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Informe - 15 enero, 2022

La guerra del ‘Clan del Golfo’ por el microtráfico atemoriza al Cesar

A esta estructura delincuencial le endilgan varios crímenes ocurridos el año pasado en el departamento por traiciones, deudas y disputa de jerarquía en la cadena criminal.

La disputa de los terrenos por microtráfico “a sangre y fuego” orquestada por el grupo organizado del ‘Clan del Golfo’, autodenominado también como Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, es el principal motivo por el que en el último año en el departamento del Cesar se registraron por lo menos 15 asesinatos. 

Aunque la cifra podría ser mayor, los contabilizados fueron esclarecidos en el marco de unas investigaciones que realizó la Dirección Nacional Contra Organizaciones Criminales de la Fiscalía en la región y que fueron conocidas por EL PILÓN.

La estructura delictiva tiene a disposición sicarios, colaboradores urbanos y hasta miembros de la Policía Nacional para materializar las muertes y sacar del rentable negocio de las drogas a los enemigos.

Una actividad que, según las indagaciones, es la principal fuente de ingresos de la organización, pese a que recientemente sufrió un duro golpe con la captura de Daíro Antonio Úsuga, alias ‘Otoniel’, quien era su máximo cabecilla. 

LOS HOMICIDIOS 

Uno de los señalados sicarios es Julio César Viloria de Oro, alias ‘Sobri’ o ‘Guadaña’, detenido en el mes de noviembre del año pasado en un operativo de las autoridades.

Este, según la Fiscalía 132 Especializada, se hacía pasar por cobradiario, pero se encargaba de recolectar el dinero de la venta de estupefacientes en Valledupar y municipios aledaños. 

Por eso, habría tenido un grupo élite al mando de unos sujetos conocidos como alias ‘El Viejo’ y alias ‘Papa’. 

Este colectivo es el responsable del homicidio de Osneider David Garrido Carrillo, atacado a bala cuando se encontraba en una tienda de la invasión Emmanuel de Valledupar en el mes de agosto de 2021. Por una interceptación telefónica notaron que Garrido aparentemente fue asesinado porque era un ‘vendido’ con los uniformados en la zona. 

Otras víctimas de la capital del Cesar son José Alberto García Ramírez, ultimado a balazos en el barrio El Páramo, y Esteban González Pinayu, de 16 años, asesinado en el sector conocido como las mallas del aeropuerto, en inmediaciones del barrio Veinticinco de Diciembre, entre otros. 

Las balas son el único lenguaje válido para atender los asuntos sobre aquellos que no son leales, no pagan las cuentas o no hacen parte de la estructura, e inclusive, también sirve como prueba de coraje para hacer parte del clan. 

Como ejemplo está el asesinato de Diovan Antonio Torres Velásquez, de 25 años, alias ‘Casimbo’, ultimado por dos jóvenes que colocaron a prueba para poder ingresar al ‘Clan del Golfo’, según una declaración recibida por la Fiscalía. 

Los hechos ocurrieron en el mes de julio de 2021, en carreteras del corregimiento de Puerto Mosquito, del municipio de Aguachica, sur del Cesar.  

En la planeación de los crímenes en algunas ocasiones para infringir temor decidían dejarles a las víctimas un panfleto con la firma de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, tal como hicieron con Javier Paternina Romero, apodado ‘El Mono’, quien fue hallado muerto con un tiro en la frente, en una trocha de la vereda Piedras Azules, jurisdicción del municipio de Bosconia. 

El cuerpo del hombre tenía un pedazo de cartulina que decía: “AGC presente, por traidor sigue el cóndor el combo de Díaz Mosquera y todos esos que no quieren copiar”.  

EL MODUS OPERANDIS  

Según las declaraciones recolectadas en las investigaciones, el ‘Clan del Golfo’ tiene un interés especial en el microtráfico en los pueblos por las jugosas ganancias. 

“Cuando se vende perico, la bolsita lleva un gramo con una calcomanía de la letra A y una coronita; eso llega contado porque saben cuánto se vende en cada municipio. En las ollas se coloca (la mercancía) cuando se calcula que ya las han vendido o cuando llaman a decir que no tienen”, dijo un miembro de la organización en un interrogatorio. 

