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Columnista - 26 septiembre, 2018

Figuras pintorescas de Valledupar

Como lo manifesté en un anterior columna, Valledupar es una ciudad singular, nuestra gente es especial y como el pueblo que fuimos hace muy pocos años, abundaban personajes pintorescos, voy a referirme a aquellos que conocí, en mi infancia, como la famosa Adelaida Rodríguez o “La Carpa”, aquella mujer vestida con trajes y collares de […]

Como lo manifesté en un anterior columna, Valledupar es una ciudad singular, nuestra gente es especial y como el pueblo que fuimos hace muy pocos años, abundaban personajes pintorescos, voy a referirme a aquellos que conocí, en mi infancia, como la famosa Adelaida Rodríguez o “La Carpa”, aquella mujer vestida con trajes y collares de colores, con su mochila al hombro que deambulaba por todas las calles de Valledupar, con sus supuestos “dotes” de quiromántica, prestidigitadora y adivina, la cual al leer las palmas de las manos de las mujeres les decía que iba a tener muchas copas, que mientras más copa pidiese más copa le darían. “… Te darán copa más copa, más copa más copa…”, lo cual le arrancaba la risa a propios y extraños. Aunque tenía mal genio y era muy vulgar, diciendo palabras de grueso calibre a quien osara molestarla, Adelaida era una loquita sana e inofensiva, algunos dicen que nació en Mariangola otros que, en San Juan del Cesar, otros que en Riohacha, otros que en Badillo y algunos que en los Haticos. De estos dos últimos pueblos, al parecer alguno fue su lugar de origen o al menos con los cuales tenía muchos vínculos, eran según he escuchado, en sus días de lucidez, no salía de su casa por la pena que le daba de las cosas que hacía cuando andaba lunática.

Si no estoy mal, murió trágicamente, pues la atropelló un vehículo fantasma, cuando iba caminando cerca a Valencia de Jesús, pues ella en sus últimos años tenía la costumbre de coger carretera, algo muy usual en los dementes. Galvis Eleuterio Daza Vergara o “EL Dañao”, natural de San Juan, otro personaje al cual conocí muy de cerca pues siempre permanecía por el sector del Loperena donde vivían mis abuelos y posteriormente en frente de mi casa, más específicamente en la construcción de la casa del desaparecido gran amigo Miguel Meza Valera, y después durante algún tiempo la señora Gloria Armenta lo dejó habitar allí, estando recién mudados, con el gocé mucho, pues hablaba muchas locuras acerca de los ricos de Valledupar, y de la región, siendo Pipe Mattos y Yin Daza, ambos Guajiros millonarios, sus preferidos y muy admirados. De su paisano Sanjuanero Yin Daza “envidiaba” La inmensa biblioteca que tenía en su mansión en San Juan, de “Pipe” Mattos y gran cantidad de ganado, asegurando que tenía 30 mil novillos de un solo color. “El Dañao” era un lector empedernido y enfermizo con el aseo personal, se bañaba hasta tres veces al dia, gastándose un jabón diario lo cual no le servía de a mucho pues sudaba copiosamente dado que caminaba en exceso y muy aceleradamente, era fan, por así decirlo, del general Rojas Pinilla, de quien siempre hacía mención, Galvis murió de un infarto al final de la década de los ochenta, aun muy joven. También hubo muy conocido, llamado “Chepo” quien en sus alucinaciones se las tiraba de carro, y el hacía todas funciones de un vehículo, arrancaba, frenaba, pitaba, patinaba, era muy conocido en La Paz y en San Diego y si mal no recuerdo pereció en un “accidente de tránsito, colisionando con otro vehículo” por hablar haciendo honor a su delirio de creerse carro, pues en realidad lo que ocurrió fue que en una de sus correrías o viajes por municipios circunvecinos fue arroyado por un camión. En una segunda entrega seguiré refiriéndome a estos pintorescos personajes que hacían de las delicias de nuestra gente., Como “Chorro e Balín” “Nando come muerta” “Perolito” y otros muy conocidos no solo en Valledupar, sino en toda la comarca.

