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Columnista - 4 marzo, 2020

La desgracia de un hospital

Cada día nos sorprendemos de las ocurrencias de funcionarios públicos en Colombia. Pareciera que los funcionarios no dependieran de sus cálculos, conocimientos y acepciones cuando llegan a un cargo. No respetan las normas. Mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan se refieren –exactamente- al hecho que ocurre en el Municipio de Bosconia, porque el gerente del […]

Cada día nos sorprendemos de las ocurrencias de funcionarios públicos en Colombia. Pareciera que los funcionarios no dependieran de sus cálculos, conocimientos y acepciones cuando llegan a un cargo. No respetan las normas.

Mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan se refieren –exactamente- al hecho que ocurre en el Municipio de Bosconia, porque el gerente del Hospital San Juan Bosco E.S.E., Diomedes Alcina, contrató con la Clínica Médicos S.A. del empresario Arce, el arrendamiento de la mitad de dicho hospital. El arriendo es por 20 años, de septiembre del 2019. $12 millones mensual, aproximadamente.

El asunto no ha pasado desapercibido, porque el actual Alcalde Edulfo Villar ha puesto el grito en el “cielo” y ha decidido interponer una Acción Popular para dar por terminado el contrato.

Según la Sección Tercera del Consejo de Estado los bienes fiscales pueden ser dados en arrendamiento con fines de recreación o deporte, pero no los de uso público, (como lo es el Hospital de Bosconia) que son inalienables, imprescriptibles e inembargables. El fallo además señala que, si esos tipos de bienes son involucrados en un contrato de arrendamiento, se genera su nulidad absoluta por objeto ilícito.

Según el fallo, el uso y goce exclusivo en cabeza del arrendatario impediría la utilización colectiva de los bienes de uso público, lo cual desnaturalizaría su finalidad jurídica. De hecho, la prohibición constitucional y legal de que sobre esos bienes se configuren derechos reales de titularidad de particulares hace imposible su arrendamiento (Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia 25000232600019961197801 (26643), ene. 30/13, C. P. Stella Conto Díaz), tomado de Internet.

En entrevista con el Alcalde, dijo que el gerente, autorizado por la junta directiva arrendó la mitad del hospital 712.72 metros de área construida. El Hospital quedó con tres habitaciones.

De los cientos de habitantes que cada día llegan en busca de atención médica, ahora se suma que no hay espacio para la actividad social del Estado. Hay hacinamiento.

Un hospital en manos de un operador privado, seguramente incrementará los costos y la gente tendrá menos acceso al servicio.

Lo que se entiende es que un bien que debe estar al servicio del público, se le ha arrendado a un particular para que explote el bien a su manera de negocio, como ha venido ocurriendo en el Cesar y La Guajira.

Lo otro que es de conocimiento público, es que los hospitales de primer nivel en los pueblos del Cesar son saqueados por los alcaldes que los toman como una alcancía para derrochar dinero a través de la corrupción y ponerlos al servicio de los políticos.

El arriendo de la mitad del Hospital de Bosconia atenta contra la salud pública, contra los habitantes de Bosconia y sus alrededores. Es una afrenta contra toda una ciudadanía que merece respeto.

Hay muchos ejemplos por el saqueo de hospitales. En Valledupar tenemos el Hospital Rosario Pumarejo López, el de Codazzi, el de Aguachica, en fin, todos han sufrido y sufren por el abandono de los alcaldes y la Gobernación.

No les pagan a los trabajadores, la gente se muere por la falta de atención médica. Sin embargo, las clínicas privadas crecen a tutiplén, mientras que los hospitales se hunden en la miseria, bajo la vista de los gobernantes que los toman como cajita de sorpresas para nombrar gerentes a sus antojos, a sus títeres.

En el pasado reciente, los hospitales del Cesar y La Guajira fueron puestos a servicios del crimen organizado, por Dios. Hasta la próxima semana. tiochiro@hotmail.com

Columnista
4 marzo, 2020

La desgracia de un hospital

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Aquilino Cotes Zuleta

Cada día nos sorprendemos de las ocurrencias de funcionarios públicos en Colombia. Pareciera que los funcionarios no dependieran de sus cálculos, conocimientos y acepciones cuando llegan a un cargo. No respetan las normas. Mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan se refieren –exactamente- al hecho que ocurre en el Municipio de Bosconia, porque el gerente del […]


Cada día nos sorprendemos de las ocurrencias de funcionarios públicos en Colombia. Pareciera que los funcionarios no dependieran de sus cálculos, conocimientos y acepciones cuando llegan a un cargo. No respetan las normas.

Mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan se refieren –exactamente- al hecho que ocurre en el Municipio de Bosconia, porque el gerente del Hospital San Juan Bosco E.S.E., Diomedes Alcina, contrató con la Clínica Médicos S.A. del empresario Arce, el arrendamiento de la mitad de dicho hospital. El arriendo es por 20 años, de septiembre del 2019. $12 millones mensual, aproximadamente.

El asunto no ha pasado desapercibido, porque el actual Alcalde Edulfo Villar ha puesto el grito en el “cielo” y ha decidido interponer una Acción Popular para dar por terminado el contrato.

Según la Sección Tercera del Consejo de Estado los bienes fiscales pueden ser dados en arrendamiento con fines de recreación o deporte, pero no los de uso público, (como lo es el Hospital de Bosconia) que son inalienables, imprescriptibles e inembargables. El fallo además señala que, si esos tipos de bienes son involucrados en un contrato de arrendamiento, se genera su nulidad absoluta por objeto ilícito.

Según el fallo, el uso y goce exclusivo en cabeza del arrendatario impediría la utilización colectiva de los bienes de uso público, lo cual desnaturalizaría su finalidad jurídica. De hecho, la prohibición constitucional y legal de que sobre esos bienes se configuren derechos reales de titularidad de particulares hace imposible su arrendamiento (Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia 25000232600019961197801 (26643), ene. 30/13, C. P. Stella Conto Díaz), tomado de Internet.

En entrevista con el Alcalde, dijo que el gerente, autorizado por la junta directiva arrendó la mitad del hospital 712.72 metros de área construida. El Hospital quedó con tres habitaciones.

De los cientos de habitantes que cada día llegan en busca de atención médica, ahora se suma que no hay espacio para la actividad social del Estado. Hay hacinamiento.

Un hospital en manos de un operador privado, seguramente incrementará los costos y la gente tendrá menos acceso al servicio.

Lo que se entiende es que un bien que debe estar al servicio del público, se le ha arrendado a un particular para que explote el bien a su manera de negocio, como ha venido ocurriendo en el Cesar y La Guajira.

Lo otro que es de conocimiento público, es que los hospitales de primer nivel en los pueblos del Cesar son saqueados por los alcaldes que los toman como una alcancía para derrochar dinero a través de la corrupción y ponerlos al servicio de los políticos.

El arriendo de la mitad del Hospital de Bosconia atenta contra la salud pública, contra los habitantes de Bosconia y sus alrededores. Es una afrenta contra toda una ciudadanía que merece respeto.

Hay muchos ejemplos por el saqueo de hospitales. En Valledupar tenemos el Hospital Rosario Pumarejo López, el de Codazzi, el de Aguachica, en fin, todos han sufrido y sufren por el abandono de los alcaldes y la Gobernación.

No les pagan a los trabajadores, la gente se muere por la falta de atención médica. Sin embargo, las clínicas privadas crecen a tutiplén, mientras que los hospitales se hunden en la miseria, bajo la vista de los gobernantes que los toman como cajita de sorpresas para nombrar gerentes a sus antojos, a sus títeres.

En el pasado reciente, los hospitales del Cesar y La Guajira fueron puestos a servicios del crimen organizado, por Dios. Hasta la próxima semana. tiochiro@hotmail.com