“El primer sorprendido por la muerte de mi hermano soy yo, porque él a pesar que sufría de depresión y estaba bajo el control de medicamento y todos en casa estaban pendiente de sus movimientos, él jamás había advertido que no tenía ganas de seguir viviendo, ni tampoco manifestó que se iba a quitar la vida”. Así se refirió Raúl Ramith Restrepo Jiménez, al suicidio de su hermano Raúl Hernando Restrepo García, quien se encontraba descansando en una hamaca que tenía colgada en la habitación de su vivienda y de un momento a otro, descolgó la hamaca y en uno de los cantos de cabuya se colgó del cuello.

“Una sobrina quien siempre estaba pendiente de él lo observó cuando se estaba amarrando el canto de cabuya y le avisó a la mamá, quien de inmediato alertó a los demás familiares y vecinos para que la ayudaran a descolgarlo. Luego lo trasladaron en un vehículo al hospital San Juan Bosco de Bosconia, pero el médico de turno que lo atendió manifestó que ya no había nada qué hacer, porque había llegado sin signos vitales. Eso fue como a las 11:45 de la mañana del pasado jueves”, precisó Restrepo Jiménez.

El caso ocurrió en el barrio El Instituto del municipio de Bosconia. Del suicida se conoció que era soltero, dejó un hijo de 7 años, se dedicaba a los oficios varios en la finca que había dejado su padre Raúl Restrepo Amaris y vivía con su madre.

El cadáver fue trasladado a la morgue de Medicina Legal de Valledupar y ayer en horas de la tarde fue entregado a los familiares que hoy a las 10 de la mañana le darán el último adiós.

Por Abdel Martínez Pérez