En los foros de marzo se han controvertido los temas de reincorporación a la vida productiva de los excombatientes de las Farc (foro organizado con la ONU y Drummond) y los de infraestructura en el departamento del Cesar (con Cemento Vallenato).
Esos eventos vienen siendo precedidos, en nuestras páginas, de análisis de los temas a tratar. Se han convertido en encuentro de la academia, la empresa y el gobierno; comunidad internacional y líderes sociales, gremiales y políticos.
También de medio de empresarios de posicionamiento de sus marcas, dentro de su estrategia de responsabilidad social empresarial.
Veamos, algunas cosas que nos dejaron esos eventos después de los exitosos de Valledupar Naranja (enero) y de Energías Renovables (febrero).
Hay seguimiento internacional, disposición de Farc y atención del gobierno nacional para una feliz reincorporación, pero más allá de la seguridad jurídica ( JEP) los problemas se acentúan en la dimensión productiva. No hay tierras agropecuarias para producir, el sitio donde queda el Espacio Territorial de Tierra Grata, de 5 hectáreas, está bajo un arriendo que cubre el gobierno, no se ha oficializado si seguirá cubriéndose el 90% del salario mínimo después de agosto y aun no hay instaladas desde la sierra las mangueras de agua continua para el asentamiento; se usan carrotanques.
El auditorio quedó comprendido de darle el derecho y la confianza al guerrillero de cambiar su vida. Ese camino es muy difícil, con solo pensar que es cambiar de dispositivo favorito y diario, el fusil, por el adictivo celular. Raul Rosende, experto de la misión especial de Naciones Unidas, recordó lo que era pasar de una vida móvil a una sedentaria, de un régimen militar en el que se reciben órdenes al de ciudadanos que definen su propio proyecto de vida. Se concluyó también en que no puede haber buena reincorporación si no mejora sustancialmente el bienestar de las comunidades civiles del territorio. De ahí la importancia de los PDET y los dineros de la paz. Y que hay que convencer, del beneficio de la reincorporación a empresarios, ganaderos, academia y otros estamentos sociales, con algunas actividades visibles.
En cuanto a la infraestructura quedó reiterado el compromiso del gobierno de reactivar pronto las obras de la Ruta del Sol 3, iniciando la conclusión de la doble calzada Valledupar- Bosconia. Que se podría volver a presentar la propuesta de concesión Cesar-Guajira, pero identificando quién asume los riesgos por la falla en los peajes. Que hay un campo demostrado de asociaciones publica-privadas por aprovechar. Que Fenoco, la compañía férrea, tendrá mayor presencia en El Cesar. Que hay que consultar sin temor a las comunidades étnicas, afro-descendientes y campesinas, y que su oposición no es veto para la ejecución de las obras, como se probó en la Ruta del Sol 3. Priorizar las vías veredales. De hacer mayor seguimiento a las regalías. El departamento obtuvo aprobación en los OCAD de $ 2.5 billones en el periodo 2012-2018, quedando claro que la definición de en qué se invierten y la contratación es responsabilidad de gobernación y alcaldías, pues son estas por mandato constitucional las dueñas de las regalías y no la Nación. Que desde ayer deben estos aplicar los nuevos pliegos tipos y no los sastres. Y que hay que redoblar esfuerzos de control de los medios y las auditorías ciudadanas, amén de los órganos de control, para una sana contratación.