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Especial - 25 noviembre, 2022

La plateña

En 1966 en Valledupar se hablaba mucho de segregación; los pobladores de muchos municipios magdalenenses y guajiros aceptaron la convocatoria realizada por El Senador Castro Monsalvo.

En 1966 en Valledupar se hablaba mucho de segregación; los pobladores de muchos municipios magdalenenses y guajiros aceptaron la convocatoria realizada por El Senador Castro Monsalvo. Pedro a pesar de estar en desacuerdo había invitado a su hacienda “El Sanjon” a una tertulia regional; especié de cabildo abierto; en aras de debatir y escuchar ideas de cómo quedarían conformados los departamentos al segregarse una región más del departamento del Magdalena.

La idea de crear un nuevo departamento se originó a partir de la creación del departamento de La Guajira, cuyos antecedentes se remontan al año de 1911 cuando la intendencia de la Guajira es degradada a Comisaría y nuevamente es erigida en 1954. Luego con la Ley 19 de noviembre 10 de 1964 se crea el departamento de la Guajira; territorio segregado del departamento del Magdalena tras la gestión del senador José Ignacio vives Echeverría.

 Los esfuerzos por la segregación de los municipios del Cesar se basaban en las diferencias históricas entre los provincianos de Valledupar y los Samarios. sin embargo, fue el mismo Senador vives el que no  permitió que inicialmente se creara por ley de la República el departamento del Cesar.

Pedro Castro quería escuchar opiniones; llegó a imaginar que harían parte del dpto del Cesar; la región de Plato unida con chimichagua y chiriguana. Había mucha expectativa por independizarse; sus gentes no hablaban de otra cosa que no fuese segregación.

A la concurrida reunión del senador Pedro Castro asistió una copiosa comitiva procedente del Magdalena entre ellos llegó una esbelta señorita proveniente de las lejanas orillas del Magdalena en donde queda la población de Plató; de allí se vino esa PLATEÑA a robarle el corazón al joven vallenato Rafael Escalona Martínez. Ella integraba la comitiva en representación de la Juventud y de la mujer. Era radiante y hermosa; por sus atributos fue merecedora de varios dardos quienes con el cupido de amor en su flecha no lograron acertar en el blanco. solo un admirador tuvo la oportunidad de acercarse y galantearle.

 Escalona quien ya gozaba de reconocimiento sintió la vibra de los ojos penetrantes de esa morena; decidido y conquistador gozaba de atributos suficientes para conquistar con versos y canciones a una dama tan interesante como la joven proveniente de Plató, para el era un reto, seducirla y conquistarla hasta llevarla a sus brazos; gustosa se dejó seducir; el sediento de amor, bebió de los labios del fruto deseado. Las  Mujeres allí presentes murmuraban, disimulando con abanicos manuales hechos en paja de tuchin; cubriendo su boca para disimular su crítica respecto del lanzado maestro. Escalona se dio cuenta más no lo disimuló; reía a carcajadas con sus amigos a quienes les decía al saborear un whisky a las rocas: “…Yo considero que no tienen razón quien considere qué Escalona no quiere; lo que pasa es que tengo un corazón que es muy sensible en asuntos de mujeres…”

Pese a la insistencia de Escalona de que la PLATEÑA se quedará y aceptará su invitación para ir a conocer a Manaure y subir al Plan  a saludar a la vieja Sara; ella como vela que se apaga; fugazmente le dijo que debía retornar  a Plató y regresar con la misma comitiva con la qué llegó.

Escalona entristecido le pide a Ovidio Granados que cuelgue su acordeón al pecho y le regala una estrofa del verso que en el momento le compuso a la distinguida señorita. “…Óyeme PLATEÑA este paseo que yo te canto para que te lleves un recuerdo vallenato para que cuando estés lejos para cuando estés en plató te lleves un recuerdo de la tierra de Pedro Castro…”

…”Oye PLATEÑA lo que dice mí son; si me comprendes quiero que me hables claro porque yo soy como el cura confesor que oye las penas y perdona los pecados…”

Rafael herido por el desconsuelo amoroso y sentido por la partida inesperada del furtivo amor continuó inspirado para completar su paseo vallenato. “…He caminado por toda la guajira; sin pasaporte llegue hasta Venezuela y ni los indios me causaron las heridas que me causaron los ojos de esa PLATEÑA…”

…”Lo sé PLATEÑA que me recordarás en este canto te digo lo que siento como las nubes que se las lleva el viento así te fuiste para no verte más…”

PEDRO NORBERTO CASTRO ARAUJO 

Noviembre 23 de 2022

Especial
25 noviembre, 2022

La plateña

En 1966 en Valledupar se hablaba mucho de segregación; los pobladores de muchos municipios magdalenenses y guajiros aceptaron la convocatoria realizada por El Senador Castro Monsalvo.


