‘La Silla de Diomedes’, uno de los monumentos que se ha convertido en uno de los sitios turísticos más importantes de Valledupar, empieza a deteriorarse por el mal uso que le han dado algunas personas, que se le montan encima, le rocían licor o intentan quitarle alguno de los elementos que la conforman.

En las redes sociales abundan las imágenes, donde algunos muestran orgullosos sus hazañas; de niños, jóvenes, adultos, cantantes, figuras de la televisión y lo más curioso, mujeres que se roban la atención por sus poses a la hora de ser retratadas: unas besándolo y otras tocándose las partes íntimas con la estatua de Diomedes.

Por lo anterior, se observa que la figura presenta desgaste en su pintura y estructura, sobre todo en los labios, manos, manga de la camisa y zapatos; la mano izquierda de ‘El Cacique’ amenaza con fracturarse; y el diente que simula al diamante del artista vallenato del corregimiento de La Junta está pelado; entre otros detalles que son notorios en solo siete meses y 12 días de haber sido inaugurado.

Esta obra escultórica en la temporada vacacional es frecuentada por alrededor de 2.000 personas al día, que llegan en buses de paso hacia otros sitios de la Costa y ahora la figura de Diomedes se ha vuelto un sitio obligado para muchos turistas. Así lo aseguró el Comandante de la Estación de Policía de Valledupar, teniente coronel Fredy Delgado. “La Policía Nacional para estas festividades designó personal asignado al monumento de Los Juglares, que es uno de los sitios más visitados.

Ante las afectaciones de la estructura de La Silla de Diomedes nos tocó asignar un servicio de custodia especial, de 7:00 a.m. hasta las 11:00 p.m., porque están utilizando el monumento para tomarse fotografías obscenas, intentando jalarle la cadena y quitarle el diente que simula el diamante que tenía ‘El Cacique’; los incívicos aprovechan la madrugada para hacer estas acciones porque el monumento queda sin vigilancia”, precisó el oficial.

Aseguró que los actos obscenos en vía pública generan sanciones contempladas en el Código Nacional de Policía y pueden ser aplicados a quienes no guarden la compostura a la hora de tomarse fotos en ‘La silla del Diomedes’.

Por su parte, el jefe de la seccional de Protección y Servicios Especiales de la Policía de Valledupar, capitán Andrés García, hizo referencia del Artículo 265 del Código Penal, donde habla de ‘daño en bien ajeno’, que acarrea multas pedagógicas y económicas; así como del artículo 115 del Nuevo Código Nacional de Policía, donde se habla de ‘comportamientos contrarios a la protección y conservación del patrimonio cultural’.

“En la glorieta Los Juglares como Policía de Turismo hacemos control con el segway  (es un vehículo de transporte ligero giroscópico eléctrico de dos ruedas), que es un aparato que nos ayuda de una manera electrónica a pasar revista constante alrededor de la glorieta; igualmente contamos con auxiliares de Policía, quienes les indican a los turistas y bañistas de los atractivos de la región. Teniendo en cuenta la gran afluencia de público en el lugar, que por mostrarse graciosos o por querer ganar unos likes en sus redes sociales realizan actos irrespetuosos hacia el monumento de La Silla de Diomedes”, agregó.

Habla uno de sus creadores

El escultor Jhon Peñaloza, quien realizó la obra escultórica junto con Misael Martínez, explicó que el deterioro que se ha presentado básicamente es de pintura, argumentando que “está es pelá porque hay gente que la ha rayado, pero es de tanto interactuar con la figura, por el rose del jean, la blusa, y los accesorios como manillas y anillos. La Silla de Diomedes está elaborada de un material resistente, de resina epóxica, y por dentro tiene varillas metálicas que no le permiten que se vaya a partir tan fácilmente. Fue una obra diseñada para durar entre 30 a 40 años”.

Aseguró que lo que hay que hacerle mantenimiento con recubrimiento de pintura poliéster, que es la que usan los carros cero kilómetros y encima de ésta hacer un recubrimiento transparente en poliéster, en lo que demoran entre 4 y 5 horas. “En varias ocasiones he ido al lugar a hacerlo, pero la romería de gente no lo permiten; me tocará solicitar un permiso al municipio para encerrarla o retirarla para hacerle el mantenimiento necesario. Hay que tenerla como ‘una tacita de plata’ para Semana Santa y Festival, donde se esperan alta afluencia de turistas”, acotó.

