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Columnista - 25 julio, 2019

Jugaditas de reinas, blancas y rojas

Como ya Don Julio no viene al LEY, a Valledupar llegan a diario otras cosas, como las hermanas bolivarianas entre nuestras variedades cotidianas, y no es cosa de juegos, ni siquiera la última jugadita de nuestros actores políticos actuales, la vaina es seria. Rumbo a La Paz, una comisión de vallenatos liderados por el alcalde […]

Como ya Don Julio no viene al LEY, a Valledupar llegan a diario otras cosas, como las hermanas bolivarianas entre nuestras variedades cotidianas, y no es cosa de juegos, ni siquiera la última jugadita de nuestros actores políticos actuales, la vaina es seria.

Rumbo a La Paz, una comisión de vallenatos liderados por el alcalde y el congresista Ape Cuello, anunció “darse la pela”, por conseguir para nuestra capital la sede de los próximos Juegos Bolivarianos en dos años, lo cual es una pensamiento de ciudad, y no de gobierno como lo indicó en conferencia de prensa el juvenil mandatario local, a pesar de que la búsqueda es en el último semestre de su periodo, puede considerarse una victoria temprana, al despedirse de su cargo.

La Paz, una de las capitales de Bolivia, también aspira a ser sede de los juegos, ellos, con Evo a la cabeza, aducen entre otras cosas tener más altura y que ya los vallenatos tenemos a La Paz como municipio, pues con la malicia andina de Morales el presidente nos puede caer la gota fría. Pero la gracia es intentarlo, como está haciéndolo la delegación nuestra que a propósito a su regreso y nos contarán cosas que podemos aplicar aquí… También dice Evo que ellos son el único país que lleva el nombre del libertador, pero nosotros insistimos en la experiencia de la caribeña Santa Marta, que realizó esos juegos y además Bolívar la escogió para morirse y no en paz, como afirman los historiadores.

Mientras nuestra delegación arregla maletas, por coincidencias, un vallenato muy azul y muy cabal como Ñego Ariza vacía sus equipajes como embajador Extraordinario y Plenipotenciario ante el gobierno boliviano, que no es cualquier pendejada. Si logramos la sede, será una victoria temprana del Ñego, si no, él tiene razones habilitantes para explicarlo, si hubiera llegado unos días antes la cosa sería a otro precio. Todos conocemos el peso de nuestro embajador en esos casos, aunque ahora esté menos pesado, sin que haya que entretenerse en liviandades burocráticas.

Esta misma semana de julio, la cuestión política, en el salón indígena Yui, del reconocido Sicarare de Valledupar, dos actos avalados para nuestros aspirantes a ser gobernadores del Cesar recibieron sus cartas partidarias, que aquí llamamos avales, pero Ava Carvajal no estuvo en ningunos de ellos. Los primeros la comunidad religiosa-política de pastores, Justos y Libres, el lunes, dio fe al ingeniero Kaleb Villalobos manifestando su apoyo y su trabajo en el trimestre que viene. Vestidos de blanco, había pastores de todos los tamaños, edades, colores y condiciones. Entré al recinto, pero estaban con los ojos cerrados comunicándose con gentes del más allá, tuve que salir sin que me notaran. Esa gente disciplina y orden sí tienen, es justo y necesario advertirlo.

El martes la cosa fue más colorida y con moños, en el caso de las mujeres. Entregar el aval rojo liberal al economista Luis Alberto Monsalvo de parte de su antiguo profesor de oratoria, Arturo Calderón, fue una vaina caliente, distinta, inesperada y desesperada, pero la fuerza del amor de Gaviria, el gran jefe, así lo decidió, los demás son ovejitas en búsqueda de descarriarse. Y lo lograron, ¡qué bacano!

Celebro los 50 de J.Lo y de Zasancaj, y los 22 añitos de Katheen G, nuestra reina para Cartagena, ya elegida por el Comité de Belleza del Cesar, que experiencia sí tienen. La K se pondrá de moda, sigamos buscando el punto G. Cualquier victoria tardía o temprana, se acepta.

