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Editorial - 8 febrero, 2021

La idea del nuevo departamento Sur Caribe

Se ha generado la idea de crear un departamento que una a los 10 municipios del sur del Cesar,  de Pailitas hasta San Alberto, 10 del sur de Bolívar y 2 de Norte de Santander, comprendiendo un territorio de 10.000 kilómetros cuadrados, y que tendría como capital a Aguachica.  Estas iniciativas a un año de […]

Se ha generado la idea de crear un departamento que una a los 10 municipios del sur del Cesar,  de Pailitas hasta San Alberto, 10 del sur de Bolívar y 2 de Norte de Santander, comprendiendo un territorio de 10.000 kilómetros cuadrados, y que tendría como capital a Aguachica. 

Estas iniciativas a un año de las elecciones, cuando empiezan movimientos dirigidos a representar sentimientos de la gente, logran difusión.

Los sures de los departamentos de la costa Atlántica, la llamada costa interiorana, ribereña,  o la anfibia,  al decir del  sociólogo Orlando Fals Borda; la de la región de Caucasia en Córdoba, La Mojana sucreña,  la Depresión Momposina, o los municipios desconectados del sur de Bolívar con su capital Cartagena, como también nos sucede en nuestro departamento, históricamente, por razones geográficas y de distantes comunicaciones, han recibido a cuentagotas los beneficios, y a su dirigencia no le ha sido fácil sentirse representada política y socialmente en las esferas del poder regional. 

La idea de nuevos departamentos cesó hace 40 años, y si se crearon fueron de nombre, las viejas intendencias  denominadas  departamentos.

Al crearse el Cesar, de los últimos, cuestionaron su larga geografía y la desconexión que ya había en  el Magdalena. Los paisanos de la vieja provincia de Padilla se  mostraron nostálgicos de que esa región de similar identidad familiar, cultural y musical, agro, y continuidad geográfica,  quedara partida en dos departamentos.

Pero así quedaron,  y  cada tanto tiempo se volvía con el asunto de la aspiración de  nuevos departamentos, se propuso el del Magdalena Medio, con capital Barrancabermeja; el de la Depresión Momposina, con capital el Banco o Mompox; se propusieron con ocasión de la elección y  funcionamiento de la Asamblea Nacional Constituyente de 1991. La posibilidad de que se crearan nuevas entidades departamentales cedió ante las voces de federalización del país, que al final se tradujo en  más  descentralización administrativa,  la elección de gobernadores  y en el establecimiento de una hoja de ruta para la unión futura de departamentos en regiones. Se mantuvo la entidad territorial básica, el municipio, y el departamento,  sin afectarse los límites preexistentes.

Se fijó un trámite engorroso, que los nuevos departamentos se crearían con los requisitos de una nueva ley orgánica de ordenamiento territorial (LOOT) a expedir, art. 297 Constitución, y esa Ley 1454 de 2011, en su artículo 23, estableció que debía tenerse el concepto previo de la Comisión territorial creada en ella, el DNP, la aprobación del Congreso, y una favorable consulta ciudadana.

El gobernador Luis Alberto Monsalvo consideró la aspiración reevaluada, y enumeró las obras que adelanta la Gobernación, en particular en Aguachica. Pero integrar no es solo llevar la inversión sino el corazón, la confianza, el reconocimiento y la participación.  Sea esta la oportunidad para llamar a un diálogo sincero entre todas las subregiones del Cesar, en todos sus estamentos, y desde ahora,  con quienes lo deseen,  desde este medio  nos proponemos propiciarlo.

Editorial
8 febrero, 2021

La idea del nuevo departamento Sur Caribe

Se ha generado la idea de crear un departamento que una a los 10 municipios del sur del Cesar,  de Pailitas hasta San Alberto, 10 del sur de Bolívar y 2 de Norte de Santander, comprendiendo un territorio de 10.000 kilómetros cuadrados, y que tendría como capital a Aguachica.  Estas iniciativas a un año de […]


Se ha generado la idea de crear un departamento que una a los 10 municipios del sur del Cesar,  de Pailitas hasta San Alberto, 10 del sur de Bolívar y 2 de Norte de Santander, comprendiendo un territorio de 10.000 kilómetros cuadrados, y que tendría como capital a Aguachica. 

Estas iniciativas a un año de las elecciones, cuando empiezan movimientos dirigidos a representar sentimientos de la gente, logran difusión.

Los sures de los departamentos de la costa Atlántica, la llamada costa interiorana, ribereña,  o la anfibia,  al decir del  sociólogo Orlando Fals Borda; la de la región de Caucasia en Córdoba, La Mojana sucreña,  la Depresión Momposina, o los municipios desconectados del sur de Bolívar con su capital Cartagena, como también nos sucede en nuestro departamento, históricamente, por razones geográficas y de distantes comunicaciones, han recibido a cuentagotas los beneficios, y a su dirigencia no le ha sido fácil sentirse representada política y socialmente en las esferas del poder regional. 

La idea de nuevos departamentos cesó hace 40 años, y si se crearon fueron de nombre, las viejas intendencias  denominadas  departamentos.

Al crearse el Cesar, de los últimos, cuestionaron su larga geografía y la desconexión que ya había en  el Magdalena. Los paisanos de la vieja provincia de Padilla se  mostraron nostálgicos de que esa región de similar identidad familiar, cultural y musical, agro, y continuidad geográfica,  quedara partida en dos departamentos.

Pero así quedaron,  y  cada tanto tiempo se volvía con el asunto de la aspiración de  nuevos departamentos, se propuso el del Magdalena Medio, con capital Barrancabermeja; el de la Depresión Momposina, con capital el Banco o Mompox; se propusieron con ocasión de la elección y  funcionamiento de la Asamblea Nacional Constituyente de 1991. La posibilidad de que se crearan nuevas entidades departamentales cedió ante las voces de federalización del país, que al final se tradujo en  más  descentralización administrativa,  la elección de gobernadores  y en el establecimiento de una hoja de ruta para la unión futura de departamentos en regiones. Se mantuvo la entidad territorial básica, el municipio, y el departamento,  sin afectarse los límites preexistentes.

Se fijó un trámite engorroso, que los nuevos departamentos se crearían con los requisitos de una nueva ley orgánica de ordenamiento territorial (LOOT) a expedir, art. 297 Constitución, y esa Ley 1454 de 2011, en su artículo 23, estableció que debía tenerse el concepto previo de la Comisión territorial creada en ella, el DNP, la aprobación del Congreso, y una favorable consulta ciudadana.

El gobernador Luis Alberto Monsalvo consideró la aspiración reevaluada, y enumeró las obras que adelanta la Gobernación, en particular en Aguachica. Pero integrar no es solo llevar la inversión sino el corazón, la confianza, el reconocimiento y la participación.  Sea esta la oportunidad para llamar a un diálogo sincero entre todas las subregiones del Cesar, en todos sus estamentos, y desde ahora,  con quienes lo deseen,  desde este medio  nos proponemos propiciarlo.