Faltarían inventarios exportables
Prodeco, filial colombiana del comercializador de materias primas Glencore International Plc, declaró Fuerza Mayor, aunque caso a caso, para unos cinco buques, debido a una huelga en el principal ferrocarril carbonero del país, dijeron fuentes cercanas a la situación y un comprador de carbón.
Las pérdidas de cargamentos de carbón en Colombia, el cuarto mayor exportador mundial del mineral, debido a la huelga de ferrocarriles y una parálisis en la mina Carbones de La Jagua de Glencore aún no han tenido impacto en los precios, dado los elevados inventarios que existen a nivel global.
“No hay, ciertamente una Fuerza Mayor total”, dijo una fuente cercana al tema, que agregó que Prodeco está trabajando para enfrentar la situación con los clientes, mientras que Glencore declinó hacer comentarios.
La declaración de fuerza mayor se acordó por el mineral del yacimiento Calenturitas, que produce cinco millones de toneladas anuales.
Fuerza mayor es una cláusula inserta en los contratos en que los compradores o vendedores pueden incumplir sus compromisos debido a una situación que está fuera de su control.
Trabajadores de la línea de ferrocarriles Fenoco -que abastece de 160.000 toneladas de carbón diarios a los puertos del Caribe- declararon una huelga hace más de una semana en busca de mejoras de salarios y condiciones de trabajo.
En la misma situación, estaría la multinacional minera Drummond, segunda exportadora de carbón de Colombia, la cual se habría quedado sin carbón ayer, según dijo la agencia Reuters.
Fuentes de logística de Colombia dijeron el viernes a esa agencia, que Drummond podría tener que declarar Fuerza Mayor esta semana, a menos que los clientes acepten diferir los envíos debido a las elevadas existencias que había en los puertos.
El presidente de Fenoco, Peter Burrowes, dijo a Reuters que renunciará a fines de mes, pero subrayó que esta dimisión tenía que ver con una oferta de trabajo y no con el paro del ferrocarril.
Las negociaciones entre la empresa y los huelguistas están congeladas, ya que la firma exige que se le permita mover a 10 trenes detenidos en las líneas férreas antes de cualquier diálogo, mientras que los sindicatos piden que los trabajadores despedidos en una huelga del 2009, que duró 27 días, sean reintegrados, según las fuentes.
Tomado de Portafolio y Terra.com.