Le corresponde al actual Alcalde de Valledupar, Fredys Socarrás Reales, la trascendental tarea de cimentar las bases de un nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (P.O.T.) para la ciudad, que tendrá una vigencia de doce o trece años, aproximadamente.
Se trata de un proceso que implica una gran responsabilidad, por cuanto se tiene que proyectar la ciudad a mediano plazo, en su crecimiento urbano, en su ordenamiento territorial y en el mejor uso de sus suelos para convertirse en una ciudad amable, competitiva, vivible y sostenible, como bien lo presentó ayer el alcalde Socarrás Reales.
En un término de un año, un año y cuatro meses, aproximadamente, la administración y las fuerzas vivas de la ciudad deben trabajar en la proyección de la ciudad que queremos y que podemos construir, ordenando su territorio en su totalidad, rural y urbano, teniendo en cuenta el interés general por encima de cualquier interés privado.
Este es un proceso que se debe adelantar de manera democrática, de cara a la ciudadanía, teniendo en cuenta la voz de los expertos, los urbanistas, los constructores, economistas, sociólogos y planificadores, como también a los gremios y a la academia, entre otros sectores, para que el mismo llegue a buen puerto, como sabemos que podrá liderarlo el Jefe de la Oficina Asesora de Planeación, Aníbal Quiroz Monsalvo.
El diario EL PILÓN, como el diario de la ciudad, de nuestra región, pondrá a disposición de la ciudadanía sus páginas para informar, analizar, debatir y comentar las distintas tesis y teorías sobre lo que debe se considere es lo mejor para la proyección de ese POT, que será una hoja de ruta para el futuro de la ciudad en las próximas décadas.
Y en esta tarea son las fuerzas vivas, expertos, gremios, constructores, etc, quienes deben colaborar de manera desinteresada con la administración para que esta pueda desempeñar bien ese liderazgo. Este es un asunto que no es sólo problema del Alcalde de turno, sino que debe ser el resultado de una tarea conjunta de consenso, entre todos: expertos, constructores, sector público, sector privado y ciudadanía, en general.
En la proyección de ese nuevo POT, que regirá entre 2013 y el 2025, es fundamental el tema ambiental, la articulación entre la ciudad, sus corregimientos y toda su zona rural. Consideramos que se debe buscar conservar una ciudad verde, amiga de la naturaleza, respetuosa de sus ríos y su paisaje, como hasta ahora la hemos tenido, para admiración de la Nación y del mundo.
Por supuesto, consideramos que se debe tener en cuenta las necesidades de grupos de población de interés especial como los indígenas, y a otros sectores vulnerables como los desplazados y la población pobre que ha llegado a Valledupar a buscar un mejor futuro; pero por encima de todo debe primer el interés general, el interés de todos por encima de intereses de grupo y el interés privado.
A nuestro juicio, Valledupar debe pensar en serio en su densificación; evitar que la ciudad siga una expansión desmedida y sin control. La densificación abarata la construcción de infraestructura de servicios públicos, ayuda a facilitar la movilidad y también la seguridad ciudadana. La misma implicará cambios culturales, en algunos casos pensar en vivir en edificios de apartamentos en lugar de casas, pero este es un proceso que han vivido otras ciudades como Santa Marta, Montería, etc. Es el mundo moderno y al él tendremos que acomodarnos.
Pero, hasta ahora se inicia el proceso de estudio, concertación y discusión sobre cómo se debe proyectar la ciudad con ese horizonte de mediano plazo. Se busca establecer unas normas para ordenar un crecimiento que, en los últimos años se ha salido de control. Que tengamos buenos espacios públicos, que se respeten las áreas de cesión, que nuestros hijos y nietos tengan más zonas verdes y mejores espacios públicos para compartir, integrarse y hacer entre todos la ciudad que queremos para vivir, para trabajar y disfrutar.