“Carlos Jaime Sierra Rodríguez sí fue extraditado a los Estados Unidos por supuesto narcotráfico, pero él como una persona responsable, acatando las leyes colombianas, pudo demostrar su inocencia ante el gobierno estadounidense a través de su abogado y pudo retornar al país sin ningún problema. Nosotros no sabemos nada, ni de dónde, ni quién pudo haber asesinado a sangre fría a mi hermano”. Así se refirió José Luis Sierra Rodríguez, reconocido fabricante de acordeones en Valledupar, al asesinato de su hermano, ocurrido el pasado sábado, a las 6:30 p.m., en la calle 11 con carrera 11 del barrio San Joaquín.
“No sabemos qué paso, cómo, ni porqué le segaron la vida. Supimos que al parecer él había piropeado a una mujer, o ella le cortejó estando dentro de su carro, el cual se aprestaba a meter al garaje de su apartamento ubicado en el edificio Portachuelo. Conocimos que un hombre de cuyas características tampoco tenemos ni la menor idea, se acercó hasta la camioneta marca Dogde color rojo Ram y le disparó a corta distancia al parecer con una pistola calibre 9 milímetros y con silenciador que le causó la muerte en el acto”, agregó.
El crimen de Carlos Jaime Sierra Rodríguez ocurrió en presencia de su escolta personal, quien no alcanzó a reaccionar.
José Luis destacó las cualidades humanas de su hermano, quien a pesar de las acusaciones hechas en su contra, había resuelto su problema judicial y estaba dedicado al comercio en Valledupar.
La víctima era natural del corregimiento de La Junta, en jurisdicción de San Juan del Cesar, La Guajira, tenía 51 años y desde muy niño se vino a Valledupar con sus padres Cristóbal Joaquín Sierra Hinojosa y Blanca Helena Rodríguez Iriarte. EL PILÓN también conoció que era separado, el quinto de seis hermanos y dejó un hijo de 15 años. El sepelio se cumplirá hoy en el cementerio Jardines del Ecce Homo, al norte de la capital cesarense.
Por Abdel Martínez Pérez