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Editorial - 14 abril, 2021

La inseguridad no es solo percepción

Cada vez que la criminalidad cobra una víctima nueva, en Valledupar vuelve a la agenda central el tema de la inseguridad. El último caso fue el de la administradora financiera Nailen Morón Durán, de 28 años de edad, que resultó herida con arma de fuego en un atraco en cercanía al barrio Arizona, al norte de Valledupar. La joven profesional, actualmente, se debate entre la vida y la muerte.

Cada vez que la criminalidad cobra una víctima nueva, en Valledupar vuelve a la agenda central el tema de la inseguridad. El último caso fue el de la administradora financiera Nailen Morón Durán, de 28 años de edad, que resultó herida con arma de fuego en un atraco en cercanía al barrio Arizona, al norte de Valledupar. La joven profesional, actualmente, se debate entre la vida y la muerte.

Está claro que para la Policía es imposible controlar o cubrir toda la ciudad y evitar la comisión de delitos. No cuentan con los instrumentos ni con el personal. Pero tienen la responsabilidad, y debe ser su mayor objetivo, recuperar la sensación de tranquilidad en los vallenatos.

Desde hace varios años, la percepción de inseguridad es alta en Valledupar. Al punto que muchas costumbres cambiaron: sentarse en la puerta de la calle o caminar por ciertos lugares representan riesgos.

En esa lucha, no puede caer la Policía en la discusión que en realidad el problema es de percepción, o que los medios de comunicación son los responsables de esa sensación de inseguridad que sufren los vallenatos.
¿Qué pasa si roban en un Multipagas de un banco en Valledupar o si denuncian millonario robo en una casa del Novalito? ¿Qué deben hacer los medios de comunicación si roban en un salón de estética en Valledupar? No hay otra opción que reportar la noticia. Es la realidad, es el fenómeno que estamos sufriendo.
Más que cómo titula un medio de comunicación, la preocupación debe centrarse en prevenir esos delitos, o capturar a los responsables para demostrar que en Valledupar no hay vía libre para la delincuencia.
En la reciente entrevista para EL PILÓN, apenas dos días atrás, el coronel Douglas Alejandro Restrepo, comandante de Policía del departamento del Cesar, señaló que en cuanto a la criminalidad está claro que el delito base es el microtráfico, “ahí confluyen todos los delitos como homicidios, hurtos, desplazamientos, amenazas, el consumo y distribución”. Exactamente, los delitos que más preocupan a la comunidad vallenata.
Si el microtráfico es el principio de todos los males, no se puede permitir que en Valledupar sea de conocimiento de los vecinos las casas que sirven de ollas para la venta de alucinógenos, y quiénes son los que lo comercializan, y la Policía no intervenga. Detener ese proceso es salvar vidas, es golpear la delincuencia, la raíz del problema.
Para eso es importante la colaboración de la comunidad, las alianzas con la Policía, el intercambio de información, las cámaras y la tecnología, los testigos, el pago de recompensas, una adecuada investigación judicial, unidades activas de la Fiscalía y el concurso de los jueces, todo con el propósito de dañarle el negocio a los vándalos. Y el apoyo de la autoridad civil del municipio y su equipo; todo orientado a que haya una alianza por el restablecimiento de la confianza y la tranquilidad en calles y barrios. La comunidad debe vivir en paz, el intranquilo debe ser el delincuente.

Editorial
14 abril, 2021

La inseguridad no es solo percepción

Cada vez que la criminalidad cobra una víctima nueva, en Valledupar vuelve a la agenda central el tema de la inseguridad. El último caso fue el de la administradora financiera Nailen Morón Durán, de 28 años de edad, que resultó herida con arma de fuego en un atraco en cercanía al barrio Arizona, al norte de Valledupar. La joven profesional, actualmente, se debate entre la vida y la muerte.


Cada vez que la criminalidad cobra una víctima nueva, en Valledupar vuelve a la agenda central el tema de la inseguridad. El último caso fue el de la administradora financiera Nailen Morón Durán, de 28 años de edad, que resultó herida con arma de fuego en un atraco en cercanía al barrio Arizona, al norte de Valledupar. La joven profesional, actualmente, se debate entre la vida y la muerte.

Está claro que para la Policía es imposible controlar o cubrir toda la ciudad y evitar la comisión de delitos. No cuentan con los instrumentos ni con el personal. Pero tienen la responsabilidad, y debe ser su mayor objetivo, recuperar la sensación de tranquilidad en los vallenatos.

Desde hace varios años, la percepción de inseguridad es alta en Valledupar. Al punto que muchas costumbres cambiaron: sentarse en la puerta de la calle o caminar por ciertos lugares representan riesgos.

En esa lucha, no puede caer la Policía en la discusión que en realidad el problema es de percepción, o que los medios de comunicación son los responsables de esa sensación de inseguridad que sufren los vallenatos.
¿Qué pasa si roban en un Multipagas de un banco en Valledupar o si denuncian millonario robo en una casa del Novalito? ¿Qué deben hacer los medios de comunicación si roban en un salón de estética en Valledupar? No hay otra opción que reportar la noticia. Es la realidad, es el fenómeno que estamos sufriendo.
Más que cómo titula un medio de comunicación, la preocupación debe centrarse en prevenir esos delitos, o capturar a los responsables para demostrar que en Valledupar no hay vía libre para la delincuencia.
En la reciente entrevista para EL PILÓN, apenas dos días atrás, el coronel Douglas Alejandro Restrepo, comandante de Policía del departamento del Cesar, señaló que en cuanto a la criminalidad está claro que el delito base es el microtráfico, “ahí confluyen todos los delitos como homicidios, hurtos, desplazamientos, amenazas, el consumo y distribución”. Exactamente, los delitos que más preocupan a la comunidad vallenata.
Si el microtráfico es el principio de todos los males, no se puede permitir que en Valledupar sea de conocimiento de los vecinos las casas que sirven de ollas para la venta de alucinógenos, y quiénes son los que lo comercializan, y la Policía no intervenga. Detener ese proceso es salvar vidas, es golpear la delincuencia, la raíz del problema.
Para eso es importante la colaboración de la comunidad, las alianzas con la Policía, el intercambio de información, las cámaras y la tecnología, los testigos, el pago de recompensas, una adecuada investigación judicial, unidades activas de la Fiscalía y el concurso de los jueces, todo con el propósito de dañarle el negocio a los vándalos. Y el apoyo de la autoridad civil del municipio y su equipo; todo orientado a que haya una alianza por el restablecimiento de la confianza y la tranquilidad en calles y barrios. La comunidad debe vivir en paz, el intranquilo debe ser el delincuente.