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Crónica - 11 junio, 2011

Hace 19 años partió Rafael Orozco

El nombre de Clara Elena Cabello quedó pegado a ese magistral verso, y diez y nueve años después, ella todavía llora al recordar al hombre que la incluyó en esa canción, cuyo nombre estaba adecuado al amor que fluía entre ellos: ‘La creciente’.

Su esposa y sus hijas lo recuerdan:

Por Juan Rincón Vanegas
[email protected]

“Ya llega la mujer que yo más quiero por la que me desespero y hasta pierdo la cabeza. Clara!!!”.

El nombre de Clara Elena Cabello quedó pegado a ese magistral verso, y  diez  y nueve  años después, ella todavía llora al recordar al hombre que la incluyó en esa canción, cuyo nombre estaba adecuado al amor que fluía entre ellos: ‘La creciente’.
Aquella noche, del jueves 11 de junio de 1992, cuando a Rafael José Orozco Maestre le segaron la vida en Barranquilla, a su mujer y a sus hijas las dejaron aisladas de sus momentos de amor. De su esposo y de su padre. Ellas, no lo podían creer: que el hombre que con sus cantos alegraba la vida de millones de personas, estuviera camino a la eternidad y, como dijera su amigo Fabio Poveda Márquez: “le estaban adelantando la inmortalidad”.
Clara Elena, que durante estos años no ha parado de recordar a su eterno amor del alma,  accedió a hablar de ese ser que la premió con todo el cariño del mundo, que le regaló tres hijas que hoy son su orgullo y la huella indeleble del paso de Rafael Orozco por la vida.
“A ‘Rafa’, nunca lo olvidaré. Me hace falta. Lo recuerdo tal como era, un ser maravilloso, feliz, lleno de vida, con muchos planes, tanto en lo familiar, como en lo musical, con su Binomio de Oro”. Hace una parada para dejar correr nuevas lágrimas, de las miles que se han paseado sin pedir permiso por su rostro.
“Así como su querida familia no lo ha olvidado, sus miles de seguidores tampoco, y son infinitos los testimonios de cariño y admiración que recibo, como el de una señora que me trajo a su niño de 10 años que se sabía una cantidad de canciones de ‘Rafa’ y las cantaba con saludos incluidos. El alimento del recuerdo tiene facetas de dolor y alegría que son la materia prima para que nunca saquemos de nuestros corazones a ‘Rafa’, quien siempre alegró nuestra vidas”, dice Clara, y calla un instante…
En medio de los millones de recuerdos que se acumulan en su cerebro, indica que conoció a Rafael Orozco en una circunstancia de dolor. “Fue en el sepelio de mi hermano Enrique. Lo que pasa es que su hermana mayor Genith, estaba casada con mi hermano, y su hermano Nehemías se casó con mi hermana Betty.
En unas vacaciones me fui de Urumita, mi tierra, para Valledupar y, entonces fue cuando nos ennoviamos. Descubrí que era detallista, tierno, juguetón y le gustaba hacerse sentir”.
Teniendo como testigos a los destellos fervientes del amor y, con el visto bueno de todos sus familiares, Rafael José Orozco Maestre y Clara Elena Cabello Sarmiento, se casaron en Barranquilla, el viernes cinco de marzo de 1976.
Poco tiempo después él grabó su primera producción musical con el acordeonero Emilio Oviedo Corrales y, con el paso del tiempo logró una cadena de éxitos al lado del Binomio de Oro de América, con estilo propio e innovador.
A la par con los triunfos del cantante de Becerril, fueron llegando los miembros de la familia: primero Kelly Johana, después Wendy y, finalmente, Loraine. “Rafa, amaba como ninguno, a sus hijas. Eran su adoración, se desvivía por ellas y siempre que salía me decía: mami, mi amor, cuidado con las niñas, cuidalas, no las descuides”. Clara Elena no aguanta la presión del recuerdo y vuelve a llorar.
Ella tiene una gran cantidad de recuerdos que guarda con la mayor pasión, como una flor disecada que tenía un papelito donde ‘Rafa’ escribió: “Mami, yo soy tuyo por siempre”. También, en la charla trae a colación el primer regalo que le hizo cuando estaban de novios: un osito de peluche.
Son tantos los detalles que Clara guarda de ‘Rafa’, que en su casa tiene un altar reservado donde está la historia viva del hombre que encantó con su forma de cantar, con su carisma y con el amor por los suyos.
Metida en la historia de los recuerdos, sorprende entonces con una frase: “No me volví a casar, como muchos dijeron. Me he dedicado en cuerpo y alma a mis hijas que hoy son unas profesionales: Kelly, es administradora de empresas; Wendy, es comunicadora social y Loraine, se acaba de graduar en negocios internacionales”.

