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Columnista - 17 enero, 2020

La Pepe Castro

No se me olvida, hace 40 años le comenté a Lucas Gnecco en su primera gobernación sobre la posibilidad de ampliar la carretera a La Paz y me dijo que le encantaba la idea, pero hasta ahí, porque no había recursos para esa obra y hasta ahí llegó, después y en varias oportunidades he insistido […]

No se me olvida, hace 40 años le comenté a Lucas Gnecco en su primera gobernación sobre la posibilidad de ampliar la carretera a La Paz y me dijo que le encantaba la idea, pero hasta ahí, porque no había recursos para esa obra y hasta ahí llegó, después y en varias oportunidades he insistido en ella pero siempre me he encontrado con unos gobernantes sordos e indiferentes ante este clamor de la ciudadanía que cada día se hace más necesario, pues la población y el parque automotor aumenta e ir a La Paz se convierte en un suplicio y un peligro, ya que me atrevo a asegurarlo, este tramito de carretera es uno de los más transitados del país y uno se echa hasta hora y media de ida y regreso cuando lo ideal son 20 o 30 minutos y todavía siguen con el mismo cuento de que no hay plata, cuando lo que no hay es el interés de conseguirla y el problema se agrava más ahora con la creación de la Universidad Nacional en La Paz.

Por eso registro complacido el entusiasmo de algunas personalidades y entidades de revivir la carretera ideada por Pepe Castro, quien la comenzó como Gobernador e hizo un puente y la Nación compró los terrenos pero, surgieron los peros y obstáculos y se impusieron y los propietarios, oigo decir, no me consta, se quedaron con la tierra y con el dinero.

Sabroso así, hoy ante la necesidad inminente ese grupo de personas a quienes hay que felicitar están dando los primeros pasos para que sea una realidad esta necesitada y cacareada obra, no conocemos el pensamiento del doctor Monsalvo, nuestro Gobernador ni del alcalde de La Paz y solamente tenemos la certeza que El Mello si le tiene ganas y hará todo lo posible para hacer realidad esta obra ideada por su abuelo, pero esto no es con la boca, ni con las ganas, es con plata y esa obra cuesta 30 o 40 mil millones, pues hay que hacer otros puentes para los respectivos carriles, para nosotros eso es un platal, para Antioquia, El Valle o el Atlántico es una sumita insignificante y según concepto de altos funcionarios del Estado, si el biyuyo no está conseguido, ya sea con créditos o con aportes de la Nación, el departamento y los municipios beneficiados no se puede comenzar para que quede convertida en otro elefante, no blanco, que ya hay muchos en este departamento, sino rosado.

Aprovechemos a los altos dignatarios que tenemos en el Gobierno nacional, para conseguir estos recursos y para que en un futuro las nuevas generaciones puedan decir que debido a sus gestiones la nueva carretera El Valle – La Paz, la Pepe Castro, es una realidad y si esta no se puede hacer, pues que se termine como está y se utilice la existente para ir y la otra para venir.

Qué pasa con Emdupar, que en vez de facilitarle al usuario las cosas se las enredan, antes uno podía pagar el recibo de agua en la Olímpica, Efecty, Bancos, Éxito, y ahora solo se puede hacer en una parte en donde hay colas muy largas y hacen huecos y los dejan abiertos, tal como está pasando en la carrera 8 entre calles 11 y 12, o se enderezan o los enderezan.

Columnista
17 enero, 2020

La Pepe Castro

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

No se me olvida, hace 40 años le comenté a Lucas Gnecco en su primera gobernación sobre la posibilidad de ampliar la carretera a La Paz y me dijo que le encantaba la idea, pero hasta ahí, porque no había recursos para esa obra y hasta ahí llegó, después y en varias oportunidades he insistido […]


No se me olvida, hace 40 años le comenté a Lucas Gnecco en su primera gobernación sobre la posibilidad de ampliar la carretera a La Paz y me dijo que le encantaba la idea, pero hasta ahí, porque no había recursos para esa obra y hasta ahí llegó, después y en varias oportunidades he insistido en ella pero siempre me he encontrado con unos gobernantes sordos e indiferentes ante este clamor de la ciudadanía que cada día se hace más necesario, pues la población y el parque automotor aumenta e ir a La Paz se convierte en un suplicio y un peligro, ya que me atrevo a asegurarlo, este tramito de carretera es uno de los más transitados del país y uno se echa hasta hora y media de ida y regreso cuando lo ideal son 20 o 30 minutos y todavía siguen con el mismo cuento de que no hay plata, cuando lo que no hay es el interés de conseguirla y el problema se agrava más ahora con la creación de la Universidad Nacional en La Paz.

Por eso registro complacido el entusiasmo de algunas personalidades y entidades de revivir la carretera ideada por Pepe Castro, quien la comenzó como Gobernador e hizo un puente y la Nación compró los terrenos pero, surgieron los peros y obstáculos y se impusieron y los propietarios, oigo decir, no me consta, se quedaron con la tierra y con el dinero.

Sabroso así, hoy ante la necesidad inminente ese grupo de personas a quienes hay que felicitar están dando los primeros pasos para que sea una realidad esta necesitada y cacareada obra, no conocemos el pensamiento del doctor Monsalvo, nuestro Gobernador ni del alcalde de La Paz y solamente tenemos la certeza que El Mello si le tiene ganas y hará todo lo posible para hacer realidad esta obra ideada por su abuelo, pero esto no es con la boca, ni con las ganas, es con plata y esa obra cuesta 30 o 40 mil millones, pues hay que hacer otros puentes para los respectivos carriles, para nosotros eso es un platal, para Antioquia, El Valle o el Atlántico es una sumita insignificante y según concepto de altos funcionarios del Estado, si el biyuyo no está conseguido, ya sea con créditos o con aportes de la Nación, el departamento y los municipios beneficiados no se puede comenzar para que quede convertida en otro elefante, no blanco, que ya hay muchos en este departamento, sino rosado.

Aprovechemos a los altos dignatarios que tenemos en el Gobierno nacional, para conseguir estos recursos y para que en un futuro las nuevas generaciones puedan decir que debido a sus gestiones la nueva carretera El Valle – La Paz, la Pepe Castro, es una realidad y si esta no se puede hacer, pues que se termine como está y se utilice la existente para ir y la otra para venir.

Qué pasa con Emdupar, que en vez de facilitarle al usuario las cosas se las enredan, antes uno podía pagar el recibo de agua en la Olímpica, Efecty, Bancos, Éxito, y ahora solo se puede hacer en una parte en donde hay colas muy largas y hacen huecos y los dejan abiertos, tal como está pasando en la carrera 8 entre calles 11 y 12, o se enderezan o los enderezan.