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Editorial - 11 mayo, 2019

La fatal ruta del azote

La muerte de un menor de 14 años, quien manejaba su bicicleta en un peligroso juego que consiste en sujetarse de la parte trasera de los camiones a alta velocidad, para desplazarse por las diferentes vías, debe convertirse en una historia referente para no repetir.

La muerte de un menor de 14 años, quien manejaba su bicicleta en un peligroso juego que consiste en sujetarse de la parte trasera de los camiones a alta velocidad, para desplazarse por las diferentes vías, debe convertirse en una historia referente para no repetir.

Sin embargo, recordemos que ese no es el primer caso que se registra y reconozcamos que no será el último, pues falta un buen trabajo articulado entre padres de familia, Policía Nacional, Secretaría de Tránsito e Icbf para eliminar la peligrosa práctica que lleva varios años y ha dejado varios víctimas, principalmente menores de edad.

“Se trata de la modalidad de azote, que es sujetarse de los vehículos de carga para ser impulsados y poder impulsar a la vez a otros compañeros que se sujetan de las camisetas a altas velocidades”, explicó el comandante operativo de la Policía en el Cesar.

Pero los jóvenes no solo arriesgan sus vidas en las bicicletas, también lo hacen al viajar como polizones, casos con mayor incidencia en los integrantes de las barras de los equipos de fútbol. Muchos de estos hinchas han terminado su pasión futbolera en trágicos accidentes de tránsito al viajar colgados de los vehículos de carga.

En el primer semestre del año pasado, 36 jóvenes murieron y 170 resultaron heridos en todo el país, la mayoría no superaba los 30 años de edad. De igual forma revelaron las autoridades, los departamentos donde más ocurre este tipo de práctica son Cundinamarca, Tolima, Magdalena, Cesar, Antioquia y Meta.

Volviendo al caso el menor de 14 años fallecido el pasado jueves en Valledupar, destacamos que no basta con que la Policía haya decomisado 10 bicicletas a jóvenes sorprendidos en esta práctica, hay que hacer un profundo trabajo de sensibilización. Al día siguiente de la tragedia, ayer, conductores registraron en video a otro grupo de adolescentes arriesgando sus vidas detrás de un camión y uno de estos ciclistas cayó sobre el asfalto a alta velocidad, por fortuna las heridas no revistieron mayor gravedad.

La ruta del azote en Valledupar está identificada: inicia en la Terminal de Transporte, sigue por la calle 44, empalma con la avenida Los Militares, vira a la derecha en la avenida La Popa y luego hacia la transversal 23 para tomar la avenida Sierra Nevada y concluir en el balneario Hurtado. En esa zona deben concentrarse los esfuerzos para evitar nuevas tragedias.

Ante esta situación exigimos corresponsabilidad, autoridades, colegios y padres de familia deben trabajar de la mano para evitar que los menores de edad sigan arriesgando sus vidas de manera tan absurda. Hay que darle a la juventud opciones para el mejor aprovechamiento del tiempo libro en actividades que les resulten beneficiosas para su salud e intelecto.

Editorial
11 mayo, 2019

La fatal ruta del azote

La muerte de un menor de 14 años, quien manejaba su bicicleta en un peligroso juego que consiste en sujetarse de la parte trasera de los camiones a alta velocidad, para desplazarse por las diferentes vías, debe convertirse en una historia referente para no repetir.


La muerte de un menor de 14 años, quien manejaba su bicicleta en un peligroso juego que consiste en sujetarse de la parte trasera de los camiones a alta velocidad, para desplazarse por las diferentes vías, debe convertirse en una historia referente para no repetir.

Sin embargo, recordemos que ese no es el primer caso que se registra y reconozcamos que no será el último, pues falta un buen trabajo articulado entre padres de familia, Policía Nacional, Secretaría de Tránsito e Icbf para eliminar la peligrosa práctica que lleva varios años y ha dejado varios víctimas, principalmente menores de edad.

“Se trata de la modalidad de azote, que es sujetarse de los vehículos de carga para ser impulsados y poder impulsar a la vez a otros compañeros que se sujetan de las camisetas a altas velocidades”, explicó el comandante operativo de la Policía en el Cesar.

Pero los jóvenes no solo arriesgan sus vidas en las bicicletas, también lo hacen al viajar como polizones, casos con mayor incidencia en los integrantes de las barras de los equipos de fútbol. Muchos de estos hinchas han terminado su pasión futbolera en trágicos accidentes de tránsito al viajar colgados de los vehículos de carga.

En el primer semestre del año pasado, 36 jóvenes murieron y 170 resultaron heridos en todo el país, la mayoría no superaba los 30 años de edad. De igual forma revelaron las autoridades, los departamentos donde más ocurre este tipo de práctica son Cundinamarca, Tolima, Magdalena, Cesar, Antioquia y Meta.

Volviendo al caso el menor de 14 años fallecido el pasado jueves en Valledupar, destacamos que no basta con que la Policía haya decomisado 10 bicicletas a jóvenes sorprendidos en esta práctica, hay que hacer un profundo trabajo de sensibilización. Al día siguiente de la tragedia, ayer, conductores registraron en video a otro grupo de adolescentes arriesgando sus vidas detrás de un camión y uno de estos ciclistas cayó sobre el asfalto a alta velocidad, por fortuna las heridas no revistieron mayor gravedad.

La ruta del azote en Valledupar está identificada: inicia en la Terminal de Transporte, sigue por la calle 44, empalma con la avenida Los Militares, vira a la derecha en la avenida La Popa y luego hacia la transversal 23 para tomar la avenida Sierra Nevada y concluir en el balneario Hurtado. En esa zona deben concentrarse los esfuerzos para evitar nuevas tragedias.

Ante esta situación exigimos corresponsabilidad, autoridades, colegios y padres de familia deben trabajar de la mano para evitar que los menores de edad sigan arriesgando sus vidas de manera tan absurda. Hay que darle a la juventud opciones para el mejor aprovechamiento del tiempo libro en actividades que les resulten beneficiosas para su salud e intelecto.