Las hijas de ‘Rafa’

Kelly, Wendy y Loraine, tres nombres que se repitieron en todos los rincones de la Costa Caribe y, en el interior del país, gracias a los saludos que el artista vallenato les regaló a sus hijas en los discos que grabó al lado del “pollo” Israel Romero.
Entonces, Clara anota que “esta es una de las satisfacciones que tienen ellas, que su querido padre les demostró su amor hasta el último día de su vida. Eso es muy bello, en cualquier parte me encuentro con personas que me cuentan que sus hijas llevan el nombre de las mías, gracias al cariño que le tenían a su ídolo”.
Un motivo para Clara volver a llorar es cuando escucha: “Papi, papi, yo quiero que el niño Dios me regale una muñeca y otra para Wendy”. Esas fueron las palabras que su hija Kelly Johana dijo al inicio de la canción ‘Navidad’, grabada por el Binomio de Oro.
La niña tenía cuatro años y, ahora, pasados los años ella dice: “este es uno de los grandes recuerdos que tengo de mi papá y que quedó para la historia. Me llevó al estudio de grabación para que incluyera mi voz, y me emociono cuando la escucho y lo mejor es que se repite cada final de año”.

Retroceder el tiempo

En medio de la charla, donde las lágrimas fueron invitadas de lado y lado, Clara Elena piensa todos los días del mundo que “ojalá todo se echara atrás y volviera la normalidad, pero ante ese hecho cumplido, me queda solamente la fuerza del recuerdo, y mis tres hijas que con mucho esfuerzo he sacado adelante”.
Estas cuatro mujeres no cesan de recordar a Rafael Orozco Maestre y – frecuentemente- lo visitan en su tumba llevándole flores. En ese lugar siempre se encuentran con sorpresas de seguidores que tampoco lo olvidan y, tienen algo que mostrar para decir que cumplió un bonito papel en la vida: llevar alegrías a través de sus bellas canciones que nunca han dejado de sonar.
Kelly, Wendy y Loraine, aunque todavía no tienen planes de matrimonio, se hicieron la promesa de que cuando alguna tenga un hijo se debe llamar: RAFAEL, como homenaje al papá tierno, bueno y querido que las premió con el más supremo amor.

El tiempo pasa y los recuerdos están detenidos en distintos puntos de la geografía nacional y, para Clara Elena Cabello, como ayer, le sigue gustando la canción que ‘Rafa’ le dedicó, ‘Sólo para ti’: “Yo siento que te he querido y te quiero más”.
También, en la lápida de su tumba ella mandó a elaborar la imagen de ‘Rafa’ cantando, donde aparece feliz así como ella lo tiene pintado en su memoria, y con la letra original de la canción, tal como la compuso su autor, que en uno de sus apartes dice:

“Lo mejor que me ha pasado en toda mi vida
ha sido tenerte a ti como compañera,
me has dado cosas tan bellas, como mis hijas
que vivo y doy mi vida sólo por ellas”.

Siempre ‘Rafa’

