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Columnista - 13 febrero, 2019

Joaquín Ovalle Muñoz

Con profundo pesar y consternación se conoció la noticia del sensible fallecimiento de Joaquín Ovalle Muñoz, distinguido médico pediatra y miembro prestante de nuestra sociedad en donde gozaba de gran aprecio y simpatía. Se dice que una vida bien llevada conduce a una muerte tranquila. Así fue el deceso de este ilustre patriarca Joaquín Ovalle […]

Con profundo pesar y consternación se conoció la noticia del sensible fallecimiento de Joaquín Ovalle Muñoz, distinguido médico pediatra y miembro prestante de nuestra sociedad en donde gozaba de gran aprecio y simpatía. Se dice que una vida bien llevada conduce a una muerte tranquila. Así fue el deceso de este ilustre patriarca Joaquín Ovalle Muñoz, a los 90 años, la semana pasada.

Muere, sin duda con la satisfacción de haber prestado valiosos servicios a su tierra Valledupar como prestante médico pediatra y en los altos cargos que ocupó se entregó con dinamismo y capacidad de servicio como alcalde de Valledupar (fui su secretario de Planeación Municipal), como presidente del Club Valledupar y como miembro importante para el desarrollo del gremio arrocero, entre otros.

Con la partida de Joaco Ovalle no sólo se va el prestigioso médico, el amigo noble, sencillo, el hombre jovial, de contagiosa simpatía, el carnavalero, su especial sentido del humor, el don de gente, sin duda una de las mentes más cultas y lúcidas.

Repasar la hoja de vida de este prestigioso médico y amigo vallenato es admirarse y sentir gratitud como colombiano.
Joaquín Ovalle fue hijo de uno de los más importantes patriarcas liberales del Magdalena Grande, de don Amador Ovalle, era hermano del exgobernador Adalberto Ovalle y tío del actual gobernador Franco Ovalle, muy cercanos a la familia Palmera.

Se ha ido un gran médico, con sentido social. Un hombre honesto, con sólo el interés de servir que deja ejemplo de lealtad y decencia. Un extraordinario ser humano, tan culto como alegre.
Formó un hogar con la distinguida dama de nuestra sociedad Gloria Pumarejo Cotes, modelo de virtudes, pleno de amor y comprensión a lo largo de su vida.

Nuestra familia Herazo Molina, yernos, hijos y nietos enviamos nuestras condolencias a su esposa Gloria, a sus hijos Amador, Juan Felipe, Joaquín Tomás y Margarita. A su sobrina Tere Pumarejo Ovalle y demás familiares: Chechi, Fredy, María Teresa Pumarejo, etc.

Y como es mi costumbre, trataré otros temitas: No quiero dejar pasar la siguiente reflexión de la escritora y activista feminista Chimamanda Ngozi Adichie, a su paso por Cartagena sobre la violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes. ¿Qué sugiere ella para erradicar esta situación penosa? Dice: “Con educación hay que empezar desde los primeros meses, años, en la escuela, con los niños, para crear individuos que crezcan con patrones muy claros de respeto hacia el otro, de afecto por la humanidad, de valorarlos a ellos, para que, en la medida que ellos vayan llegando a la juventud o cuando se hagan hombres, tengan unos valores férreos de respeto por la humanidad y, en particular, por su población más vulnerable. Pero, en la medida en que se produzcan valores de machismo, de violencia y de una cultura que honra al agresor, será más difícil dejar atrás tan dolorosa situación”.

Postdata: ¿Qué vamos a hacer para que el actual secretario de Tránsito escuche los consejos que le dan? ¿Por qué lado escucha? No creo que sea por los oídos. Se las dejo ahí. Carajo. La ovejita negra de la administración municipal. ¿Qué haremos con él? Ojalá que aspire en la política para que renuncie.

Columnista
13 febrero, 2019

Joaquín Ovalle Muñoz

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Alberto Herazo P.

Con profundo pesar y consternación se conoció la noticia del sensible fallecimiento de Joaquín Ovalle Muñoz, distinguido médico pediatra y miembro prestante de nuestra sociedad en donde gozaba de gran aprecio y simpatía. Se dice que una vida bien llevada conduce a una muerte tranquila. Así fue el deceso de este ilustre patriarca Joaquín Ovalle […]


Con profundo pesar y consternación se conoció la noticia del sensible fallecimiento de Joaquín Ovalle Muñoz, distinguido médico pediatra y miembro prestante de nuestra sociedad en donde gozaba de gran aprecio y simpatía. Se dice que una vida bien llevada conduce a una muerte tranquila. Así fue el deceso de este ilustre patriarca Joaquín Ovalle Muñoz, a los 90 años, la semana pasada.

Muere, sin duda con la satisfacción de haber prestado valiosos servicios a su tierra Valledupar como prestante médico pediatra y en los altos cargos que ocupó se entregó con dinamismo y capacidad de servicio como alcalde de Valledupar (fui su secretario de Planeación Municipal), como presidente del Club Valledupar y como miembro importante para el desarrollo del gremio arrocero, entre otros.

Con la partida de Joaco Ovalle no sólo se va el prestigioso médico, el amigo noble, sencillo, el hombre jovial, de contagiosa simpatía, el carnavalero, su especial sentido del humor, el don de gente, sin duda una de las mentes más cultas y lúcidas.

Repasar la hoja de vida de este prestigioso médico y amigo vallenato es admirarse y sentir gratitud como colombiano.
Joaquín Ovalle fue hijo de uno de los más importantes patriarcas liberales del Magdalena Grande, de don Amador Ovalle, era hermano del exgobernador Adalberto Ovalle y tío del actual gobernador Franco Ovalle, muy cercanos a la familia Palmera.

Se ha ido un gran médico, con sentido social. Un hombre honesto, con sólo el interés de servir que deja ejemplo de lealtad y decencia. Un extraordinario ser humano, tan culto como alegre.
Formó un hogar con la distinguida dama de nuestra sociedad Gloria Pumarejo Cotes, modelo de virtudes, pleno de amor y comprensión a lo largo de su vida.

Nuestra familia Herazo Molina, yernos, hijos y nietos enviamos nuestras condolencias a su esposa Gloria, a sus hijos Amador, Juan Felipe, Joaquín Tomás y Margarita. A su sobrina Tere Pumarejo Ovalle y demás familiares: Chechi, Fredy, María Teresa Pumarejo, etc.

Y como es mi costumbre, trataré otros temitas: No quiero dejar pasar la siguiente reflexión de la escritora y activista feminista Chimamanda Ngozi Adichie, a su paso por Cartagena sobre la violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes. ¿Qué sugiere ella para erradicar esta situación penosa? Dice: “Con educación hay que empezar desde los primeros meses, años, en la escuela, con los niños, para crear individuos que crezcan con patrones muy claros de respeto hacia el otro, de afecto por la humanidad, de valorarlos a ellos, para que, en la medida que ellos vayan llegando a la juventud o cuando se hagan hombres, tengan unos valores férreos de respeto por la humanidad y, en particular, por su población más vulnerable. Pero, en la medida en que se produzcan valores de machismo, de violencia y de una cultura que honra al agresor, será más difícil dejar atrás tan dolorosa situación”.

Postdata: ¿Qué vamos a hacer para que el actual secretario de Tránsito escuche los consejos que le dan? ¿Por qué lado escucha? No creo que sea por los oídos. Se las dejo ahí. Carajo. La ovejita negra de la administración municipal. ¿Qué haremos con él? Ojalá que aspire en la política para que renuncie.