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Cultura - 14 diciembre, 2019

Filarmónica de niños cesarenses deslumbra Valledupar

Cada sábado sin falta, niños, niñas y jóvenes cesarenses desde la edad de tres años se reúnen en la UNAD, para formar una orquesta llena de valores y amor por la música.

Cada sábado sin falta, niños, niñas y jóvenes cesarenses desde la 
edad de tres años se reúnen en la UNAD, para formar una orquesta llena de valores y amor por la música.
Cada sábado sin falta, niños, niñas y jóvenes cesarenses desde la edad de tres años se reúnen en la UNAD, para formar una orquesta llena de valores y amor por la música.

Al aire libre niños y jóvenes de 3 a 14 años en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia, UNAD, sede Valledupar, por medio del programa gratuito de La Red de Escuelas de Música del Caribe, aprenden a tocar instrumentos de cuerda en los que se encuentran: el violín, el chelo, viola y contrabajo. Los pequeños cesarenses aprenden a leer notas musicales, la historia de los instrumentos y la importancia de los recursos naturales.

Gracias a un convenio firmado entre la Universidad Nacional Abierta y a Distancia, UNAD, Cead Valledupar y la Red de Música del Caribe, desde el 14 de mayo del presente año el programa de música clásica de esta fundación imparte clases a todos los niños que quieren aprender a tocar un instrumento. Los ensayos se llevan a cabo a campo abierto para unir de forma pedagógica la naturaleza con el arte, y de esta forma enseñarle a los jóvenes a convivir en armonía con el ambiente.

Los estudiantes con esfuerzo, disciplina y dedicación practican todos los sábados en supervisión de siete maestros que se encargan de orientarlos en los diferentes instrumentos. La fundación cuenta con un profesor de violín, viola, chelo, contrabajo, un director de orquesta, un profesor de arte y naturaleza, profesor de coro, además de un apoyo psicopedagógico. El programa les brinda a los menores de edad los instrumentos musicales para que asistan a las clases.

El propósito del programa es formar espacios de encuentro para los infantes en torno al arte y la convivencia, para de esta forma alejarlos de las calles y transformar sus vidas por medio de la música y la cultura. Los pequeños valduparenses empiezan con la iniciación musical, para que conozcan y aprendan las nuevas generaciones de ritmo, movimiento y motricidad gruesa.

Por medio de este proyecto se desarrolla la vocación y aptitudes de los niños para que puedan escoger una especialidad musical, que los identifique a lo largo de su vida. Los profesores tienen como propósito mostrar la idiosincrasia de la región en los avatares de las sinfonías y así demostrar que el Cesar tiene talento y futuro en la música clásica al igual que en la vallenata.

Actualmente la escuela tiene 120 estudiantes en los que se encuentran niños del municipio de Agustín Codazzi y Chiriguaná, que han demostrado sus habilidades artísticas en las diferentes presentaciones que ha realizado la fundación para los padres de familia.

La música como desarrollo humano

La música es la base de la formación de niños y niñas alegres que crecen con habilidades y destrezas que les permiten desarrollarse con mayor agilidad frente a la sociedad. Practicar de forma habitual un instrumento mejora el lenguaje, la memoria, la conducta y la inteligencia espacial. Los niños atraviesan un periodo en el que la melodía y el ruido son lo mismo: un simple efecto sonoro, pero por medio de orientación profesional y apoyo de sus padres ese ruido se convierte en un curiosidad por saber de donde proviene y como se produce.

El aprendizaje de un instrumento le proporciona al infante un hobby que puede desarrollar con los años por medio de la creatividad y la invención musical.

Hoy a las 5:30 p.m., en la Biblioteca departamental Rafael Carrillo Lúquez, la escuela cerrará el último trimestre del año con una presentación en la que estarán más de 140 estudiantes que deleitaran al público interpretando distintos instrumentos de cuerda, de iniciación musical y un destacado coro de niños que promete llenar de alegría y talento el lugar.

