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Columnista - 7 agosto, 2013

Inconformidad estudiantil con justa razón

El proyecto de ordenanza del gobernador, Luis Alberto Monsalvo, del cambio de beca a financiación condonable ha originado fuerte inconformidad entre la comunidad estudiantil de la Universidad Popular del Cesar, UPC, hasta el punto de la protesta con paro de estudio mientras se llega a una conciliación que elimine la firma de un pagaré que obliga el pago de la financiación en caso de no mantener un promedio de notas igual o mayor de 3.7 o de deserción no justificada.

José Romero Churio

El proyecto de ordenanza del gobernador, Luis Alberto Monsalvo, del cambio de beca a financiación condonable ha originado fuerte inconformidad entre la comunidad estudiantil de la Universidad Popular del Cesar, UPC, hasta el punto de la protesta con paro de estudio mientras se llega a una conciliación que elimine la firma de un pagaré que obliga el pago de la financiación en caso de no mantener un promedio de notas igual o mayor de 3.7 o de deserción no justificada.

El gobernador afirmaque con la modificación de la ordenanza 005 del 28 de abril de 2008, que regula el Fondo Educativo del Departamento del Cesar para la Educación Superior, FEDESCESAR, sólo busca el beneficio estudiantil en calidad y cobertura, puesto que aumenta el recurso económico para que jóvenes de los niveles 1, 2 y 3 del Sisben, a víctimas del conflicto armado interno, afrodescendientes y minusválidos ingresen a la universidad, también la reforma a la ordenanza, asigna como mínimo el 10% de los recursos de FEDESCESAR para estudiantes de primer semestre, que la anterior no lo permite.

A la vez el diputado Eduardo Esquivel enfatiza que con la nueva iniciativa se estimula el rendimiento de los estudiantes, porque entre mayor  calificación más auxilio económico, en razón a que el cambio de la ordenanza dispone que a los estudiantes del nivel 1  se les subsidie el 70% de la matrícula, a los del nivel 2 el 60% y del nivel 3 el 50%; además, si logran un promedio entre 3.7 a 4.0 se les incrementa un 5%; entre 4.1 a 4.5 la adición es del 10% y si alcanzan un promedio mayor de 4.6 el incremento será del 15%.

Reconozco que todo lo anterior es admirable y valioso; sin embargo, sin meterme a analizar los estándares de calidad y de moralidad que en la UPC, lamentablemente, no son los mejores; es pertinente hacer la reflexión sobre el otorgamiento de becas a los estudiantes de la población más vulnerable para que supere el estado de pobreza, ya que estudiar en tales condiciones es muy difícil tener buen rendimiento académico; entonces lo razonable, para no decir de sentido común, a los estudiantes de los niveles 1, 2 y 3 del Sisben para conservar las becas no se les debería exigir como requisito un alto promedio, sino el mínimo que permite avanzar en el estudio hasta obtener el título de profesional, con lo cual la gente se supera y cambia de comportamiento. 

El estudiante que pierde la oportunidad que se le ofrece con una beca, seguramente tendrá un mal futuro y, lógicamente, hará parte del tejido social aberrante que perjudica el desarrollo de nuestro país.

 

 

Columnista
7 agosto, 2013

Inconformidad estudiantil con justa razón

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Romero Churio

El proyecto de ordenanza del gobernador, Luis Alberto Monsalvo, del cambio de beca a financiación condonable ha originado fuerte inconformidad entre la comunidad estudiantil de la Universidad Popular del Cesar, UPC, hasta el punto de la protesta con paro de estudio mientras se llega a una conciliación que elimine la firma de un pagaré que obliga el pago de la financiación en caso de no mantener un promedio de notas igual o mayor de 3.7 o de deserción no justificada.


José Romero Churio

El proyecto de ordenanza del gobernador, Luis Alberto Monsalvo, del cambio de beca a financiación condonable ha originado fuerte inconformidad entre la comunidad estudiantil de la Universidad Popular del Cesar, UPC, hasta el punto de la protesta con paro de estudio mientras se llega a una conciliación que elimine la firma de un pagaré que obliga el pago de la financiación en caso de no mantener un promedio de notas igual o mayor de 3.7 o de deserción no justificada.

El gobernador afirmaque con la modificación de la ordenanza 005 del 28 de abril de 2008, que regula el Fondo Educativo del Departamento del Cesar para la Educación Superior, FEDESCESAR, sólo busca el beneficio estudiantil en calidad y cobertura, puesto que aumenta el recurso económico para que jóvenes de los niveles 1, 2 y 3 del Sisben, a víctimas del conflicto armado interno, afrodescendientes y minusválidos ingresen a la universidad, también la reforma a la ordenanza, asigna como mínimo el 10% de los recursos de FEDESCESAR para estudiantes de primer semestre, que la anterior no lo permite.

A la vez el diputado Eduardo Esquivel enfatiza que con la nueva iniciativa se estimula el rendimiento de los estudiantes, porque entre mayor  calificación más auxilio económico, en razón a que el cambio de la ordenanza dispone que a los estudiantes del nivel 1  se les subsidie el 70% de la matrícula, a los del nivel 2 el 60% y del nivel 3 el 50%; además, si logran un promedio entre 3.7 a 4.0 se les incrementa un 5%; entre 4.1 a 4.5 la adición es del 10% y si alcanzan un promedio mayor de 4.6 el incremento será del 15%.

Reconozco que todo lo anterior es admirable y valioso; sin embargo, sin meterme a analizar los estándares de calidad y de moralidad que en la UPC, lamentablemente, no son los mejores; es pertinente hacer la reflexión sobre el otorgamiento de becas a los estudiantes de la población más vulnerable para que supere el estado de pobreza, ya que estudiar en tales condiciones es muy difícil tener buen rendimiento académico; entonces lo razonable, para no decir de sentido común, a los estudiantes de los niveles 1, 2 y 3 del Sisben para conservar las becas no se les debería exigir como requisito un alto promedio, sino el mínimo que permite avanzar en el estudio hasta obtener el título de profesional, con lo cual la gente se supera y cambia de comportamiento. 

El estudiante que pierde la oportunidad que se le ofrece con una beca, seguramente tendrá un mal futuro y, lógicamente, hará parte del tejido social aberrante que perjudica el desarrollo de nuestro país.