El 18 de julio de 2014, es un día que la atleta Yenis Oviedo nunca olvidará. Estaba en el barrio El Carmen dispuesta a participar en una carrera que se realiza anualmente por las festividades de la Virgen del Carmen. Salió del punto inicial y cuando apenas recorría los 200 metros, se desmayó.

¿Qué pasó?, era la pregunta que se hacían los asistentes y organizadores del evento.
“Nunca me había pasado eso”, dijo la deportista que ahora con rastros de tristeza recuerda ese momento. Desde que le dio la isquemia cerebral, los galenos iniciaron una investigación para encontrar las causas de ese desvanecimiento. Hasta ahora todos los exámenes salieron bien, pero en vez de tranquilizarla, la angustian más porque no encuentra razón a los meses que desde entonces sufrió al tener paralizada media parte de su cuerpo.

“Me hicieron varios estudios en la cabeza, inicialmente me hicieron una biopsia y salieron pequeñas células malignas. Se me paralizó la parte derecha de mi cuerpo y tuve largas jornadas sin dormir”, aseguró Yenis Oviedo desde su casa en el barrio La Victoria donde en compañía de su esposo lucha por olvidar lo que le ocurrió.

El caso de Oviedo llama la atención porque es una mujer que ha hecho deporte y está acostumbrada a comer sanamente para mantenerse en buen nivel para las diferentes competencias que ha afrontado. Por lo tanto cree que no es usual lo que le pasó. Sin embargo su recuperación fue más rápida y por ello agradece a Dios.

Después de levantarse y no poder mover su brazo y pierna derecha, esta mujer que diariamente trotaba en las madrugadas, lloraba en silencio. Su tristeza solo la conocieron los más allegados, entre ellos algunas personas del gremio deportivo que la acompañaron.

Ahora que recuperó el 80% de su cuerpo, quiere seguir luchando por vivir mejor. Por sus limitaciones ya no puede hacer deporte como es su pasión, pero tiene el título de Arte y Folclor que obtuvo en 2013 con el que quiere conseguir un trabajo, por eso espera el apoyo que no llegó cuando estaba en la cama de un hospital.
“Pese a todos los logros que le di al Cesar, el único que se me acercó cuando estuve muy mal fue Iván Ochoa. Por eso le agradezco a él, al alcalde Fredys porque me apoyaron mucho en esto. Nunca se me acercó Jader Acosta ni el Gobernador”, afirmó Yenis Oviedo.

Un dato
Su mejor logro lo obtuvo en los Juegos Nacionales Universitario de Medellín en donde alcanzó la medalla de plata en los 400 metros valla. Su nombre también se tiñó de gloria en los Juegos Comunales de Manizales.
Más de 180 medallas, diplomas, reconocimientos deportivos y placas tiene en su vivienda Yenis Oviedo. Ahora no le sirven para más nada que satisfacción personal. Ella dice que nada más de adorno para su casa. Porque cuando más necesitó de su departamento por el que tanto luchó, ninguno de sus representantes estuvo allí.

La isquemia cerebral o isquemia cerebrovascular es una interrupción del suministro sangre al cerebro, interrumpiendo el flujo de oxígeno y nutrientes necesarios para mantener el funcionamiento de las células del cerebro. Dependiendo de la localización, la medida, y cuánto tiempo dura la isquemia, el paciente podría sufrir deterioros y estar en riesgo de muerte.

Hay dos tipos de isquemia cerebral: focal: se produce cuando un coágulo de sangre ha ocluido un vaso cerebral y la otra, que reduce el flujo de sangre a una región específica del cerebro, lo que aumenta el riesgo de muerte celular a esa área particular. Puede ser causada por trombosis o embolia.

Global: Se produce cuando se detiene o reduce de manera significativa el flujo sanguíneo al cerebro. Esto es a menudo causado por un paro cardíaco. Si suficiente circulación se restaura en un período corto de tiempo, los síntomas pueden ser transitorios.
Un individuo que sufre isquemia cerebral focal todavía tendrá algún grado de circulación a partes del cerebro, sin embargo, un paciente con isquemia global no tendrá ningún flujo de sangre a cualquier área del cerebro.

Por Tatiana Orozco Mazzilli
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