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Cesar - 9 junio, 2021

Gas licuado en Pueblo Bello: plantón, consulta previa y opiniones divididas

El proyecto que pretende la instalación de gas licuado del petróleo en el municipio de Pueblo Bello ha generado rechazo en la población debido a su impacto ambiental, inflamabilidad y costo.

La comunidad prefiere el gas natural porque para la implementación del servicio ya se llevó a cabo estudios previos y es amigable con el ambiente.
Foto: Joaquín Ramírez.
La comunidad prefiere el gas natural porque para la implementación del servicio ya se llevó a cabo estudios previos y es amigable con el ambiente. Foto: Joaquín Ramírez.

La comunidad de Pueblo Bello prevé para hoy un plantón a las 9:00 a.m., frente a la Alcaldía de esa localidad para expresar su rechazo en contra del proyecto que busca implementar en dicho territorio el servicio de gas licuado del petróleo, GLP, debido a que produce mayor impacto ambiental, tiene mayores índices de toxicidad, inflamabilidad y presuntamente la subestación que suministraría el servicio estaría cercana a la Institución educativa Jorge Eliécer Gaitán.

Según la comunidad, la ubicación de la subestación afectaría la calidad de vida de los ciudadanos que viven a los alrededores del colegio y la de los estudiantes cuando en su momento regresen a las clases de manera presencial. De acuerdo con Pedro Arias, habitante de esta localidad, los pobladores están en “total desacuerdo” con la utilización de gas licuado del petróleo porque en un primer momento se consideró que se implementaría el gas natural licuado porque este es más amigable con el ambiente y de menor costo. 

“Es muy reprochable que el municipio no cuente con el servicio de gas y tengamos que comprar pipetas para cocinar. Estas pueden costar desde $54.000 hasta $80.000 dependiendo de las libras. Las más compradas son de 35 libras y de 40 libras. Por esta situación haremos el plantón para buscar un acercamiento con el alcalde para hablar del tema”, manifestó Arias. 

Agregó que hay un alto porcentaje de la comunidad que por dificultades económicas no puede comprar las pipetas, por lo que cocinan con leña y carbón. Estos ciudadanos son los más afectados por la falta del servicio y quienes más claman porque el gas natural llegue al municipio. 

Cabe recordar en el 2019 el Órgano Colegiado de Administración y Decisión, OCAD, aprobó $3.200 millones para la gasificación natural de 1.941 viviendas de ese territorio, pero como no se avanzó en el proceso de consulta previa con la comunidad arhuaca, el rubro fue trasladado para suplir esa necesidad en seis corregimientos del norte de Valledupar como lo fueron Atánquez, La Mina, Háticos I y II, El Mojao, Ramalito y El Pontón.

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NO HAY QUE DESCATAR EL GAS NATURAL 

Atendiendo el desconcierto de los habitantes sobre el proyecto, el Concejo de Pueblo Bello realizó un debate de control político para abordar el tema de la gasificación del municipio. De acuerdo con el corporado Álvaro Imbrech, las dificultades en el proceso de la consulta previa han impulsado a que esta iniciativa sea la piloto de la administración municipal; sin embargo, señaló que se deben hacer esfuerzos para que la comunicación entre ambas partes se lleve a cabo porque en el futuro se pueden “frenar proyectos” para el desarrollo del municipio. 

“Con el servicio de gas licuado de petróleo los usuarios pagarían mensualmente $17.000 y si la Gobernación del Cesar no apoya el proyecto este aumentaría. Caso contrario hay con el gas natural porque la tarifa sería menor, esta rondaría los $12.000, por ello no debe dejar de ser una opción y considerarse como una alternativa para el municipio”, manifestó Imbrech.

Argumentó que la consulta previa con la comunidad arhuaca para la instalación de gas natural se debe hacer porque la conexión y el tubo madre que surtiría del servicio al municipio atravesaría los territorios de Jimai, las Minas de Iracal, Puerto López, entre otros, que pertenecen al grupo étnico.     

Por otro lado, Dwiningumu Robles, presidente del Concejo, señaló que a la corporación le preocupa que se esté considerando una alternativa que no tenga los suficientes estudios técnicos para su desarrollo, lo cual se pudo evidenciar en el debate de control político donde se solicitó el impacto ambiental, económico, de riesgo y cultural que generaría el proyecto, pero fue poca la claridad que se dio en dichos puntos. 

¿EL “VIACRUCIS” DE LA CONSULTA? 