Rafael Orozco Maestre, nació en Becerril, Cesar, el 24 de marzo de 1954, en el hogar de Rafael Orozco Fernández y Cristina Maestre y murió a la edad de 38 años.
Adelantó estudios secundarios en el Colegio Nacional Loperena y en una semana cultural resultó vencedor en una confrontación artística con alumnos como Juvenal Daza, Octavio Daza, Adalberto Ariño y Diomedes Díaz, quien en el evento interpretó la canción ‘Cariñito de mi vida’, que tiempo después Rafael Orozco la convirtió en su primer éxito al grabar con Emilio Oviedo en 1975.
Después llega su momento cumbre al grabar con Israel Romero, agrupación que bautizaron como El Binomio de Oro, por lo de Organización Romero Orozco.
En su primer trabajo discográfico, impusieron éxitos como ‘La creciente’ de Hernando Marín, ‘Momentos de Amor’ de Fernando Meneses, ‘Eterno Enamorado’ de Edilberto Daza, ‘El pataleo’ de Poncho Cotes Jr. y ‘La gustadera’ de Alberto ‘Beto’ Murgas.
Esta agrupación alcanzó los más grandes galardones como Tres Congos de Oro en los Carnavales de Barranquilla, 16 Discos de Oro y Dos de Platino, y conquistaron mercados de diferentes países como Estados Unidos, Venezuela, Panamá,  México, entre otros.
Las canciones que más le gustaban a Rafael Orozco eran ‘La creciente’, ‘Cariñito de mi vida’ y ‘Solo para ti’. En un comienzo le llamaba la atención ser escritor o actor, pero la música vallenata se impuso debido a que todo giraba en torno al folclor. “La vida lo premió al darle una voz que enorgulleció a todos sus seguidores y a los amantes de la música vallenata”.
Sus últimas presentaciones las realizó en Pamplona, Cúcuta y venía de realizar una gira por Venezuela.
Su socio y compadre, Israel Romero, quien además era su amigo y compañero incondicional, también lo recuerda con mucha ‘Nostalgia’, como dijera la canción que él mismo compuso que dice, “nostalgia siempre me da, cuando me acuerdo de ti, nostalgia, nostalgia”.
Hoy, Israel ha seguido con la misma seriedad y organización de liderar al Binomio de Oro, conocido ahora como la universidad del vallenato, pero no deja de tener presente siempre a Rafael Orozco. “Todo el tiempo mi compadre era una persona muy sincera y lo más especial que teníamos nosotros era que nunca nos mentíamos. Estoy seguro que esa fue la base del éxito del grupo. Una cosa que no se me olvida era su mamadera de gallo constante y su amor por su equipo: el Junior de Barranquilla”.

Clara Elena, que durante estos años no ha parado de recordar a su querido “amor, amor, amor”, accedió a hablar de ese ser que la premió con todo el amor del mundo, que le regaló tres hijas que hoy son su orgullo y la huella indeleble del paso de Rafael José Orozco Maestre por la vida.

El tiempo pasa y los recuerdos están detenidos en distintos puntos de la geografía nacional y, para Clara Elena Cabello, como ayer, le sigue gustando la canción que ‘Rafa’ le dedicó, ‘Sólo para ti’: “Yo siento que te he querido y te quiero más”.

Crónica
11 junio, 2011

Hace 19 años partió Rafael Orozco

El nombre de Clara Elena Cabello quedó pegado a ese magistral verso, y diez y nueve años después, ella todavía llora al recordar al hombre que la incluyó en esa canción, cuyo nombre estaba adecuado al amor que fluía entre ellos: ‘La creciente’.


Su esposa y sus hijas lo recuerdan:

Por Juan Rincón Vanegas
[email protected]

“Ya llega la mujer que yo más quiero por la que me desespero y hasta pierdo la cabeza. Clara!!!”.