En 1966 en Valledupar se hablaba mucho de segregación; los pobladores de muchos municipios magdalenenses y guajiros aceptaron la convocatoria realizada por El Senador Castro Monsalvo. Pedro a pesar de estar en desacuerdo había invitado a su hacienda “El Sanjon” a una tertulia regional; especié de cabildo abierto; en aras de debatir y escuchar ideas de cómo quedarían conformados los departamentos al segregarse una región más del departamento del Magdalena.

La idea de crear un nuevo departamento se originó a partir de la creación del departamento de La Guajira, cuyos antecedentes se remontan al año de 1911 cuando la intendencia de la Guajira es degradada a Comisaría y nuevamente es erigida en 1954. Luego con la Ley 19 de noviembre 10 de 1964 se crea el departamento de la Guajira; territorio segregado del departamento del Magdalena tras la gestión del senador José Ignacio vives Echeverría.

 Los esfuerzos por la segregación de los municipios del Cesar se basaban en las diferencias históricas entre los provincianos de Valledupar y los Samarios. sin embargo, fue el mismo Senador vives el que no  permitió que inicialmente se creara por ley de la República el departamento del Cesar.

Pedro Castro quería escuchar opiniones; llegó a imaginar que harían parte del dpto del Cesar; la región de Plato unida con chimichagua y chiriguana. Había mucha expectativa por independizarse; sus gentes no hablaban de otra cosa que no fuese segregación.

A la concurrida reunión del senador Pedro Castro asistió una copiosa comitiva procedente del Magdalena entre ellos llegó una esbelta señorita proveniente de las lejanas orillas del Magdalena en donde queda la población de Plató; de allí se vino esa PLATEÑA a robarle el corazón al joven vallenato Rafael Escalona Martínez. Ella integraba la comitiva en representación de la Juventud y de la mujer. Era radiante y hermosa; por sus atributos fue merecedora de varios dardos quienes con el cupido de amor en su flecha no lograron acertar en el blanco. solo un admirador tuvo la oportunidad de acercarse y galantearle.

 Escalona quien ya gozaba de reconocimiento sintió la vibra de los ojos penetrantes de esa morena; decidido y conquistador gozaba de atributos suficientes para conquistar con versos y canciones a una dama tan interesante como la joven proveniente de Plató, para el era un reto, seducirla y conquistarla hasta llevarla a sus brazos; gustosa se dejó seducir; el sediento de amor, bebió de los labios del fruto deseado. Las  Mujeres allí presentes murmuraban, disimulando con abanicos manuales hechos en paja de tuchin; cubriendo su boca para disimular su crítica respecto del lanzado maestro. Escalona se dio cuenta más no lo disimuló; reía a carcajadas con sus amigos a quienes les decía al saborear un whisky a las rocas: “…Yo considero que no tienen razón quien considere qué Escalona no quiere; lo que pasa es que tengo un corazón que es muy sensible en asuntos de mujeres…”

Pese a la insistencia de Escalona de que la PLATEÑA se quedará y aceptará su invitación para ir a conocer a Manaure y subir al Plan  a saludar a la vieja Sara; ella como vela que se apaga; fugazmente le dijo que debía retornar  a Plató y regresar con la misma comitiva con la qué llegó.

Escalona entristecido le pide a Ovidio Granados que cuelgue su acordeón al pecho y le regala una estrofa del verso que en el momento le compuso a la distinguida señorita. “…Óyeme PLATEÑA este paseo que yo te canto para que te lleves un recuerdo vallenato para que cuando estés lejos para cuando estés en plató te lleves un recuerdo de la tierra de Pedro Castro…”

…”Oye PLATEÑA lo que dice mí son; si me comprendes quiero que me hables claro porque yo soy como el cura confesor que oye las penas y perdona los pecados…”

Rafael herido por el desconsuelo amoroso y sentido por la partida inesperada del furtivo amor continuó inspirado para completar su paseo vallenato. “…He caminado por toda la guajira; sin pasaporte llegue hasta Venezuela y ni los indios me causaron las heridas que me causaron los ojos de esa PLATEÑA…”

…”Lo sé PLATEÑA que me recordarás en este canto te digo lo que siento como las nubes que se las lleva el viento así te fuiste para no verte más…”

PEDRO NORBERTO CASTRO ARAUJO 

Noviembre 23 de 2022