“Cuando pises tierra patillalera donde nacen las canciones sentidas, caserío donde tengo mi familia allá al pie de una lomita de tierra”.
Patillal tierra de compositores, lugar donde nacen grandes poetas, cantantes y juglares, fue la cuna del desaparecido compositor José Eliécer Hernández Maestre, autor de la canción ‘El hijo de Patillal’ que al trascurrir del tiempo se convirtió en el himno de este pueblo cercano a las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Hernández Maestre, inspirado en su querido Patillal, compuso una de sus obras más recordadas como lo fue ‘El hijo de Patillal’, en ella con un grito de emoción y por su región deja claro que Patillal para él es como una melodía que ama con toda el alma, fueron tan inspiradoras y profundas estas palabras que le han dado la vuelta al mundo no solo por su contenido musical sino por tan noble melodía, donde un hombre grita a viva voz lo agradecido que está por el pueblo que lo vio nacer.
Después del fallecimiento del compositor José Eliécer Hernández Maestre, el grito de emoción que lanzó en su canción aún sigue perenne sonando en los corazones de sus colegas, catalogándola estos oficialmente como el himno de Patillal.
Razones de más y que pesan en el recuerdo de todos los patillaleros son suficientes para no olvidar nunca una obra de esta magnitud, sin embargo Fernando Villalona, conocido como ‘Fernandito’, artista de República Dominicana, se enamoró de la canción, tanto que la grabó y la puso a su nombre sin medir las consecuencias.
Pero esta situación no es nueva, según testimonio aportado por los familiares, esto se presentó cuando aún José Eliécer Hernández vivía y percatándose de la anomalía reaccionó llevando la queja a la entidad encargada de velar por los derechos del autor, Sayco, pero según lo manifestado por su hijo José Eliécer Jr. nunca tuvo ninguna respuesta ante este robo de la obra.
La sorpresa fue devastadora para algunos compositores que se enteraron por medio de las redes sociales de la infamia (como han calificado este hecho), al enterarse del descaro que cometió este personaje dominicano, tomando una obra que aparece en registros y documentos a nombre del compositor José Eliécer Hernández Maestre y nombrarla de su autoría pensando tal vez que era una obra olvidada y poco sonada en Colombia, manifestaron compositores y familiares, desconociendo que ‘El hijo de Patillal’ no solo es un himno para los patillaleros sino un grito de libertad de un hijo de esta tierra que murió cantándole siempre con el alma agradecida a su hermoso terruño.
Pero la historia no termina ahí, ‘El hijo de Patillal’ no es la única obra que el artista dominicano ha adaptado como suya, del mismo modo modificó otra canción ‘Campesina santandereana’ del también desaparecido compositor José A. Morales, modificando su nombre a: ‘Campesina dominicana’.
“Esto es algo que no puede quedar en la impunidad”, dijeron algunos familiares del compositor vallenato, que agregaron que más que un descaro es una desfachatez.
José Eliécer Hernández, hijo del desaparecido compositor, fue alertado por los indignados compañeros y amigos de su padre, sin embargo aseguró que primero, tanto él como su tío Jesús Maestre que son los encargados del tema, deben documentarse bien para poder exigir sus derechos.
José Eliécer indicó que aún no se han acercado a las instalaciones de Sayco como tampoco han hecho gestiones pertinentes, pues su conocimiento frente al tema es muy pobre y carece de documentación contundente para reclamar.
De igual forma reconoció que es un tema delicado y está sobre sus hombros la responsabilidad de hacer valer los derechos de autor de su padre; hasta el momento las regalías internacionales no se reportan y todo apunta a que ‘Fernandito’ es el que se está lucrando de estos beneficios.
El hijo del compositor José Eliécer Hernández Maestre, dijo que se documenta para poder reclamar el derecho de autor de la canción de su padre, ‘El hijo de Patillal’ que fue plagiada por un dominicano.
Un dato
La canción ‘El hijo de Patillal’ fue grabada por los Hermanos Zuleta y es considerada una de las canciones más tradicionales del género vallenato.
Por Katheryn Sarmiento/ EL PILÓN