El nombre de Clara Elena Cabello quedó pegado a ese magistral verso, y  diez  y nueve  años después, ella todavía llora al recordar al hombre que la incluyó en esa canción, cuyo nombre estaba adecuado al amor que fluía entre ellos: ‘La creciente’.
Aquella noche, del jueves 11 de junio de 1992, cuando a Rafael José Orozco Maestre le segaron la vida en Barranquilla, a su mujer y a sus hijas las dejaron aisladas de sus momentos de amor. De su esposo y de su padre. Ellas, no lo podían creer: que el hombre que con sus cantos alegraba la vida de millones de personas, estuviera camino a la eternidad y, como dijera su amigo Fabio Poveda Márquez: “le estaban adelantando la inmortalidad”.
Clara Elena, que durante estos años no ha parado de recordar a su eterno amor del alma,  accedió a hablar de ese ser que la premió con todo el cariño del mundo, que le regaló tres hijas que hoy son su orgullo y la huella indeleble del paso de Rafael Orozco por la vida.
“A ‘Rafa’, nunca lo olvidaré. Me hace falta. Lo recuerdo tal como era, un ser maravilloso, feliz, lleno de vida, con muchos planes, tanto en lo familiar, como en lo musical, con su Binomio de Oro”. Hace una parada para dejar correr nuevas lágrimas, de las miles que se han paseado sin pedir permiso por su rostro.
“Así como su querida familia no lo ha olvidado, sus miles de seguidores tampoco, y son infinitos los testimonios de cariño y admiración que recibo, como el de una señora que me trajo a su niño de 10 años que se sabía una cantidad de canciones de ‘Rafa’ y las cantaba con saludos incluidos. El alimento del recuerdo tiene facetas de dolor y alegría que son la materia prima para que nunca saquemos de nuestros corazones a ‘Rafa’, quien siempre alegró nuestra vidas”, dice Clara, y calla un instante…
En medio de los millones de recuerdos que se acumulan en su cerebro, indica que conoció a Rafael Orozco en una circunstancia de dolor. “Fue en el sepelio de mi hermano Enrique. Lo que pasa es que su hermana mayor Genith, estaba casada con mi hermano, y su hermano Nehemías se casó con mi hermana Betty.
En unas vacaciones me fui de Urumita, mi tierra, para Valledupar y, entonces fue cuando nos ennoviamos. Descubrí que era detallista, tierno, juguetón y le gustaba hacerse sentir”.
Teniendo como testigos a los destellos fervientes del amor y, con el visto bueno de todos sus familiares, Rafael José Orozco Maestre y Clara Elena Cabello Sarmiento, se casaron en Barranquilla, el viernes cinco de marzo de 1976.
Poco tiempo después él grabó su primera producción musical con el acordeonero Emilio Oviedo Corrales y, con el paso del tiempo logró una cadena de éxitos al lado del Binomio de Oro de América, con estilo propio e innovador.
A la par con los triunfos del cantante de Becerril, fueron llegando los miembros de la familia: primero Kelly Johana, después Wendy y, finalmente, Loraine. “Rafa, amaba como ninguno, a sus hijas. Eran su adoración, se desvivía por ellas y siempre que salía me decía: mami, mi amor, cuidado con las niñas, cuidalas, no las descuides”. Clara Elena no aguanta la presión del recuerdo y vuelve a llorar.
Ella tiene una gran cantidad de recuerdos que guarda con la mayor pasión, como una flor disecada que tenía un papelito donde ‘Rafa’ escribió: “Mami, yo soy tuyo por siempre”. También, en la charla trae a colación el primer regalo que le hizo cuando estaban de novios: un osito de peluche.
Son tantos los detalles que Clara guarda de ‘Rafa’, que en su casa tiene un altar reservado donde está la historia viva del hombre que encantó con su forma de cantar, con su carisma y con el amor por los suyos.
Metida en la historia de los recuerdos, sorprende entonces con una frase: “No me volví a casar, como muchos dijeron. Me he dedicado en cuerpo y alma a mis hijas que hoy son unas profesionales: Kelly, es administradora de empresas; Wendy, es comunicadora social y Loraine, se acaba de graduar en negocios internacionales”.

Las hijas de ‘Rafa’

Kelly, Wendy y Loraine, tres nombres que se repitieron en todos los rincones de la Costa Caribe y, en el interior del país, gracias a los saludos que el artista vallenato les regaló a sus hijas en los discos que grabó al lado del “pollo” Israel Romero.
Entonces, Clara anota que “esta es una de las satisfacciones que tienen ellas, que su querido padre les demostró su amor hasta el último día de su vida. Eso es muy bello, en cualquier parte me encuentro con personas que me cuentan que sus hijas llevan el nombre de las mías, gracias al cariño que le tenían a su ídolo”.
Un motivo para Clara volver a llorar es cuando escucha: “Papi, papi, yo quiero que el niño Dios me regale una muñeca y otra para Wendy”. Esas fueron las palabras que su hija Kelly Johana dijo al inicio de la canción ‘Navidad’, grabada por el Binomio de Oro.
La niña tenía cuatro años y, ahora, pasados los años ella dice: “este es uno de los grandes recuerdos que tengo de mi papá y que quedó para la historia. Me llevó al estudio de grabación para que incluyera mi voz, y me emociono cuando la escucho y lo mejor es que se repite cada final de año”.

Retroceder el tiempo

En medio de la charla, donde las lágrimas fueron invitadas de lado y lado, Clara Elena piensa todos los días del mundo que “ojalá todo se echara atrás y volviera la normalidad, pero ante ese hecho cumplido, me queda solamente la fuerza del recuerdo, y mis tres hijas que con mucho esfuerzo he sacado adelante”.
Estas cuatro mujeres no cesan de recordar a Rafael Orozco Maestre y – frecuentemente- lo visitan en su tumba llevándole flores. En ese lugar siempre se encuentran con sorpresas de seguidores que tampoco lo olvidan y, tienen algo que mostrar para decir que cumplió un bonito papel en la vida: llevar alegrías a través de sus bellas canciones que nunca han dejado de sonar.
Kelly, Wendy y Loraine, aunque todavía no tienen planes de matrimonio, se hicieron la promesa de que cuando alguna tenga un hijo se debe llamar: RAFAEL, como homenaje al papá tierno, bueno y querido que las premió con el más supremo amor.

