Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 10 abril, 2019

La Policía no debe agredir a los ciudadanos en Valledupar

Mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan están muy molestos con miembros de la Policía Nacional de Valledupar, porque recae sobre ellos acusaciones de que el comandante de la institución en el Cesar, coronel Lacides Miguel Ramos Blanco, deberá resolver con prontitud. Uno de los casos ocurrió el domingo. Una mujer vallenata acusa a tres miembros […]

Mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan están muy molestos con miembros de la Policía Nacional de Valledupar, porque recae sobre ellos acusaciones de que el comandante de la institución en el Cesar, coronel Lacides Miguel Ramos Blanco, deberá resolver con prontitud.

Uno de los casos ocurrió el domingo. Una mujer vallenata acusa a tres miembros de esa institución, que fue maltratada no de golpe (pero si le dieron un empujón), durante un improvisado y malogrado procedimiento que desdice de su misión policial.

En un registro de la agencia de noticias Tuperfil.Net en su página de internet, la señora Solfanis Pineda Altamar, de 28 años de edad, acusa que fue maltratada verbalmente y acosada por los policías cuando se encontraba en un almacén de Justo y Bueno, en el barrio Los Fundadores.

Según el video de Tuperfil.Net, se observa que tres policías increpan a la mujer y le imponen un comparendo –sin justificación- y para colmo, cuando indagó para pagar el comparendo, el inspector se sorprendió por el parte de “categoría cuatro” que le impusieron, por valor de un millón cien mil pesos.
“La joven dijo que se sintió humillada delante de otros ciudadanos, al tiempo que indicó que está estudiando la denuncia que interpondrá contra los oficiales”, afirma la noticia.

Tíonan menciona que la Policía no debe distraerse en asuntos tan triviales, en vez de hacer más inteligencia e investigaciones para frenar la ola delincuencial en Valledupar que deja una veintena de crímenes, heridos y atracos a manos armada en la ciudad.

Tíochiro asegura, que de un momento a otro la Policía pareciera que se está convirtiendo en una fuerza contra los ciudadanos (as) de bien, a cambio de asuntos nimios como comparendos por la compra de una empanada en la calle, cuando hay asuntos obscenos que no tienen control, como las prostitutas venezolanas (hasta menores edad) que han convertido la carrera 12 entre calle 19 y 20, en uno de los peores burdeles de esquinas de la ciudad.

Pero, no. Al secretario de Gobierno Municipal (¿cómo se llama?) y al alcalde pareciera que les importara mucho más ponerse una camisa anaranjada para sacar pecho ante el presidente Duque, de que Valledupar tiene su economía naranja (será podrida), cuando eso no es más que una expectativa de este Gobierno.

Los crímenes, asaltos armados y el hurto a residencias son el pan de cada día en Valledupar. Ni los docentes están seguros en sus colegios, porque los delincuentes los atracan y los lesionan para quitarles sus pertenencias, como es el caso del docente Eduver Barraza, quien fue herido a bala ayer, en la entrada del colegio.

Además, los escándalos públicos y música a altos volumen, son eventos bochornosos, mientras que en cada esquina como en la sexta y cerca del mercado público está al orden del día la prostitución ambulante.

Se queja la ciudadanía que para eso la Policía pareciera no tener ojos y represalias, en cambio acosan a los estudiantes de la UPC y de los colegios, cuando salen de clases para quitarles sus motocicletas.

Es que la Policía no está para agredir ni maltratar a los ciudadanos; es lo contrario, está para controlar las anomalías y protegerlos sin distinción de razas, estratos o posición social. El comandante de la Policía deberá darle solución a este grave problema, por el bien de todos. Hasta la próxima semana. tiochiro@hotmail.com @tiochiro

Columnista
10 abril, 2019

La Policía no debe agredir a los ciudadanos en Valledupar

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Aquilino Cotes Zuleta

Mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan están muy molestos con miembros de la Policía Nacional de Valledupar, porque recae sobre ellos acusaciones de que el comandante de la institución en el Cesar, coronel Lacides Miguel Ramos Blanco, deberá resolver con prontitud. Uno de los casos ocurrió el domingo. Una mujer vallenata acusa a tres miembros […]


Mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan están muy molestos con miembros de la Policía Nacional de Valledupar, porque recae sobre ellos acusaciones de que el comandante de la institución en el Cesar, coronel Lacides Miguel Ramos Blanco, deberá resolver con prontitud.

Uno de los casos ocurrió el domingo. Una mujer vallenata acusa a tres miembros de esa institución, que fue maltratada no de golpe (pero si le dieron un empujón), durante un improvisado y malogrado procedimiento que desdice de su misión policial.

En un registro de la agencia de noticias Tuperfil.Net en su página de internet, la señora Solfanis Pineda Altamar, de 28 años de edad, acusa que fue maltratada verbalmente y acosada por los policías cuando se encontraba en un almacén de Justo y Bueno, en el barrio Los Fundadores.

Según el video de Tuperfil.Net, se observa que tres policías increpan a la mujer y le imponen un comparendo –sin justificación- y para colmo, cuando indagó para pagar el comparendo, el inspector se sorprendió por el parte de “categoría cuatro” que le impusieron, por valor de un millón cien mil pesos.
“La joven dijo que se sintió humillada delante de otros ciudadanos, al tiempo que indicó que está estudiando la denuncia que interpondrá contra los oficiales”, afirma la noticia.

Tíonan menciona que la Policía no debe distraerse en asuntos tan triviales, en vez de hacer más inteligencia e investigaciones para frenar la ola delincuencial en Valledupar que deja una veintena de crímenes, heridos y atracos a manos armada en la ciudad.

Tíochiro asegura, que de un momento a otro la Policía pareciera que se está convirtiendo en una fuerza contra los ciudadanos (as) de bien, a cambio de asuntos nimios como comparendos por la compra de una empanada en la calle, cuando hay asuntos obscenos que no tienen control, como las prostitutas venezolanas (hasta menores edad) que han convertido la carrera 12 entre calle 19 y 20, en uno de los peores burdeles de esquinas de la ciudad.

Pero, no. Al secretario de Gobierno Municipal (¿cómo se llama?) y al alcalde pareciera que les importara mucho más ponerse una camisa anaranjada para sacar pecho ante el presidente Duque, de que Valledupar tiene su economía naranja (será podrida), cuando eso no es más que una expectativa de este Gobierno.

Los crímenes, asaltos armados y el hurto a residencias son el pan de cada día en Valledupar. Ni los docentes están seguros en sus colegios, porque los delincuentes los atracan y los lesionan para quitarles sus pertenencias, como es el caso del docente Eduver Barraza, quien fue herido a bala ayer, en la entrada del colegio.

Además, los escándalos públicos y música a altos volumen, son eventos bochornosos, mientras que en cada esquina como en la sexta y cerca del mercado público está al orden del día la prostitución ambulante.

Se queja la ciudadanía que para eso la Policía pareciera no tener ojos y represalias, en cambio acosan a los estudiantes de la UPC y de los colegios, cuando salen de clases para quitarles sus motocicletas.

Es que la Policía no está para agredir ni maltratar a los ciudadanos; es lo contrario, está para controlar las anomalías y protegerlos sin distinción de razas, estratos o posición social. El comandante de la Policía deberá darle solución a este grave problema, por el bien de todos. Hasta la próxima semana. tiochiro@hotmail.com @tiochiro