lo ejercen los grupos armados.  El paso de personas puede ser ilegal por trochas o a través de Migración Colombia que abrió desde junio. Venezuela mantiene sus oficinas de migración cerradas.

Las bandas ilegales dominan las trochas ilegales.

Mientras no exista reconocimiento del gobierno de Maduro no podrá haber relaciones consulares. Muchos colombianos o hijos de colombianos que requieren registrarse como colombianos por primera vez lo están haciendo en las distintas poblaciones de Colombia. 

¿Y del Cesar y La Guajira qué nos puedes decir?

Los eje fronterizos Cesar-Guajira y Cesar-Norte de Santander son vitales, mientras que los límites Cesar/Zulia como bien es conocido siguen siendo territorio de nadie. Antes fue guarida de guerrillas, campamentos, cultivos de amapolas y ruta de maleteros. 

¿Cuál es la realidad del día a día del ciudadano común en Venezuela?

A partir de la dolarización informal, los más perjudicados son los jubilados y empleados públicos que siguen ganando en bolívares devaluados.  El resto, “defiéndanse como puedan” en dólares, con un incremento exponencial de la criminalidad.

¿Qué agregarías? 

El boom petrolero a principios del siglo pasado convirtió a un país pastoril en el país más rico de Latinoamérica, lo que permitió el desplazamiento de millones de colombianos por su cercanía al vecino país. Las ciudades, antiguas aldeas crecieron vertiginosamente y en Caracas se construían las grandes autopistas al mismo tiempo que las de EEUU.

Colombia y Venezuela a pesar de las adversidades,  así como tuvieron un origen común, tienen un futuro asegurado mancomunado de prosperidad como naciones hermanas. El único vecino con fronteras vivas que tiene Venezuela es Colombia. O sea que seguiremos unidos unos a otros, no solo por cercanía e historia común sino también por las ventajas complementarias que nos ofrecemos.  

Por: Redacción EL PILÓN