Agregó que los precios son impuestos por ellos y no pueden variar en la venta, por ejemplo, una panela de marihuana puede costar $500.000, un gramo de perico $9.000, y una panela de perico mezclado $9.000.000. 

La droga proviene de otras regiones como Norte de Santander y el Magdalena, sitio donde también confluye el negocio. Para ingresar a los municipios requieren del apoyo a veces de los propios integrantes de la Fuerza Pública. 

Aunque en algunas declaraciones nombran a varios integrantes de la Policía Nacional, el único que fue salpicado considerablemente es Luis Miguel Mercado Romero, un pensionado de la institución que fue capturado. 

La Fiscalía 131 Especializada indicó, en la audiencia contra el expolicía, que Mercado hacía contacto con los policías activos para abrirle espacio al ‘Clan del Golfo’ en Codazzi. Es decir, coordinaba que los compañeros se encargaran de capturar a ciertas personas que no eran parte del grupo para ellos tomar la zona.

En el Cesar, 15 homicidios fueron cometidos el año pasado por este grupo armado.

ACCIÓN DE LAS AUTORIDADES

De acuerdo con la Primera División del Ejército Nacional encargada de los departamentos del Atlántico, Magdalena, Cesar, sur de Bolívar y La Guajira, el año pasado detuvieron a 314 personas señaladas de hacer parte del ‘Clan del Golfo’. 

Uno de los operativos destacados que realizaron de la mano con la Policía fue la detención de 10 presuntos integrantes de esta organización en el mes de noviembre del 2021.  

Las capturas se hicieron mediante allanamientos en Bosconia, Aguachica, Agustín Codazzi y Valledupar.

“El Ejército y la Policía vienen haciendo capturas de ese grupo y se está trabajando con los municipios donde se ve fuertemente el tema del microtráfico. Para nadie es un secreto que existen grupos que se quieren apoderar del territorio. El departamento es víctima del fenómeno porque tiene cerca el Catatumbo y sur del Bolívar, entonces a veces toman al Cesar como medio de transporte o vía para llevar el alucinógeno a zona marítima”, acotó Eduardo Esquivel, secretario de Gobierno departamental.

Informe
15 enero, 2022

La guerra del ‘Clan del Golfo’ por el microtráfico atemoriza al Cesar

A esta estructura delincuencial le endilgan varios crímenes ocurridos el año pasado en el departamento por traiciones, deudas y disputa de jerarquía en la cadena criminal.


La disputa de los terrenos por microtráfico “a sangre y fuego” orquestada por el grupo organizado del ‘Clan del Golfo’, autodenominado también como Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, es el principal motivo por el que en el último año en el departamento del Cesar se registraron por lo menos 15 asesinatos. 

Aunque la cifra podría ser mayor, los contabilizados fueron esclarecidos en el marco de unas investigaciones que realizó la Dirección Nacional Contra Organizaciones Criminales de la Fiscalía en la región y que fueron conocidas por EL PILÓN.

La estructura delictiva tiene a disposición sicarios, colaboradores urbanos y hasta miembros de la Policía Nacional para materializar las muertes y sacar del rentable negocio de las drogas a los enemigos.

Una actividad que, según las indagaciones, es la principal fuente de ingresos de la organización, pese a que recientemente sufrió un duro golpe con la captura de Daíro Antonio Úsuga, alias ‘Otoniel’, quien era su máximo cabecilla. 

LOS HOMICIDIOS 

Uno de los señalados sicarios es Julio César Viloria de Oro, alias ‘Sobri’ o ‘Guadaña’, detenido en el mes de noviembre del año pasado en un operativo de las autoridades.

Este, según la Fiscalía 132 Especializada, se hacía pasar por cobradiario, pero se encargaba de recolectar el dinero de la venta de estupefacientes en Valledupar y municipios aledaños. 

Por eso, habría tenido un grupo élite al mando de unos sujetos conocidos como alias ‘El Viejo’ y alias ‘Papa’. 

Este colectivo es el responsable del homicidio de Osneider David Garrido Carrillo, atacado a bala cuando se encontraba en una tienda de la invasión Emmanuel de Valledupar en el mes de agosto de 2021. Por una interceptación telefónica notaron que Garrido aparentemente fue asesinado porque era un ‘vendido’ con los uniformados en la zona. 