El tiempo pasa y los recuerdos están detenidos en distintos puntos de la geografía nacional y, para Clara Elena Cabello, como ayer, le sigue gustando la canción que ‘Rafa’ le dedicó, ‘Sólo para ti’: “Yo siento que te he querido y te quiero más”.
También, en la lápida de su tumba ella mandó a elaborar la imagen de ‘Rafa’ cantando, donde aparece feliz así como ella lo tiene pintado en su memoria, y con la letra original de la canción, tal como la compuso su autor, que en uno de sus apartes dice:

“Lo mejor que me ha pasado en toda mi vida
ha sido tenerte a ti como compañera,
me has dado cosas tan bellas, como mis hijas
que vivo y doy mi vida sólo por ellas”.

Siempre ‘Rafa’

Rafael Orozco Maestre, nació en Becerril, Cesar, el 24 de marzo de 1954, en el hogar de Rafael Orozco Fernández y Cristina Maestre y murió a la edad de 38 años.
Adelantó estudios secundarios en el Colegio Nacional Loperena y en una semana cultural resultó vencedor en una confrontación artística con alumnos como Juvenal Daza, Octavio Daza, Adalberto Ariño y Diomedes Díaz, quien en el evento interpretó la canción ‘Cariñito de mi vida’, que tiempo después Rafael Orozco la convirtió en su primer éxito al grabar con Emilio Oviedo en 1975.
Después llega su momento cumbre al grabar con Israel Romero, agrupación que bautizaron como El Binomio de Oro, por lo de Organización Romero Orozco.
En su primer trabajo discográfico, impusieron éxitos como ‘La creciente’ de Hernando Marín, ‘Momentos de Amor’ de Fernando Meneses, ‘Eterno Enamorado’ de Edilberto Daza, ‘El pataleo’ de Poncho Cotes Jr. y ‘La gustadera’ de Alberto ‘Beto’ Murgas.
Esta agrupación alcanzó los más grandes galardones como Tres Congos de Oro en los Carnavales de Barranquilla, 16 Discos de Oro y Dos de Platino, y conquistaron mercados de diferentes países como Estados Unidos, Venezuela, Panamá,  México, entre otros.
Las canciones que más le gustaban a Rafael Orozco eran ‘La creciente’, ‘Cariñito de mi vida’ y ‘Solo para ti’. En un comienzo le llamaba la atención ser escritor o actor, pero la música vallenata se impuso debido a que todo giraba en torno al folclor. “La vida lo premió al darle una voz que enorgulleció a todos sus seguidores y a los amantes de la música vallenata”.
Sus últimas presentaciones las realizó en Pamplona, Cúcuta y venía de realizar una gira por Venezuela.
Su socio y compadre, Israel Romero, quien además era su amigo y compañero incondicional, también lo recuerda con mucha ‘Nostalgia’, como dijera la canción que él mismo compuso que dice, “nostalgia siempre me da, cuando me acuerdo de ti, nostalgia, nostalgia”.
Hoy, Israel ha seguido con la misma seriedad y organización de liderar al Binomio de Oro, conocido ahora como la universidad del vallenato, pero no deja de tener presente siempre a Rafael Orozco. “Todo el tiempo mi compadre era una persona muy sincera y lo más especial que teníamos nosotros era que nunca nos mentíamos. Estoy seguro que esa fue la base del éxito del grupo. Una cosa que no se me olvida era su mamadera de gallo constante y su amor por su equipo: el Junior de Barranquilla”.

Clara Elena, que durante estos años no ha parado de recordar a su querido “amor, amor, amor”, accedió a hablar de ese ser que la premió con todo el amor del mundo, que le regaló tres hijas que hoy son su orgullo y la huella indeleble del paso de Rafael José Orozco Maestre por la vida.

El tiempo pasa y los recuerdos están detenidos en distintos puntos de la geografía nacional y, para Clara Elena Cabello, como ayer, le sigue gustando la canción que ‘Rafa’ le dedicó, ‘Sólo para ti’: “Yo siento que te he querido y te quiero más”.