El alcalde de Pueblo Bello, Danilo Duque, comentó que la administración municipal decidió optar por el gas licuado de petróleo porque desde administraciones pasadas ha sido “imposible” llegar a unos acuerdos definitivos con algunas comunidades indígenas que reclaman su derecho a la consulta previa.

Manifestó que desde diciembre de 2018 se comenzaron a convocar distintas reuniones para avanzar en la consulta con las comunidades étnicas. En ese sentido, el 8 de febrero de 2019 algunos líderes solicitaron la suma de $ 28 millones de pesos para iniciarla y el monto total de esta ascendía a $320 millones, que se disminuyeron a $ 200 millones en medio de negociaciones. Acotando así que la Gobernación del Cesar de ese entonces se ofreció a colaborar con $70 millones, la administración municipal $40 millones y Gases del Caribe $ 20 millones, pero los líderes no aceptaron esa propuesta.

“El gas licuado de petróleo es una oportunidad para el municipio porque la Dirección Nacional de la Consulta Previa considera que no se requiere la realización de una consulta para su instalación debido a que no transgrede ningún sitio sagrado ni los principios del pueblo indígena”, comentó el mandatario local. 

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Sobre la construcción de la subestación al lado de la Institución educativa Jorge Eliécer Gaitán, señaló que es una “mentira” porque la norma no lo permite. Acotó que el proyecto es de suma importancia porque un hogar de dicho territorio gasta al año en promedio $1.270 en gas propano debido a que el cilindro más pequeño vale $70.000. 

Agregó que el proyecto que tiene un valor de aproximadamente $6.200 millones, provenientes de los recursos de la nación, se llevará a Las Minas de Iracal y Nuevo Colón. 

¿NO HAY UN DIÁLOGO ESTABLECIDO? 

Al respecto de la consulta previa, el presidente de la Comisión Tercera Permanente de Presupuesto y Hacienda Pública de la corporación, Saúl Mindiola, aseveró que actualmente no hay una solicitud para establecer un diálogo entre las comunidades indígenas y la administración municipal para que se tomara en consideración la implementación del gas natural en vez del licuado del petróleo. 

Comentó que debería llevarse a cabo ese espacio porque la comunidad indígena y el resto de la población quieren el servicio de gas domiciliario y se debe tomar en cuenta esta solicitud. 

Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN 

@namiibb

Cesar
9 junio, 2021

Gas licuado en Pueblo Bello: plantón, consulta previa y opiniones divididas

El proyecto que pretende la instalación de gas licuado del petróleo en el municipio de Pueblo Bello ha generado rechazo en la población debido a su impacto ambiental, inflamabilidad y costo.


La comunidad prefiere el gas natural porque para la implementación del servicio ya se llevó a cabo estudios previos y es amigable con el ambiente.
Foto: Joaquín Ramírez.
La comunidad prefiere el gas natural porque para la implementación del servicio ya se llevó a cabo estudios previos y es amigable con el ambiente. Foto: Joaquín Ramírez.

La comunidad de Pueblo Bello prevé para hoy un plantón a las 9:00 a.m., frente a la Alcaldía de esa localidad para expresar su rechazo en contra del proyecto que busca implementar en dicho territorio el servicio de gas licuado del petróleo, GLP, debido a que produce mayor impacto ambiental, tiene mayores índices de toxicidad, inflamabilidad y presuntamente la subestación que suministraría el servicio estaría cercana a la Institución educativa Jorge Eliécer Gaitán.

Según la comunidad, la ubicación de la subestación afectaría la calidad de vida de los ciudadanos que viven a los alrededores del colegio y la de los estudiantes cuando en su momento regresen a las clases de manera presencial. De acuerdo con Pedro Arias, habitante de esta localidad, los pobladores están en “total desacuerdo” con la utilización de gas licuado del petróleo porque en un primer momento se consideró que se implementaría el gas natural licuado porque este es más amigable con el ambiente y de menor costo. 

“Es muy reprochable que el municipio no cuente con el servicio de gas y tengamos que comprar pipetas para cocinar. Estas pueden costar desde $54.000 hasta $80.000 dependiendo de las libras. Las más compradas son de 35 libras y de 40 libras. Por esta situación haremos el plantón para buscar un acercamiento con el alcalde para hablar del tema”, manifestó Arias. 

Agregó que hay un alto porcentaje de la comunidad que por dificultades económicas no puede comprar las pipetas, por lo que cocinan con leña y carbón. Estos ciudadanos son los más afectados por la falta del servicio y quienes más claman porque el gas natural llegue al municipio. 