Columnista
25 julio, 2019

Jugaditas de reinas, blancas y rojas

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Edgardo Mendoza Guerra

Como ya Don Julio no viene al LEY, a Valledupar llegan a diario otras cosas, como las hermanas bolivarianas entre nuestras variedades cotidianas, y no es cosa de juegos, ni siquiera la última jugadita de nuestros actores políticos actuales, la vaina es seria. Rumbo a La Paz, una comisión de vallenatos liderados por el alcalde […]


Como ya Don Julio no viene al LEY, a Valledupar llegan a diario otras cosas, como las hermanas bolivarianas entre nuestras variedades cotidianas, y no es cosa de juegos, ni siquiera la última jugadita de nuestros actores políticos actuales, la vaina es seria.

Rumbo a La Paz, una comisión de vallenatos liderados por el alcalde y el congresista Ape Cuello, anunció “darse la pela”, por conseguir para nuestra capital la sede de los próximos Juegos Bolivarianos en dos años, lo cual es una pensamiento de ciudad, y no de gobierno como lo indicó en conferencia de prensa el juvenil mandatario local, a pesar de que la búsqueda es en el último semestre de su periodo, puede considerarse una victoria temprana, al despedirse de su cargo.

La Paz, una de las capitales de Bolivia, también aspira a ser sede de los juegos, ellos, con Evo a la cabeza, aducen entre otras cosas tener más altura y que ya los vallenatos tenemos a La Paz como municipio, pues con la malicia andina de Morales el presidente nos puede caer la gota fría. Pero la gracia es intentarlo, como está haciéndolo la delegación nuestra que a propósito a su regreso y nos contarán cosas que podemos aplicar aquí… También dice Evo que ellos son el único país que lleva el nombre del libertador, pero nosotros insistimos en la experiencia de la caribeña Santa Marta, que realizó esos juegos y además Bolívar la escogió para morirse y no en paz, como afirman los historiadores.

Mientras nuestra delegación arregla maletas, por coincidencias, un vallenato muy azul y muy cabal como Ñego Ariza vacía sus equipajes como embajador Extraordinario y Plenipotenciario ante el gobierno boliviano, que no es cualquier pendejada. Si logramos la sede, será una victoria temprana del Ñego, si no, él tiene razones habilitantes para explicarlo, si hubiera llegado unos días antes la cosa sería a otro precio. Todos conocemos el peso de nuestro embajador en esos casos, aunque ahora esté menos pesado, sin que haya que entretenerse en liviandades burocráticas.

Esta misma semana de julio, la cuestión política, en el salón indígena Yui, del reconocido Sicarare de Valledupar, dos actos avalados para nuestros aspirantes a ser gobernadores del Cesar recibieron sus cartas partidarias, que aquí llamamos avales, pero Ava Carvajal no estuvo en ningunos de ellos. Los primeros la comunidad religiosa-política de pastores, Justos y Libres, el lunes, dio fe al ingeniero Kaleb Villalobos manifestando su apoyo y su trabajo en el trimestre que viene. Vestidos de blanco, había pastores de todos los tamaños, edades, colores y condiciones. Entré al recinto, pero estaban con los ojos cerrados comunicándose con gentes del más allá, tuve que salir sin que me notaran. Esa gente disciplina y orden sí tienen, es justo y necesario advertirlo.

El martes la cosa fue más colorida y con moños, en el caso de las mujeres. Entregar el aval rojo liberal al economista Luis Alberto Monsalvo de parte de su antiguo profesor de oratoria, Arturo Calderón, fue una vaina caliente, distinta, inesperada y desesperada, pero la fuerza del amor de Gaviria, el gran jefe, así lo decidió, los demás son ovejitas en búsqueda de descarriarse. Y lo lograron, ¡qué bacano!

Celebro los 50 de J.Lo y de Zasancaj, y los 22 añitos de Katheen G, nuestra reina para Cartagena, ya elegida por el Comité de Belleza del Cesar, que experiencia sí tienen. La K se pondrá de moda, sigamos buscando el punto G. Cualquier victoria tardía o temprana, se acepta.