Por Jacobo Solano Cerchiaro*
A pesar de que el presidente Juan Manuel Santos, en una de sus acostumbradas salidas de jugador de póker dijo que este año no quería escuchar, ni pronunciar la palabra reelección, los recientes movimientos de su gobierno indican que está preparando todo para quedarse 4 años más en la casa de Nariño.
Sus principales puntos a favor para conseguirlo son: seguir el rumbo en materia económica, donde al país le va bien y lograr que la ley de víctimas sea efectiva, y hasta ahora en el país exceptuando Antioquia, donde la clase dirigente no quiere a Santos, la restitución de tierra parece avanzar por buen camino y esto le entrega al presidente roce con el pueblo, que puede ser importante, a la hora de que los críticos de su gestión digan que ha gobernado desde Bogotá sin pensar mucho en las regiones., además de seguir con una política internacional alejada de las fricciones con los vecinos, aunque no sea la más efectiva porque los guerrilleros siguen del otro lado de la frontera como si nada.
Otro punto clave para pretender quedarse, es su alto nivel de popularidad que llega al 78% y eso para cualquier mandatario es favorable a la hora de llegar a una elección, en esta ocasión tendría el apoyo del partido Liberal y Cambio Radical que en las pasadas elecciones demostraron que tienen fuerza en la regiones y llegarían a reforzar su proyecto, ya que ni Rafael Pardo, ni Germán Vargas aspirarían para no estropearle las intenciones al presidente y preferirían esperar 4 años más, y ahí sí, tener una opción real, especialmente el ministro del interior.
Pero el camino de Santos para reelegirse no es fácil, el país no ha avanzado mucho en temas gruesos como reducción de la pobreza, proyectos de infraestructura para enfrentar el TLC y no se puede calificar como una gran gestión, los lunares que pueden afectarlo son principalmente: la seguridad, que se ha salido de control y hoy tiene a la gente pensando en que no podrá con las guerrillas que se afianzan en el sur de país y con las Bacrim que tienen fuerte presencia en Urabá y la Costa Atlántica, ya lo demostraron con el paro armado; además, el crudo invierno que afectó la infraestructura vial y dejó muchos damnificados que no han sido atendidos en forma oportuna por Colombia Humanitaria.
Pero el principal problema que tiene Santos es político y ahí es donde el enfrentamiento con Uribe puede pesar y convertirse en su talón de Aquiles a la hora de aglutinar al partido de la U, que como pintan las cosas va a llevar un candidato impulsado por Uribe; lo que no veo es a quien, porque al ex ministro de hacienda Oscar Iván Zuluaga no le alcanza y en la entraña Uribista no hay un liderazgo claro. Además, son pocos los que quieren aspirar para no meterse en más líos, por cuenta de lo que ellos llaman persecución política, de todos modos el ex presidente Uribe sigue vigente y va a incidir en las coaliciones, así muchos lo quieran dar por muerto en la próximas elecciones por el mal momento que atraviesan sus colaboradores. Lo que sí queda claro, es que el presidente Santos; pasito a pasito va a aspirar y como se está dando todo, regresa al partido de sus amores para ser el candidato rojo como siempre ha soñado.
*Twitter: @JACOBOSOLANOC