Cabe recordar en el 2019 el Órgano Colegiado de Administración y Decisión, OCAD, aprobó $3.200 millones para la gasificación natural de 1.941 viviendas de ese territorio, pero como no se avanzó en el proceso de consulta previa con la comunidad arhuaca, el rubro fue trasladado para suplir esa necesidad en seis corregimientos del norte de Valledupar como lo fueron Atánquez, La Mina, Háticos I y II, El Mojao, Ramalito y El Pontón.

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NO HAY QUE DESCATAR EL GAS NATURAL 

Atendiendo el desconcierto de los habitantes sobre el proyecto, el Concejo de Pueblo Bello realizó un debate de control político para abordar el tema de la gasificación del municipio. De acuerdo con el corporado Álvaro Imbrech, las dificultades en el proceso de la consulta previa han impulsado a que esta iniciativa sea la piloto de la administración municipal; sin embargo, señaló que se deben hacer esfuerzos para que la comunicación entre ambas partes se lleve a cabo porque en el futuro se pueden “frenar proyectos” para el desarrollo del municipio. 

“Con el servicio de gas licuado de petróleo los usuarios pagarían mensualmente $17.000 y si la Gobernación del Cesar no apoya el proyecto este aumentaría. Caso contrario hay con el gas natural porque la tarifa sería menor, esta rondaría los $12.000, por ello no debe dejar de ser una opción y considerarse como una alternativa para el municipio”, manifestó Imbrech.

Argumentó que la consulta previa con la comunidad arhuaca para la instalación de gas natural se debe hacer porque la conexión y el tubo madre que surtiría del servicio al municipio atravesaría los territorios de Jimai, las Minas de Iracal, Puerto López, entre otros, que pertenecen al grupo étnico.     

Por otro lado, Dwiningumu Robles, presidente del Concejo, señaló que a la corporación le preocupa que se esté considerando una alternativa que no tenga los suficientes estudios técnicos para su desarrollo, lo cual se pudo evidenciar en el debate de control político donde se solicitó el impacto ambiental, económico, de riesgo y cultural que generaría el proyecto, pero fue poca la claridad que se dio en dichos puntos. 

¿EL “VIACRUCIS” DE LA CONSULTA? 

El alcalde de Pueblo Bello, Danilo Duque, comentó que la administración municipal decidió optar por el gas licuado de petróleo porque desde administraciones pasadas ha sido “imposible” llegar a unos acuerdos definitivos con algunas comunidades indígenas que reclaman su derecho a la consulta previa.

Manifestó que desde diciembre de 2018 se comenzaron a convocar distintas reuniones para avanzar en la consulta con las comunidades étnicas. En ese sentido, el 8 de febrero de 2019 algunos líderes solicitaron la suma de $ 28 millones de pesos para iniciarla y el monto total de esta ascendía a $320 millones, que se disminuyeron a $ 200 millones en medio de negociaciones. Acotando así que la Gobernación del Cesar de ese entonces se ofreció a colaborar con $70 millones, la administración municipal $40 millones y Gases del Caribe $ 20 millones, pero los líderes no aceptaron esa propuesta.

“El gas licuado de petróleo es una oportunidad para el municipio porque la Dirección Nacional de la Consulta Previa considera que no se requiere la realización de una consulta para su instalación debido a que no transgrede ningún sitio sagrado ni los principios del pueblo indígena”, comentó el mandatario local. 

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Sobre la construcción de la subestación al lado de la Institución educativa Jorge Eliécer Gaitán, señaló que es una “mentira” porque la norma no lo permite. Acotó que el proyecto es de suma importancia porque un hogar de dicho territorio gasta al año en promedio $1.270 en gas propano debido a que el cilindro más pequeño vale $70.000. 

Agregó que el proyecto que tiene un valor de aproximadamente $6.200 millones, provenientes de los recursos de la nación, se llevará a Las Minas de Iracal y Nuevo Colón. 

¿NO HAY UN DIÁLOGO ESTABLECIDO? 

Al respecto de la consulta previa, el presidente de la Comisión Tercera Permanente de Presupuesto y Hacienda Pública de la corporación, Saúl Mindiola, aseveró que actualmente no hay una solicitud para establecer un diálogo entre las comunidades indígenas y la administración municipal para que se tomara en consideración la implementación del gas natural en vez del licuado del petróleo. 

Comentó que debería llevarse a cabo ese espacio porque la comunidad indígena y el resto de la población quieren el servicio de gas domiciliario y se debe tomar en cuenta esta solicitud. 

Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN 

@namiibb