Turismo Municipal exhorta a cuidar la obra

Frente a este suceso, la asesora de Turismo Municipal, Adela Becerra, exhortó a propios y turistas a cuidar este y los otros monumentos de Valledupar. “Les pido que se apropien del municipio, que demostremos el amor que sentimos por éste, respetándolo y cuidándolo. Tenemos que concientizarnos que es una escultura artística que debemos preservarla. Los invito a tener cordura; sabemos que Diomedes genera sensaciones y emociones, pero se debe respetar el arte.

A los turistas los invito a que cuidemos los monumentos; así como ellos se toman fotos, deben dejarlo en buen estado, porque si hacen mal uso de ella pueden dañarle una de sus estructuras, corriendo el riesgo que otras personas no puedan disfrutarla. Los invito a que seamos respetuosos para que las futuras generaciones puedan tomarse una foto en el monumento de Diomedes”, subrayó.

Sanciones a los que pueden incurrir los que dañen esculturas

• El artículo 265, que habla del daño en bien ajeno, dice que el que destruya, inutilice, haga desaparecer o de cualquier otro modo dañe bien ajeno, mueble o inmueble incurrirá en prisión de uno a cinco años, y multa de cinco a veinticinco salarios mínimos legales mensuales vigentes, siempre que la conducta no constituya delito sancionado con pena mayor.
  Esta pena se establece cuando el monto del daño no exceda de diez salarios mínimos legales mensuales vigentes.
  Si se resarciere el daño ocasionado antes de proferirse sentencia de primera o única instancia, habrá lugar al proferimiento de resolución inhibitoria, preclusión de la investigación o cesación de procedimiento.
• El artículo 115 del Nuevo Código Nacional de Policía se refiere a comportamientos contrarios a la protección y conservación del patrimonio cultural, donde establece que “destruir, dañar, dar utilización ilícita o explotación ilegal a bienes materiales de interés cultural acarrea participación en programa comunitario o actividad pedagógica de convivencia; y multa general tipo 4, que oscila entre 786 a 800 mil pesos”.

PUNTOS DE VISTA

¿Qué opinión le merece el uso indebido de la escultura de La Silla de Diomedes?

Yaneth Pérez, ama de casa.

“Es un mal comportamiento, que puede generar daños en la obra y eso hay que rechazarlo. La idea es que la disfrutemos y hagan buen uso del monumento, puesto que eso es para el bien de todos”.

José Pérez, chofer.
“La persona que sea sorprendida en esos actos deben ser sancionados de manera pedagógica y monetaria. Esta escultura es un patrimonio de los vallenatos, que atrae a turistas, por lo que debemos cuidarla, llamando la atención de actos vandálicos o indebidos”.

José Pineda, chófer.
“Es un comportamiento reprochable, porque tanto turistas como habitantes de la ciudad deben respetar y cuidar los monumentos. La Policía debe sancionar severamente a las personas que incurran en estas acciones”.

Julio León, vendedor.

“Mal hecho. Si estas personas salen en redes sociales por qué no los sancionan; deberían hacerlo para dejar un mensaje claro: que es una acción indebida porque atenta contra el Patrimonio Inmaterial de la ciudad”.

José Batista, vendedor.
“No estoy de acuerdo con estas acciones, mucho más si se tiene en cuenta que este monumento ha permitido que los vendedores ambulantes mejoremos nuestras ventas porque este lugar vive lleno de turistas, que se antojan del helado, agua, mango u otros productos”.

Pedro Flórez, comerciante.
“Es una actitud incívica y que todos debemos rechazar. No tiene sentido que se le suban encima, que le agreguen licor u otro líquido, porque obviamente la van deteriorando. La Silla de Diomedes debemos cuidarla porque hace parte de los monumentos que embellecen la ciudad”.

Joel Hernández, vendedor.
“Está mal hecho porque la pueden partir o dañar. Figuras como esta hacen que el turista tenga un motivo más para visitar la ciudad, lo cual debemos conservar porque esto ayuda a que los habitantes de Valledupar resulten beneficiados”.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN