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Editorial - 8 mayo, 2021

La conversación con Duque sobre el paro

Ayer fuimos invitados por el presidente Iván Duque a una conversación sobre las movilizaciones ciudadanas y el paro. Observamos a un presidente preocupado, abierto a escuchar y dándose la oportunidad de explicar las actuaciones del gobierno frente a la crisis.  Antes nos había invitado a directores de medios, hace unos pocos meses, a presentarnos el […]

Ayer fuimos invitados por el presidente Iván Duque a una conversación sobre las movilizaciones ciudadanas y el paro. Observamos a un presidente preocupado, abierto a escuchar y dándose la oportunidad de explicar las actuaciones del gobierno frente a la crisis.  Antes nos había invitado a directores de medios, hace unos pocos meses, a presentarnos el programa de vacunación. 

Inició con los  antecedentes de la situación y su interpretación de las movilizaciones que en noviembre de 2019 habían dado un campanazo sobre la insatisfacción ciudadana, en especial sobre las aspiraciones de la juventud. Hizo inicialmente énfasis en dos programas, el de la universidad gratuita para los estudiantes de estratos 1, 2 y 3  y el llamado Ingreso Solidario. Sobre el primero manifestó que, por su costo, era de mayor posibilidad  alcanzarlo con el presupuesto nacional, pero que pretensiones como de dar un millón de pesos como ‘Renta Universal’, de ingreso mensual, tenía un costo impresionantemente alto para las finanzas públicas aun con una nueva reforma tributaria, haciéndose inviable. Que el Gobierno había aceptado en su propuesta de la fallida reforma llevarlo a $230.000. Consideró necesario y oportuno proceder a las elecciones generales del consejo de juventudes. En la fase de preguntas habló sobre su desconexión con los jóvenes. 

El presidente no quisiera verse en el dilema de para poder levantar los bloqueos y barricadas, ante el desespero de la población afectada en la alimentación y la vacunación,  tenga que obrar más fuerte con la fuerza pública y aumentar el grado de confrontación y consecuencias dolorosas. Por eso reiteró el llamado al Comité del Paro para reunirse cuanto antes y levantar las vías de hecho. Dará preferencia a la línea del diálogo.

Minutos antes, al mediodía, había concluido una conversación con la nueva denominada Coalición de la Esperanza, que integran, entre otros, Sergio Fajardo, De la Calle, Cristo, Robledo, Galán, Sanguino, y las conocidas angélicas Robledo y Lozano. “Son opositores pero pudimos conversar con tranquilidad y reflexiones”, dijo Duque. De ahí había surgido la idea de conversar con el colectivo Defendamos La Paz, que agrupa a personalidades de centro izquierda e izquierda radical.

Reiteró su compromiso de la paz con legalidad y recordó que había ido a 6 zonas ETCR y se había reunido con Rodrigo Londoño, Timochenko, excomandante de la extinta Farc, y hoy cabeza del partido político Comunes. Defendió el papel de su comisionado de paz Miguel Ceballos, del que personalidades como Humberto de La Calle habían manifestado que no tenía empatía para dialogar.

Uno a uno explicó los hechos denunciados de agresión policial y las investigaciones, defendió el papel de la fuerza pública y su compromiso con los Derechos Humanos y dijo ser propiciador de la protesta pacífica.  

Por razones de tiempo nos quedamos sin plantear la inquietud de cómo esos diálogos con los diferentes sectores, un diálogo nacional, podía traducirse en el territorio en algún  tipo de diálogo regional con los actores civiles, institucionales y públicos.   

Editorial
8 mayo, 2021

La conversación con Duque sobre el paro

Ayer fuimos invitados por el presidente Iván Duque a una conversación sobre las movilizaciones ciudadanas y el paro. Observamos a un presidente preocupado, abierto a escuchar y dándose la oportunidad de explicar las actuaciones del gobierno frente a la crisis.  Antes nos había invitado a directores de medios, hace unos pocos meses, a presentarnos el […]


Ayer fuimos invitados por el presidente Iván Duque a una conversación sobre las movilizaciones ciudadanas y el paro. Observamos a un presidente preocupado, abierto a escuchar y dándose la oportunidad de explicar las actuaciones del gobierno frente a la crisis.  Antes nos había invitado a directores de medios, hace unos pocos meses, a presentarnos el programa de vacunación. 

Inició con los  antecedentes de la situación y su interpretación de las movilizaciones que en noviembre de 2019 habían dado un campanazo sobre la insatisfacción ciudadana, en especial sobre las aspiraciones de la juventud. Hizo inicialmente énfasis en dos programas, el de la universidad gratuita para los estudiantes de estratos 1, 2 y 3  y el llamado Ingreso Solidario. Sobre el primero manifestó que, por su costo, era de mayor posibilidad  alcanzarlo con el presupuesto nacional, pero que pretensiones como de dar un millón de pesos como ‘Renta Universal’, de ingreso mensual, tenía un costo impresionantemente alto para las finanzas públicas aun con una nueva reforma tributaria, haciéndose inviable. Que el Gobierno había aceptado en su propuesta de la fallida reforma llevarlo a $230.000. Consideró necesario y oportuno proceder a las elecciones generales del consejo de juventudes. En la fase de preguntas habló sobre su desconexión con los jóvenes. 

El presidente no quisiera verse en el dilema de para poder levantar los bloqueos y barricadas, ante el desespero de la población afectada en la alimentación y la vacunación,  tenga que obrar más fuerte con la fuerza pública y aumentar el grado de confrontación y consecuencias dolorosas. Por eso reiteró el llamado al Comité del Paro para reunirse cuanto antes y levantar las vías de hecho. Dará preferencia a la línea del diálogo.

Minutos antes, al mediodía, había concluido una conversación con la nueva denominada Coalición de la Esperanza, que integran, entre otros, Sergio Fajardo, De la Calle, Cristo, Robledo, Galán, Sanguino, y las conocidas angélicas Robledo y Lozano. “Son opositores pero pudimos conversar con tranquilidad y reflexiones”, dijo Duque. De ahí había surgido la idea de conversar con el colectivo Defendamos La Paz, que agrupa a personalidades de centro izquierda e izquierda radical.

Reiteró su compromiso de la paz con legalidad y recordó que había ido a 6 zonas ETCR y se había reunido con Rodrigo Londoño, Timochenko, excomandante de la extinta Farc, y hoy cabeza del partido político Comunes. Defendió el papel de su comisionado de paz Miguel Ceballos, del que personalidades como Humberto de La Calle habían manifestado que no tenía empatía para dialogar.

Uno a uno explicó los hechos denunciados de agresión policial y las investigaciones, defendió el papel de la fuerza pública y su compromiso con los Derechos Humanos y dijo ser propiciador de la protesta pacífica.  

Por razones de tiempo nos quedamos sin plantear la inquietud de cómo esos diálogos con los diferentes sectores, un diálogo nacional, podía traducirse en el territorio en algún  tipo de diálogo regional con los actores civiles, institucionales y públicos.