Julio Mario Celedón

Columnista
26 septiembre, 2018

Figuras pintorescas de Valledupar

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Julio Mario Celedon

Como lo manifesté en un anterior columna, Valledupar es una ciudad singular, nuestra gente es especial y como el pueblo que fuimos hace muy pocos años, abundaban personajes pintorescos, voy a referirme a aquellos que conocí, en mi infancia, como la famosa Adelaida Rodríguez o “La Carpa”, aquella mujer vestida con trajes y collares de […]


Como lo manifesté en un anterior columna, Valledupar es una ciudad singular, nuestra gente es especial y como el pueblo que fuimos hace muy pocos años, abundaban personajes pintorescos, voy a referirme a aquellos que conocí, en mi infancia, como la famosa Adelaida Rodríguez o “La Carpa”, aquella mujer vestida con trajes y collares de colores, con su mochila al hombro que deambulaba por todas las calles de Valledupar, con sus supuestos “dotes” de quiromántica, prestidigitadora y adivina, la cual al leer las palmas de las manos de las mujeres les decía que iba a tener muchas copas, que mientras más copa pidiese más copa le darían. “… Te darán copa más copa, más copa más copa…”, lo cual le arrancaba la risa a propios y extraños. Aunque tenía mal genio y era muy vulgar, diciendo palabras de grueso calibre a quien osara molestarla, Adelaida era una loquita sana e inofensiva, algunos dicen que nació en Mariangola otros que, en San Juan del Cesar, otros que en Riohacha, otros que en Badillo y algunos que en los Haticos. De estos dos últimos pueblos, al parecer alguno fue su lugar de origen o al menos con los cuales tenía muchos vínculos, eran según he escuchado, en sus días de lucidez, no salía de su casa por la pena que le daba de las cosas que hacía cuando andaba lunática.

Si no estoy mal, murió trágicamente, pues la atropelló un vehículo fantasma, cuando iba caminando cerca a Valencia de Jesús, pues ella en sus últimos años tenía la costumbre de coger carretera, algo muy usual en los dementes. Galvis Eleuterio Daza Vergara o “EL Dañao”, natural de San Juan, otro personaje al cual conocí muy de cerca pues siempre permanecía por el sector del Loperena donde vivían mis abuelos y posteriormente en frente de mi casa, más específicamente en la construcción de la casa del desaparecido gran amigo Miguel Meza Valera, y después durante algún tiempo la señora Gloria Armenta lo dejó habitar allí, estando recién mudados, con el gocé mucho, pues hablaba muchas locuras acerca de los ricos de Valledupar, y de la región, siendo Pipe Mattos y Yin Daza, ambos Guajiros millonarios, sus preferidos y muy admirados. De su paisano Sanjuanero Yin Daza “envidiaba” La inmensa biblioteca que tenía en su mansión en San Juan, de “Pipe” Mattos y gran cantidad de ganado, asegurando que tenía 30 mil novillos de un solo color. “El Dañao” era un lector empedernido y enfermizo con el aseo personal, se bañaba hasta tres veces al dia, gastándose un jabón diario lo cual no le servía de a mucho pues sudaba copiosamente dado que caminaba en exceso y muy aceleradamente, era fan, por así decirlo, del general Rojas Pinilla, de quien siempre hacía mención, Galvis murió de un infarto al final de la década de los ochenta, aun muy joven. También hubo muy conocido, llamado “Chepo” quien en sus alucinaciones se las tiraba de carro, y el hacía todas funciones de un vehículo, arrancaba, frenaba, pitaba, patinaba, era muy conocido en La Paz y en San Diego y si mal no recuerdo pereció en un “accidente de tránsito, colisionando con otro vehículo” por hablar haciendo honor a su delirio de creerse carro, pues en realidad lo que ocurrió fue que en una de sus correrías o viajes por municipios circunvecinos fue arroyado por un camión. En una segunda entrega seguiré refiriéndome a estos pintorescos personajes que hacían de las delicias de nuestra gente., Como “Chorro e Balín” “Nando come muerta” “Perolito” y otros muy conocidos no solo en Valledupar, sino en toda la comarca.

Julio Mario Celedón