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Columnista - 5 enero, 2017

¡La doble!

En diversas etapas de los avatares de la vida nos encontramos sin esperanzas transitando agotados físicamente, atorados espiritualmente o atascados síquicamente. En el mero tránsito vehicular este impasse se salva introduciendo la doble transmisión. En la vida real la situación se torna aún más compleja porque la mayoría de la población utiliza la doble para […]

En diversas etapas de los avatares de la vida nos encontramos sin esperanzas transitando agotados físicamente, atorados espiritualmente o atascados síquicamente.

En el mero tránsito vehicular este impasse se salva introduciendo la doble transmisión.

En la vida real la situación se torna aún más compleja porque la mayoría de la población utiliza la doble para salir del atolladero. En este caso humano, se convierte en la doble moral que consiste en un modo de vivir incoherente como las de algunos seudos- guerrilleros afectos de la truncada ideología marxista que no salen de los clubes sociales codeándose con la élite gobernantes y viviendo a la par de sus gustos burgueses.

Como aquellos que critican absolutamente  las dictaduras de Pinochet, Zomosa, Videla, etc, pero idolatran inconsistentemente la de los hermanos Castro en Cuba.

Los gobernantes que elogian a la educación cubana pero sus palabras se las lleva el viento porque no envían a sus hijos a estudiar en tan singular sistema educativo dentro del cual es prohibido opinar.

La de los gobernantes que develan los engaños de su opositor olvidando que han incumplido sus propias promesas.

La de los pueblos subdesarrollados que responsabilizan a los países poderosos económicamente de los males de sus naciones; pero prohíben el trabajo  a sus jóvenes y expiden leyes laxas que atollan la laboriosidad.

La de los seudointelectuales que adoran al sistema de los hermanos Castro bajo el pretexto de sus incursiones en Angola por la libertad de esos pueblos;  pero, incoherentemente callan ante el sometimiento del pueblo cubano a la más oprobiosa dictadura familiar durante 50 años.

La de los gobernantes que trazan políticas de cultura ciudadana para sus gobernados como las de ser “Pilo  paga” diseñadas especialmente hacia los jóvenes y para los sexagenarios enemigos del estado de derecho durante cincuenta años contradictoriamente les otorga un tratamiento de ser “Pillo Paga”.

La de los integrantes de la elite de la revolución Castro-chavista que someten a su pueblo al régimen de la pobreza, la escasez y las colas, mientras ellos se convierten en multimillonarios e invierten su nuevo emporio económico en el país que públicamente odian: EE. UU.

La de los intelectuales de la gran prensa que critican la tesis de Trump por proponer dialogar con Putin, el líder del país enemigo de los EE. UU; pero incoherentemente no alzan su voz de protesta cuando Obama traza similares políticas con Cuba.

La doble moral es un instrumento de discriminación en contra del ser humano, pues a la par que somos integrantes de la misma especie, con iguales derechos; no obstante, todavía subsiste por nuestra condición, sexo, raza o color un tratamiento diferente.

La más vil y abyecta característica se traduce cuando elásticamente se transpira un aire de superioridad al exigir todos los derechos y no cumplimos las más elementales normas y obligaciones con el estado de derecho.

El ser humano lucha infructuosamente por su superación infinita porque su doble transmisión automática persiste embarrada en el fango del pecado, y no se levanta como Lázaro, contentivo del hombre nuevo, solo  seguimos hundidos en el atolladero del odio, el egoísmo y la envidia.
“La humanidad tiene una doble moral una que practica y no predica y otra que predica y no practica”: Bertrand Russell.

Edudan57@hotmail.com

Columnista
5 enero, 2017

¡La doble!

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Eduardo Dangond Castro

En diversas etapas de los avatares de la vida nos encontramos sin esperanzas transitando agotados físicamente, atorados espiritualmente o atascados síquicamente. En el mero tránsito vehicular este impasse se salva introduciendo la doble transmisión. En la vida real la situación se torna aún más compleja porque la mayoría de la población utiliza la doble para […]


En diversas etapas de los avatares de la vida nos encontramos sin esperanzas transitando agotados físicamente, atorados espiritualmente o atascados síquicamente.

En el mero tránsito vehicular este impasse se salva introduciendo la doble transmisión.

En la vida real la situación se torna aún más compleja porque la mayoría de la población utiliza la doble para salir del atolladero. En este caso humano, se convierte en la doble moral que consiste en un modo de vivir incoherente como las de algunos seudos- guerrilleros afectos de la truncada ideología marxista que no salen de los clubes sociales codeándose con la élite gobernantes y viviendo a la par de sus gustos burgueses.

Como aquellos que critican absolutamente  las dictaduras de Pinochet, Zomosa, Videla, etc, pero idolatran inconsistentemente la de los hermanos Castro en Cuba.

Los gobernantes que elogian a la educación cubana pero sus palabras se las lleva el viento porque no envían a sus hijos a estudiar en tan singular sistema educativo dentro del cual es prohibido opinar.

La de los gobernantes que develan los engaños de su opositor olvidando que han incumplido sus propias promesas.

La de los pueblos subdesarrollados que responsabilizan a los países poderosos económicamente de los males de sus naciones; pero prohíben el trabajo  a sus jóvenes y expiden leyes laxas que atollan la laboriosidad.

La de los seudointelectuales que adoran al sistema de los hermanos Castro bajo el pretexto de sus incursiones en Angola por la libertad de esos pueblos;  pero, incoherentemente callan ante el sometimiento del pueblo cubano a la más oprobiosa dictadura familiar durante 50 años.

La de los gobernantes que trazan políticas de cultura ciudadana para sus gobernados como las de ser “Pilo  paga” diseñadas especialmente hacia los jóvenes y para los sexagenarios enemigos del estado de derecho durante cincuenta años contradictoriamente les otorga un tratamiento de ser “Pillo Paga”.

La de los integrantes de la elite de la revolución Castro-chavista que someten a su pueblo al régimen de la pobreza, la escasez y las colas, mientras ellos se convierten en multimillonarios e invierten su nuevo emporio económico en el país que públicamente odian: EE. UU.

La de los intelectuales de la gran prensa que critican la tesis de Trump por proponer dialogar con Putin, el líder del país enemigo de los EE. UU; pero incoherentemente no alzan su voz de protesta cuando Obama traza similares políticas con Cuba.

La doble moral es un instrumento de discriminación en contra del ser humano, pues a la par que somos integrantes de la misma especie, con iguales derechos; no obstante, todavía subsiste por nuestra condición, sexo, raza o color un tratamiento diferente.

La más vil y abyecta característica se traduce cuando elásticamente se transpira un aire de superioridad al exigir todos los derechos y no cumplimos las más elementales normas y obligaciones con el estado de derecho.

El ser humano lucha infructuosamente por su superación infinita porque su doble transmisión automática persiste embarrada en el fango del pecado, y no se levanta como Lázaro, contentivo del hombre nuevo, solo  seguimos hundidos en el atolladero del odio, el egoísmo y la envidia.
“La humanidad tiene una doble moral una que practica y no predica y otra que predica y no practica”: Bertrand Russell.

Edudan57@hotmail.com