POR: NAMIEH BAUTE BARRIOS / EL PILÒN
[email protected]

Cultura
14 diciembre, 2019

Filarmónica de niños cesarenses deslumbra Valledupar

Cada sábado sin falta, niños, niñas y jóvenes cesarenses desde la edad de tres años se reúnen en la UNAD, para formar una orquesta llena de valores y amor por la música.


Cada sábado sin falta, niños, niñas y jóvenes cesarenses desde la 
edad de tres años se reúnen en la UNAD, para formar una orquesta llena de valores y amor por la música.
Cada sábado sin falta, niños, niñas y jóvenes cesarenses desde la edad de tres años se reúnen en la UNAD, para formar una orquesta llena de valores y amor por la música.

Al aire libre niños y jóvenes de 3 a 14 años en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia, UNAD, sede Valledupar, por medio del programa gratuito de La Red de Escuelas de Música del Caribe, aprenden a tocar instrumentos de cuerda en los que se encuentran: el violín, el chelo, viola y contrabajo. Los pequeños cesarenses aprenden a leer notas musicales, la historia de los instrumentos y la importancia de los recursos naturales.

Gracias a un convenio firmado entre la Universidad Nacional Abierta y a Distancia, UNAD, Cead Valledupar y la Red de Música del Caribe, desde el 14 de mayo del presente año el programa de música clásica de esta fundación imparte clases a todos los niños que quieren aprender a tocar un instrumento. Los ensayos se llevan a cabo a campo abierto para unir de forma pedagógica la naturaleza con el arte, y de esta forma enseñarle a los jóvenes a convivir en armonía con el ambiente.

Los estudiantes con esfuerzo, disciplina y dedicación practican todos los sábados en supervisión de siete maestros que se encargan de orientarlos en los diferentes instrumentos. La fundación cuenta con un profesor de violín, viola, chelo, contrabajo, un director de orquesta, un profesor de arte y naturaleza, profesor de coro, además de un apoyo psicopedagógico. El programa les brinda a los menores de edad los instrumentos musicales para que asistan a las clases.

El propósito del programa es formar espacios de encuentro para los infantes en torno al arte y la convivencia, para de esta forma alejarlos de las calles y transformar sus vidas por medio de la música y la cultura. Los pequeños valduparenses empiezan con la iniciación musical, para que conozcan y aprendan las nuevas generaciones de ritmo, movimiento y motricidad gruesa.

Por medio de este proyecto se desarrolla la vocación y aptitudes de los niños para que puedan escoger una especialidad musical, que los identifique a lo largo de su vida. Los profesores tienen como propósito mostrar la idiosincrasia de la región en los avatares de las sinfonías y así demostrar que el Cesar tiene talento y futuro en la música clásica al igual que en la vallenata.

Actualmente la escuela tiene 120 estudiantes en los que se encuentran niños del municipio de Agustín Codazzi y Chiriguaná, que han demostrado sus habilidades artísticas en las diferentes presentaciones que ha realizado la fundación para los padres de familia.

La música como desarrollo humano

La música es la base de la formación de niños y niñas alegres que crecen con habilidades y destrezas que les permiten desarrollarse con mayor agilidad frente a la sociedad. Practicar de forma habitual un instrumento mejora el lenguaje, la memoria, la conducta y la inteligencia espacial. Los niños atraviesan un periodo en el que la melodía y el ruido son lo mismo: un simple efecto sonoro, pero por medio de orientación profesional y apoyo de sus padres ese ruido se convierte en un curiosidad por saber de donde proviene y como se produce.

El aprendizaje de un instrumento le proporciona al infante un hobby que puede desarrollar con los años por medio de la creatividad y la invención musical.

Hoy a las 5:30 p.m., en la Biblioteca departamental Rafael Carrillo Lúquez, la escuela cerrará el último trimestre del año con una presentación en la que estarán más de 140 estudiantes que deleitaran al público interpretando distintos instrumentos de cuerda, de iniciación musical y un destacado coro de niños que promete llenar de alegría y talento el lugar.

POR: NAMIEH BAUTE BARRIOS / EL PILÒN
[email protected]