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Editorial - 23 marzo, 2019

La mejor arma de los indígenas

Ante la tensa situación que se presenta en la vía Panamericana por cuenta del bloqueo que realizan los indígenas del departamento de Cauca, los arhuacos de la Sierra Nevada de Santa Marta se solidarizaron y recordaron que lamentablemente solo a través de las vías de hecho los grupos étnicos han podido sentarse a negociar con el Gobierno Nacional.

Ante la tensa situación que se presenta en la vía Panamericana por cuenta del bloqueo que realizan los indígenas del departamento de Cauca, los arhuacos de la Sierra Nevada de Santa Marta se solidarizaron y recordaron que lamentablemente solo a través de las vías de hecho los grupos étnicos  han podido sentarse a negociar con el Gobierno Nacional.

A más de mil kilómetros de distancia, desde Valledupar, en el Caribe colombiano, ayer los arhuacos, como integrantes de la Confederación Indígena Tayrona, expresaron su preocupación por la situación de los indígenas del Cauca que hoy son noticia nacional e internacional porque mantienen bloqueada una de las principales carreteras del país.

Aunque las autoridades arhuacas insisten en que estas manifestaciones que afectan a terceros son su último recurso, porque siempre han considerado que el diálogo es la mejor arma de los pueblos étnicos, cada día son más frecuentes estas vías de hecho en todo el territorio nacional. Por ello, el Gobierno Nacional debe ser diligente en la atención a estas poblaciones, pero urge que lo sea en las negociaciones con la minga indígena en la vereda Mandivá, del municipio de Santander de Quilichao, para que cesen los enfrentamientos con la fuerza pública.

Consideramos que ese diálogo debe dar resultado lo más pronto para restablecer en tráfico en la Panamericana. Este sábado ya son doce días de bloqueo, que han dejado varios heridos y millonarias pérdidas para los diferentes sectores de la producción. En las cuentas de los indígenas, estos son los costos del incumplimiento del Gobierno.

La historia muestra que los pueblos indígenas perdieron parte de sus territorios y cultura por cuenta de grupos colonizadores y diversas manifestaciones de violencia, y ahora les ha tocado volver a poner cuotas de sangre en la lucha por el reconocimiento de sus derechos a un territorio ancestral, a una cultura y al autogobierno. Ese es el sentir de todos los pueblos indígenas en el país, aunque difiera del sentir de otros sectores de la sociedad civil.

No justificamos el bloqueo de vías, los rechazamos porque viola el derecho a la libre locomoción y afecta la productividad en las regiones, pero nos toca convivir con este mecanismo de presión a los gobiernos locales, departamentales y al nacional.

Es lamentable que en nuestro país los acuerdos solo puedan cumplirse si hay presión. Aclaramos que esta no es una cuestión del gobierno Duque, puesto que ha pasado con todos sus antecesores, quienes han incumplido casi todos los pactos que se han hecho con grupos indígenas, políticos y sociales.

Pero debemos seguir dándole valor al don de la palabra. Los indígenas históricamente han utilizado el diálogo para la resolución de conflictos, y en la crisis actual ya el Gobierno mostró la disposición de sentarse a negociar con los líderes del Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC, una muy buena señal ante la angustiante situación de los transportadores de carga y pasajeros.

Editorial
23 marzo, 2019

La mejor arma de los indígenas

Ante la tensa situación que se presenta en la vía Panamericana por cuenta del bloqueo que realizan los indígenas del departamento de Cauca, los arhuacos de la Sierra Nevada de Santa Marta se solidarizaron y recordaron que lamentablemente solo a través de las vías de hecho los grupos étnicos han podido sentarse a negociar con el Gobierno Nacional.


Ante la tensa situación que se presenta en la vía Panamericana por cuenta del bloqueo que realizan los indígenas del departamento de Cauca, los arhuacos de la Sierra Nevada de Santa Marta se solidarizaron y recordaron que lamentablemente solo a través de las vías de hecho los grupos étnicos  han podido sentarse a negociar con el Gobierno Nacional.

A más de mil kilómetros de distancia, desde Valledupar, en el Caribe colombiano, ayer los arhuacos, como integrantes de la Confederación Indígena Tayrona, expresaron su preocupación por la situación de los indígenas del Cauca que hoy son noticia nacional e internacional porque mantienen bloqueada una de las principales carreteras del país.

Aunque las autoridades arhuacas insisten en que estas manifestaciones que afectan a terceros son su último recurso, porque siempre han considerado que el diálogo es la mejor arma de los pueblos étnicos, cada día son más frecuentes estas vías de hecho en todo el territorio nacional. Por ello, el Gobierno Nacional debe ser diligente en la atención a estas poblaciones, pero urge que lo sea en las negociaciones con la minga indígena en la vereda Mandivá, del municipio de Santander de Quilichao, para que cesen los enfrentamientos con la fuerza pública.

Consideramos que ese diálogo debe dar resultado lo más pronto para restablecer en tráfico en la Panamericana. Este sábado ya son doce días de bloqueo, que han dejado varios heridos y millonarias pérdidas para los diferentes sectores de la producción. En las cuentas de los indígenas, estos son los costos del incumplimiento del Gobierno.

La historia muestra que los pueblos indígenas perdieron parte de sus territorios y cultura por cuenta de grupos colonizadores y diversas manifestaciones de violencia, y ahora les ha tocado volver a poner cuotas de sangre en la lucha por el reconocimiento de sus derechos a un territorio ancestral, a una cultura y al autogobierno. Ese es el sentir de todos los pueblos indígenas en el país, aunque difiera del sentir de otros sectores de la sociedad civil.

No justificamos el bloqueo de vías, los rechazamos porque viola el derecho a la libre locomoción y afecta la productividad en las regiones, pero nos toca convivir con este mecanismo de presión a los gobiernos locales, departamentales y al nacional.

Es lamentable que en nuestro país los acuerdos solo puedan cumplirse si hay presión. Aclaramos que esta no es una cuestión del gobierno Duque, puesto que ha pasado con todos sus antecesores, quienes han incumplido casi todos los pactos que se han hecho con grupos indígenas, políticos y sociales.

Pero debemos seguir dándole valor al don de la palabra. Los indígenas históricamente han utilizado el diálogo para la resolución de conflictos, y en la crisis actual ya el Gobierno mostró la disposición de sentarse a negociar con los líderes del Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC, una muy buena señal ante la angustiante situación de los transportadores de carga y pasajeros.