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Editorial - 8 enero, 2021

La dimensión ambiental del coronavirus

La peste sorprendió al mundo, pero no al gringo David Quamme, que publicó en 2012 el libro ‘Derrame: las infecciones animales y la próxima pandemia humana’.

La peste sorprendió al mundo, pero no al gringo David Quamme,   que publicó en 2012 el  libro ‘Derrame: las infecciones animales y la próxima pandemia humana’.

  Quamme  vio que a partir de un animal como el murciélago vendría un virus.

Dice a la BBC: Aún hay muchas cosas que no entendemos.

¿De dónde vino exactamente? ¿De qué animal salvaje vino? ¿Cómo se extendió a los humanos? ¿Quién fue el primer humano en contagiarse? ¿Cuáles fueron las circunstancias de la interacción? Esos son algunos misterios que están sin resolver en términos del origen del virus, del origen de la pandemia.

Aún estamos trabajando para entender cómo este virus podría estar cambiando. ¿Está evolucionando? Sabemos que está mutando porque los virus siempre mutan, pero, ¿está evolucionando o se está adaptando a una mejor transmisión? No lo sabemos con seguridad. Estamos estudiando eso.

¿Cómo se transmite? ¿Se transmite principalmente por una pequeña cantidad de personas que esparcen más virus y crean eventos de súper propagación? ¿Se transmite a través del aire que permanece en las habitaciones? ¿Hasta qué punto es transmisible en exteriores? ¿Hasta qué punto es transmisible por los niños? ¿Hasta qué punto es transmisible por personas que no presentan síntomas?”.

“¿Son los virus nuestros enemigos? Los virus no nos desean el mal. Los virus de los animales no buscan a los humanos, no trepan a los humanos. Los virus caen sobre los humanos cuando interactuamos con los animales huéspedes en los que viven.

Los virus han traído cosas buenas y malas a los humanos a lo largo de la historia evolutiva.

El embarazo en humanos es imposible sin un gen que fue introducido en nuestro linaje por un retrovirus. Ese virus, que ahora es parte del genoma humano, crea una membrana entre la placenta y la madre que es necesaria para un embarazo exitoso. Los virus nos han ayudado y nos han hecho daño (…) lo que hacen, replican y obedecen los imperativos darwinianos: hazte más numeroso, extiéndete.

La lección tenemos  cerebro,  imaginación. Contamos con comunicaciones sofisticadas.

Pero somos un animal y estamos relacionados con otros animales por descendencia evolutiva, y una de las características que compartimos con otros animales es la capacidad de albergar los mismos virus.

Compartimos sus enfermedades, somos parte de la naturaleza, no estamos separados de ella, no estamos por encima de ella.

Así que mientras consumimos la naturaleza, tenemos que pensar en limitar el tamaño de nuestra población y la escala de nuestro consumo para que no causemos tanta disrupción.

Podemos lograr eso, podemos hacerlo sin sufrir privaciones, los pobres de este planeta están consumiendo una parte muy pequeña de los recursos. Las personas adineradas consumen más de lo que les corresponde. Si todos consumieran una cantidad razonable (…) Eso es un problema político y filosófico”, dice Quamme.

La caza, la captura, el tráfico,  la domesticación, implican un contacto muy cercano con animales, que nos comparten virus a través de secreciones respiratorias o el contacto con sus heces, orina o sangre, o la compra de animales en hacinamiento en mercados masivos.

Editorial
8 enero, 2021

La dimensión ambiental del coronavirus

La peste sorprendió al mundo, pero no al gringo David Quamme, que publicó en 2012 el libro ‘Derrame: las infecciones animales y la próxima pandemia humana’.


La peste sorprendió al mundo, pero no al gringo David Quamme,   que publicó en 2012 el  libro ‘Derrame: las infecciones animales y la próxima pandemia humana’.

  Quamme  vio que a partir de un animal como el murciélago vendría un virus.

Dice a la BBC: Aún hay muchas cosas que no entendemos.

¿De dónde vino exactamente? ¿De qué animal salvaje vino? ¿Cómo se extendió a los humanos? ¿Quién fue el primer humano en contagiarse? ¿Cuáles fueron las circunstancias de la interacción? Esos son algunos misterios que están sin resolver en términos del origen del virus, del origen de la pandemia.

Aún estamos trabajando para entender cómo este virus podría estar cambiando. ¿Está evolucionando? Sabemos que está mutando porque los virus siempre mutan, pero, ¿está evolucionando o se está adaptando a una mejor transmisión? No lo sabemos con seguridad. Estamos estudiando eso.

¿Cómo se transmite? ¿Se transmite principalmente por una pequeña cantidad de personas que esparcen más virus y crean eventos de súper propagación? ¿Se transmite a través del aire que permanece en las habitaciones? ¿Hasta qué punto es transmisible en exteriores? ¿Hasta qué punto es transmisible por los niños? ¿Hasta qué punto es transmisible por personas que no presentan síntomas?”.

“¿Son los virus nuestros enemigos? Los virus no nos desean el mal. Los virus de los animales no buscan a los humanos, no trepan a los humanos. Los virus caen sobre los humanos cuando interactuamos con los animales huéspedes en los que viven.

Los virus han traído cosas buenas y malas a los humanos a lo largo de la historia evolutiva.

El embarazo en humanos es imposible sin un gen que fue introducido en nuestro linaje por un retrovirus. Ese virus, que ahora es parte del genoma humano, crea una membrana entre la placenta y la madre que es necesaria para un embarazo exitoso. Los virus nos han ayudado y nos han hecho daño (…) lo que hacen, replican y obedecen los imperativos darwinianos: hazte más numeroso, extiéndete.

La lección tenemos  cerebro,  imaginación. Contamos con comunicaciones sofisticadas.

Pero somos un animal y estamos relacionados con otros animales por descendencia evolutiva, y una de las características que compartimos con otros animales es la capacidad de albergar los mismos virus.

Compartimos sus enfermedades, somos parte de la naturaleza, no estamos separados de ella, no estamos por encima de ella.

Así que mientras consumimos la naturaleza, tenemos que pensar en limitar el tamaño de nuestra población y la escala de nuestro consumo para que no causemos tanta disrupción.

Podemos lograr eso, podemos hacerlo sin sufrir privaciones, los pobres de este planeta están consumiendo una parte muy pequeña de los recursos. Las personas adineradas consumen más de lo que les corresponde. Si todos consumieran una cantidad razonable (…) Eso es un problema político y filosófico”, dice Quamme.

La caza, la captura, el tráfico,  la domesticación, implican un contacto muy cercano con animales, que nos comparten virus a través de secreciones respiratorias o el contacto con sus heces, orina o sangre, o la compra de animales en hacinamiento en mercados masivos.