Término que el Diccionario Oxford define como “relativo a las circunstancias en que los hechos objetivos son menos influyentes en la formación de la opinión pública que las emociones y creencias personales”. El tema de la posverdad cobra vigencia a partir del referendo de la Gran Bretaña, conocido como Brexit, y que decidió la salida de ese país de la Comunidad Europea, y que muchos atribuyen a la falta de información objetiva.
La posverdad, o verdad relativa, se asocia también al hecho de que las verdades científicas que hoy se afirman como ciertas, tiempo después son desvirtuadas. Esto ocurrió por ejemplo, con la forma de la Tierra, tenida como no esférica, hasta que el navegante portugués Fernando Magallanes, demostró su redondez.
Empero, las mentiras han existido desde siempre, lo que viene a ser novedoso es el órgano de difusión. Hoy encontramos que la posverdad encuentra su principal vehículo de difusión en las redes sociales.
Ahora bien, las cosas en la actualidad se han complicado y mucho, al punto de que se ha generado una crisis de credibilidad, pues algunos medios de comunicación considerados serios y objetivos, han sucumbido ante los encantos de la posverdad, publicando informaciones sesgadas para influir en la opinión pública. Colombia no es ajena a este fenómeno y vemos como candidatos de líneas ideológicas opuestas, coinciden en afirmar que las encuestas de opinión, carecen de seriedad y objetividad, poniendo en tela de juicio incluso la forma de financiación. De otra parte, la confianza que antes se tenía en algunas instituciones como el Gobierno, las Cortes, y las Iglesias en general, se ha deteriorado gravemente a causa de fenómenos relacionados con la posverdad.
Para contrarrestar los efectos de la posverdad, es decir, para no tragar entero es necesario que cada información que llegue a nuestro dispositivo electrónico, sea contrastada con otros medios, y además se debe verificar su fuente a fin de establecer su veracidad.
Es fácil determinar en cada caso, quienes son los políticos que mienten constantemente, y el caso más reciente lo protagonizó Trump, quien después de haber negado el acuerdo al que llegó con la actriz porno Stormy Daniels para que ésta no revelara la historia de una supuesta relación sexual acaecida en el 2016, hoy admite tener conocimiento de dicho acuerdo y de haber pagado de su bolsillo la suma de US$130.000 para silenciar a la actriz.
El Diccionario Oxford sintetiza la posverdad con lo siguiente: “En el debate político lo importante no es la verdad sino ganar la discusión”.
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