Mitt Romney, habla lo menos posible de inmigración a fin de mejorar su complicada posición entre los electores hispanos. Sin embargo, los más recientes acontecimientos sobre el tema obran en su contra. El ejemplo más reciente, es el fallo que emitió el lunes la Corte Suprema emitió un fallo sobre la ley de inmigración de […]
Mitt Romney, habla lo menos posible de inmigración a fin de mejorar su complicada posición entre los electores hispanos. Sin embargo, los más recientes acontecimientos sobre el tema obran en su contra.
El ejemplo más reciente, es el fallo que emitió el lunes la Corte Suprema emitió un fallo sobre la ley de inmigración de Arizona, 10 días después de que el presidente Barack Obama anunciara una medida que permite la permanencia de algunos inmigrantes aun cuando no tengan autorización para estar en el país.
Es cierto que la inmigración no es el único tema que interesa a los hispanos y por lo mismo Romney intenta atraerlos centrándose en aspectos sobre la economía del país. La economía es el principal tema en importancia para los hispanos, al igual que para otros grupos de electores.
Sin embargo, muchos hispanos se sienten ofendidos ante lo que consideran como el trasfondo racial y social de las denuncias de algunos republicanos sobre las personas que cruzan la frontera ilegalmente desde México.
La realidad es que la inmigración es un tema delicado para ambos candidatos. Ninguno se mostró animoso de criticar el fallo de la Corte Suprema, la cual anuló gran parte de la Ley de Arizona.
Mientras que el equipo de campaña de Obama, mantuvo el silencio, el presidente elogió en una declaración gran parte del fallo. Sin embargo, Obama dijo que “continúo preocupado por la secuela práctica de las disposición restante de la Ley de Arizona, la cual obliga a la policía a que verifique la condición migratoria de cualquier persona de la que sospeche que se encuentra sin autorización aquí (en el país)”.
Antes, Romney había dicho que Obama “no ha asumido un papel de liderazgo en el tema de la inmigración”. Romney señaló que Arizona jamás habría elaborado su ley si el Congreso, bajo una ejecutivo firme, hubiera decretado una política federal “que garantizara (la seguridad de) nuestras fronteras y preservara el estado de derecho”.
La política de inmigración estuvo estancada durante años en el Congreso, fuera con presidentes republicanos o demócratas.
Además, Romney se distanció del llamado de Gingrich para la adopción de una política de facto tendente a disminuir las deportaciones de inmigrantes sin permiso de residencia, si éstos llevaban vidas estables, de mucho tiempo y sin haberse implicado en algún delito en Estados Unidos.
Mitt Romney, habla lo menos posible de inmigración a fin de mejorar su complicada posición entre los electores hispanos. Sin embargo, los más recientes acontecimientos sobre el tema obran en su contra. El ejemplo más reciente, es el fallo que emitió el lunes la Corte Suprema emitió un fallo sobre la ley de inmigración de […]
Mitt Romney, habla lo menos posible de inmigración a fin de mejorar su complicada posición entre los electores hispanos. Sin embargo, los más recientes acontecimientos sobre el tema obran en su contra.
El ejemplo más reciente, es el fallo que emitió el lunes la Corte Suprema emitió un fallo sobre la ley de inmigración de Arizona, 10 días después de que el presidente Barack Obama anunciara una medida que permite la permanencia de algunos inmigrantes aun cuando no tengan autorización para estar en el país.
Es cierto que la inmigración no es el único tema que interesa a los hispanos y por lo mismo Romney intenta atraerlos centrándose en aspectos sobre la economía del país. La economía es el principal tema en importancia para los hispanos, al igual que para otros grupos de electores.
Sin embargo, muchos hispanos se sienten ofendidos ante lo que consideran como el trasfondo racial y social de las denuncias de algunos republicanos sobre las personas que cruzan la frontera ilegalmente desde México.
La realidad es que la inmigración es un tema delicado para ambos candidatos. Ninguno se mostró animoso de criticar el fallo de la Corte Suprema, la cual anuló gran parte de la Ley de Arizona.
Mientras que el equipo de campaña de Obama, mantuvo el silencio, el presidente elogió en una declaración gran parte del fallo. Sin embargo, Obama dijo que “continúo preocupado por la secuela práctica de las disposición restante de la Ley de Arizona, la cual obliga a la policía a que verifique la condición migratoria de cualquier persona de la que sospeche que se encuentra sin autorización aquí (en el país)”.
Antes, Romney había dicho que Obama “no ha asumido un papel de liderazgo en el tema de la inmigración”. Romney señaló que Arizona jamás habría elaborado su ley si el Congreso, bajo una ejecutivo firme, hubiera decretado una política federal “que garantizara (la seguridad de) nuestras fronteras y preservara el estado de derecho”.
La política de inmigración estuvo estancada durante años en el Congreso, fuera con presidentes republicanos o demócratas.
Además, Romney se distanció del llamado de Gingrich para la adopción de una política de facto tendente a disminuir las deportaciones de inmigrantes sin permiso de residencia, si éstos llevaban vidas estables, de mucho tiempo y sin haberse implicado en algún delito en Estados Unidos.