Colegas periodistas, que osadía la mía creerme periodista, felicitaciones hoy y siempre por la magnífica labor que todos los días desempeñan para que este país y el mundo funcionen bien.
Desde esta columna no nos cansaremos de ayudar a los alcaldes, amigos o no, para que los grandes problemas que aquejan a esta ciudad sean subsanados; en algo se ha avanzado en la solución de buscarle salida a la delictiva conducta de los carromuleros botando escombros por todas partes, especialmente la poda de los árboles.
Me estuve casi tres meses en Barranquilla, que bella y organizada ciudad y jamás vi botar basura en las calles a pesar de que está bien arborizada y embellecida con una variada gama de matas decorativas que da gusto ver como las conservan para tenerlas verdecitas y florecidas; allá para podar un árbol se necesita de un permiso, pues por decreto de la alcaldía está prohibido hacerlo en verano y en cualquier época, quien lo infrinja es sancionado severamente.
¿Por qué señor alcalde Mello Castro usted no hace lo mismo y con la decidida colaboración de la Policía erradica esta horrorosa costumbre y nada de tijera y machete en verano y quien lo incumpla castigarlo ejemplarmente?.
Otro problema de basura que también está tomando mucho auge y le da una pésima imagen a la ciudad, es la mala costumbre de echarla en los bulevares, especialmente los restaurantes en toda la ciudad, para que en la noche lleguen a escarbarlas los miles de perros callejeros, que hay que esterilizar para evitar su crecimiento, los locos que parece que nos trajeron varias camionadas de otras partes y por último los drogadictos convertidos en miserias humanas por culpa de la marihuana, la coca o el bazuco que aquí en el Valle se consigue en cualquier esquina, porque penosamente Colombia está entre los primeros en el mundo en su producción; el campeón de estos restaurantes que dan mal ejemplo es ‘El Ferrini’, ubicado en la carrera 11 con calle 10; por decreto, que es como hablan los alcaldes, hay que prohibir echar la basura en los bulevares y exigir bolsas o vasijas adecuadas que perros, locos y drogadictos no puedan romper.
Alcalde, es urgente seguir con el programa de reparcheo, usted puede terminar su gestión dejándole la cara bonita a su ciudad y sería bueno que su secretario de obras públicas se echara una pasadita por las carreras 10 y 11 o cualquier vía en el Centro para que vea que el espectáculo es deprimente, si lo logra hacer, sería jonrón con base llena que los vallenatos no olvidaríamos jamás.
Bueno, ¿cuál es el tropel, el faracateo o el bololó que tienen cuatro u ocho personas residentes en el barrio San Fernando con la nueva y bella carretera que nos une con La Paz? Esa vía sacó del anonimato a ese barrio, sus casas y apartamentos se valorizaron, el comercio se reactivó y fortaleció, unidades residenciales como la elegante y bella Don Clemente, que no es otro que el inolvidable hombre público, el Doctor Clemente Quintero Araujo, que quedaba escondida, hoy hace parte y embellece la entrada de esa vía por la que tanto luchamos los valduparenses, ahí vale la pena vivir, pues sus casas son amplias y muy baratas. Me gustaría saber qué opinan sus miles de residentes, qué dice mi buen amigo Clemente Carabalí que tanto habla y todo lo critica ¿será que ellos tienen la razón o es ganas de joder?
No puedo terminar sin manifestar mi disgusto por el pésimo servicio que nos viene prestando el Banco Colpatria a través de sus cajeros, que son muy pocos: cuando no hay plata, la hay, pero hay que sacarla de a poquito y muchas veces no se puede comprar con la tarjeta porque surge algún inconveniente. ¿No será posible que abran otros cajeros para que los usuarios en vez de coger rabia, salgamos satisfechos? Me parece que hay falta de gestión gerencial. La repetidera de algo sirve.
Por José Manuel Aponte Martínez