Si bien es cierto que el proyecto de Reforma Tributaria que se tramita en el Congreso de la República no es la condición única para potenciar nuestra debilitada economía, los expertos en el tema consideran que su aprobación será fundamental para alcanzar un crecimiento económico sostenido más allá del 2017. Las buenas condiciones de los mercados externas nos permitirán movernos en escenarios propicios para lograr tasas de crecimiento moderados del orden del 3 por ciento con el dólar a unos 3.000 pesos.
La recuperación mundial de los principales socios comerciales del país ayudará en forma importante a dinamizar las exportaciones, al igual que la estabilización de los precios del petróleo alrededor de los 55 dólares el barril, nos permitirán afirmar que lo peor en materia petrolera ya pasó. A nivel interno tendremos el aporte de una menor inflación, los notables avances en las obras de cuarta generación, la reducción de las tasas de interés, los alcances de los programas de vivienda y un mayor dinamismo de la industria. A lo anterior, se tiene que agregar la necesidad de poner freno a la desaceleración del país y cuidar los riesgos del endeudamiento y el gasto público.
De acuerdo con las observaciones de Luís Alberto Moreno, presidente del BID, si la Reforma Tributaria no pasa en el Congreso, sería muy grave para el país porque perderíamos el grado de inversión, y subiría el margen de riesgo de nuestros títulos. Además, el país tiene un déficit externo importante y debe programar nuevas emisiones de deuda con el fin de reemplazar las obligaciones que expiran.
Con la nueva Reforma se trata de recomponer las cargas tributarias que están afectando a las empresas y elevar el aporte de las personas naturales, así como el combate efectivo de la evasión. Las agencias internacionales destacan el esfuerzo de Colombia para enviar a los inversionistas un mensaje de tranquilidad por la mejora que puede tener el país de sus perspectivas crediticias. La valentía de impulsar la reconciliación, sumados a los demás sacrificios para salir adelante, nos están indicando claramente que vamos pasando de ser un “país inviable a una nación relevante”. Ya estamos aprendiendo a respetar al pluralismo y a la forma de pensar diferente y nos estamos concientizando que lo más grave de la corrupción es aceptar la corrupción.
El valor del petróleo liderará la recuperación colombiana en términos de intercambio, con lo que se estaría revirtiendo, en buena hora, una gran parte de los choques y duros golpes que hemos sufridos, especialmente en los últimos años.