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Editorial - 23 septiembre, 2022

La revisión del POT de Valledupar

Esta semana se realizaron algunas mesas de socialización comunitaria sobre la revisión que, desde hace rato, está en mora del Plan de Ordenamiento Territorial, POT, de Valledupar. Estas mesas de socialización fueron programadas y desarrolladas por la Alcaldía de Valledupar en atención a las múltiples solicitudes de revisión de ese instrumento de planeación por parte […]

Esta semana se realizaron algunas mesas de socialización comunitaria sobre la revisión que, desde hace rato, está en mora del Plan de Ordenamiento Territorial, POT, de Valledupar.

Estas mesas de socialización fueron programadas y desarrolladas por la Alcaldía de Valledupar en atención a las múltiples solicitudes de revisión de ese instrumento de planeación por parte de distintos estamentos sociales del municipio, los cuales soportan sus requerimientos en el hecho de que ya se está a punto de cumplirse una década de la formulación del último POT y este se ha quedado corto frente a la expansión de la ciudad.

El POT de Valledupar es un tema de suma importancia y como tal debe mirarse, no obstante, pese a que siempre se habla de la urgente necesidad de hacerle ajustes, se percibe cierto desinterés de participación cuando se convoca a la ciudadanía o algunos sectores específicos para analizar el tema.

El proceso no debe quedarse en el cumplimiento de un simple trámite de rigor legal, en el que se contrata una consultoría para que ajuste los contenidos con base en la normatividad y así cumplir con los requisitos exigidos para desarrollar proyectos urbanísticos o de cualquier índole territorial o de uso del espacio físico urbano y rural.

Se trata de un asunto fundamental de ciudad en el que deben involucrarse todos los sectores, pero de manera decidida y activa, en el que se entere todo aquel que se sienta vallenato o que por su condición de residente asuma el derecho que le asiste de opinar y aportar en pro del desarrollo de este municipio. En realidad, ese ejercicio debe responder al espíritu de la Ley 338 de 1997 que creó los POT “como unos instrumentos de planificación de cada territorio del país. Con ellos se regula la utilización, ocupación y transformación del espacio físico urbano y rural”.

El POT de Valledupar debía revisarse y actualizarse en el 2019, ese año era el primer plazo para evaluar los objetivos de corto plazo, pero eso hasta la fecha no se ha dado, por ende, urge que ese proceso se lleve a cabo en el presente mandato gubernamental.El camino es largo en razón a que el trámite incluye trabajo previo de socialización y participación comunitaria y luego pasar al Concejo Municipal, lo cual indica que desde ya debe agilizarse todo lo concerniente a su consecución, solo así la actual administración municipal podría cumplir con esa meta institucional.

Proyectos urbanísticos, preservación del medio ambiente, definición de zonas comerciales e industriales y la forma de crecimiento de la ciudad solo podrán darse con una buena planificación, sustentada en un POT actualizado y acorde con la realidad del municipio.

En síntesis, todo proyecto de ciudad necesariamente debe estar soportado de manera técnica en los lineamientos del POT que es el que define los derroteros para un desarrollo eficiente de la ciudad, he ahí la urgencia entonces de revisarlo y actualizarlo.

Por lo que se pudo observar esta semana en las mesas de socialización, que aún no terminan y que una de ellas fue aplazada, la jornada se torna muy tibia y no se palpa el grado de importancia que en realidad representa ese ejercicio, se requiere más promoción y motivación ciudadana para que este alcance su verdadera dimensión.

Editorial
23 septiembre, 2022

La revisión del POT de Valledupar

Esta semana se realizaron algunas mesas de socialización comunitaria sobre la revisión que, desde hace rato, está en mora del Plan de Ordenamiento Territorial, POT, de Valledupar. Estas mesas de socialización fueron programadas y desarrolladas por la Alcaldía de Valledupar en atención a las múltiples solicitudes de revisión de ese instrumento de planeación por parte […]


Esta semana se realizaron algunas mesas de socialización comunitaria sobre la revisión que, desde hace rato, está en mora del Plan de Ordenamiento Territorial, POT, de Valledupar.

Estas mesas de socialización fueron programadas y desarrolladas por la Alcaldía de Valledupar en atención a las múltiples solicitudes de revisión de ese instrumento de planeación por parte de distintos estamentos sociales del municipio, los cuales soportan sus requerimientos en el hecho de que ya se está a punto de cumplirse una década de la formulación del último POT y este se ha quedado corto frente a la expansión de la ciudad.

El POT de Valledupar es un tema de suma importancia y como tal debe mirarse, no obstante, pese a que siempre se habla de la urgente necesidad de hacerle ajustes, se percibe cierto desinterés de participación cuando se convoca a la ciudadanía o algunos sectores específicos para analizar el tema.

El proceso no debe quedarse en el cumplimiento de un simple trámite de rigor legal, en el que se contrata una consultoría para que ajuste los contenidos con base en la normatividad y así cumplir con los requisitos exigidos para desarrollar proyectos urbanísticos o de cualquier índole territorial o de uso del espacio físico urbano y rural.

Se trata de un asunto fundamental de ciudad en el que deben involucrarse todos los sectores, pero de manera decidida y activa, en el que se entere todo aquel que se sienta vallenato o que por su condición de residente asuma el derecho que le asiste de opinar y aportar en pro del desarrollo de este municipio. En realidad, ese ejercicio debe responder al espíritu de la Ley 338 de 1997 que creó los POT “como unos instrumentos de planificación de cada territorio del país. Con ellos se regula la utilización, ocupación y transformación del espacio físico urbano y rural”.

El POT de Valledupar debía revisarse y actualizarse en el 2019, ese año era el primer plazo para evaluar los objetivos de corto plazo, pero eso hasta la fecha no se ha dado, por ende, urge que ese proceso se lleve a cabo en el presente mandato gubernamental.El camino es largo en razón a que el trámite incluye trabajo previo de socialización y participación comunitaria y luego pasar al Concejo Municipal, lo cual indica que desde ya debe agilizarse todo lo concerniente a su consecución, solo así la actual administración municipal podría cumplir con esa meta institucional.

Proyectos urbanísticos, preservación del medio ambiente, definición de zonas comerciales e industriales y la forma de crecimiento de la ciudad solo podrán darse con una buena planificación, sustentada en un POT actualizado y acorde con la realidad del municipio.

En síntesis, todo proyecto de ciudad necesariamente debe estar soportado de manera técnica en los lineamientos del POT que es el que define los derroteros para un desarrollo eficiente de la ciudad, he ahí la urgencia entonces de revisarlo y actualizarlo.

Por lo que se pudo observar esta semana en las mesas de socialización, que aún no terminan y que una de ellas fue aplazada, la jornada se torna muy tibia y no se palpa el grado de importancia que en realidad representa ese ejercicio, se requiere más promoción y motivación ciudadana para que este alcance su verdadera dimensión.