Otras víctimas de la capital del Cesar son José Alberto García Ramírez, ultimado a balazos en el barrio El Páramo, y Esteban González Pinayu, de 16 años, asesinado en el sector conocido como las mallas del aeropuerto, en inmediaciones del barrio Veinticinco de Diciembre, entre otros. 

Las balas son el único lenguaje válido para atender los asuntos sobre aquellos que no son leales, no pagan las cuentas o no hacen parte de la estructura, e inclusive, también sirve como prueba de coraje para hacer parte del clan. 

Como ejemplo está el asesinato de Diovan Antonio Torres Velásquez, de 25 años, alias ‘Casimbo’, ultimado por dos jóvenes que colocaron a prueba para poder ingresar al ‘Clan del Golfo’, según una declaración recibida por la Fiscalía. 

Los hechos ocurrieron en el mes de julio de 2021, en carreteras del corregimiento de Puerto Mosquito, del municipio de Aguachica, sur del Cesar.  

En la planeación de los crímenes en algunas ocasiones para infringir temor decidían dejarles a las víctimas un panfleto con la firma de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, tal como hicieron con Javier Paternina Romero, apodado ‘El Mono’, quien fue hallado muerto con un tiro en la frente, en una trocha de la vereda Piedras Azules, jurisdicción del municipio de Bosconia. 

El cuerpo del hombre tenía un pedazo de cartulina que decía: “AGC presente, por traidor sigue el cóndor el combo de Díaz Mosquera y todos esos que no quieren copiar”.  

EL MODUS OPERANDIS  

Según las declaraciones recolectadas en las investigaciones, el ‘Clan del Golfo’ tiene un interés especial en el microtráfico en los pueblos por las jugosas ganancias. 

“Cuando se vende perico, la bolsita lleva un gramo con una calcomanía de la letra A y una coronita; eso llega contado porque saben cuánto se vende en cada municipio. En las ollas se coloca (la mercancía) cuando se calcula que ya las han vendido o cuando llaman a decir que no tienen”, dijo un miembro de la organización en un interrogatorio. 

Agregó que los precios son impuestos por ellos y no pueden variar en la venta, por ejemplo, una panela de marihuana puede costar $500.000, un gramo de perico $9.000, y una panela de perico mezclado $9.000.000. 

La droga proviene de otras regiones como Norte de Santander y el Magdalena, sitio donde también confluye el negocio. Para ingresar a los municipios requieren del apoyo a veces de los propios integrantes de la Fuerza Pública. 

Aunque en algunas declaraciones nombran a varios integrantes de la Policía Nacional, el único que fue salpicado considerablemente es Luis Miguel Mercado Romero, un pensionado de la institución que fue capturado. 

La Fiscalía 131 Especializada indicó, en la audiencia contra el expolicía, que Mercado hacía contacto con los policías activos para abrirle espacio al ‘Clan del Golfo’ en Codazzi. Es decir, coordinaba que los compañeros se encargaran de capturar a ciertas personas que no eran parte del grupo para ellos tomar la zona.

En el Cesar, 15 homicidios fueron cometidos el año pasado por este grupo armado.

ACCIÓN DE LAS AUTORIDADES

De acuerdo con la Primera División del Ejército Nacional encargada de los departamentos del Atlántico, Magdalena, Cesar, sur de Bolívar y La Guajira, el año pasado detuvieron a 314 personas señaladas de hacer parte del ‘Clan del Golfo’. 

Uno de los operativos destacados que realizaron de la mano con la Policía fue la detención de 10 presuntos integrantes de esta organización en el mes de noviembre del 2021.  

Las capturas se hicieron mediante allanamientos en Bosconia, Aguachica, Agustín Codazzi y Valledupar.

“El Ejército y la Policía vienen haciendo capturas de ese grupo y se está trabajando con los municipios donde se ve fuertemente el tema del microtráfico. Para nadie es un secreto que existen grupos que se quieren apoderar del territorio. El departamento es víctima del fenómeno porque tiene cerca el Catatumbo y sur del Bolívar, entonces a veces toman al Cesar como medio de transporte o vía para llevar el alucinógeno a zona marítima”, acotó Eduardo Esquivel, secretario de Gobierno departamental.