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Entrevista - 30 junio, 2018

“Estamos para competir con el mundo”: Miguel Aroca

El ingeniero electrónico oriundo del municipio de La Paz, actualmente es candidato a doctorado, el cual cursa en su tercer año en la Universidad de los Andes.

Miguel Aroca desde pequeño ha tenido el interés y la disciplina para enfrentar los retos académicos que él mismo se ha propuesto conquistar. Egresado del colegio Ciro Pupo Martínez de La Paz, donde es oriundo y con un título como ingeniero electrónico de la Universidad Popular del Cesar, hoy cursa un doctorado en ingeniería tras participar en la convocatoria de becas del departamento del Cesar auspiciado por las empresas mineras con las regalías del carbón a través de una tesis laureada que obtuvo por adelantar una investigación en automatización de unas palas mineras.

En entrevista con El Pilón, explicó de qué se trata el proceso que adelanta ahora mismo y la proyección de su trabajo.

¿Cómo ha seguido su preparación?

En la Universidad de los Andes donde adelanto mi doctorado en ingeniería, mi formación está siendo en dos líneas específicas como son biosensores y nanotecnología. Contamos con una sala limpia para un proceso en el que se requiere que el polvo no contamine el diseño de un circuito o de un biosensor específico a la que tenemos acceso permanente y donde hacemos nuestra investigación.

¿Trabaja con alguien más?

En este momento mi asesor es el doctor Johann F. Osman, ha sido mi mayor apoyo en el proceso y él dirige un grupo que es el de biomicrosistemas de la Universidad, dentro de un organismo que se llama SEMUA (Centro de MicroElectrónica de la Universidad de los Andes) donde hay un grupo multidisciplinario. Cada uno maneja un área a profundidad, pero con la colaboración enriquecemos esa investigación, entonces procuramos que haya participación de cada una de las personas que de una u otra manera coadyuvan para el desarrollo porque realmente la investigación es grupal, siempre estaremos sobre los hombros de otras personas que ya hicieron investigación.

¿Cómo entender su trabajo con biosensores y nanotecnología, y su utilidad?

En la parte de biosensores hay que ir un poco atrás y entender de los sensores, que son elementos que permiten percibir variables físicas acompañados de un sistema que se llama procesador, es como un cerebro y luego viene un actuador para llevar a cabo una actividad. Cuando voy a biosensor le agrego algo biológico; un sensor normal solamente detecta lo físico pero si quiero detectar una enfermedad, un virus, una bacteria, un proceso químico le agregas algo biológico que puede interactuar con aquello y darnos una información. Un ejemplo de biosensor particular puede ser la prueba de embarazo o el glucómetro. Estamos profundizando en esto porque cuando utilizas un biosensor los costos disminuyen, entonces actualmente para detectar por ejemplo tuberculosis hay un proceso donde tienes que hacer un cultivo bacteriano y demora semanas para dar un diagnóstico, con un biosensor lo podemos hacer en una hora y no necesitamos de un personal altamente calificado ni de unos equipos muy sofisticados.

¿Todo va enfocado al área de la salud?

Resulta que el campo de los biosensores está en todos lados en este momento, las mismas industrias lo utilizan; en los alimentos, en la misma industria minera sería interesante en el proceso de lubricación, pero ahora el enfoque está en el campo de la salud. También estamos incursionando en utilizar los mismos sensores en la detección de metales pesados porque hay cierta contaminación en las aguas, procesos de producción de alimentos, entonces la idea es abarcar allá, pero sería como un plus.

¿Qué función cumple la nanotecnología?

Trabajamos a escalas muy pequeñas, fabricamos ciertos sistemas en esas escalas y lo hacemos así porque cuando se agarra un elemento y se divide en tantas partes hay un área superficial, más contacto y resulta que aparecen fenómenos nuevos que no afectan a este campo como la gravedad y tratamos de detectar lo que nos ayude. Las capas que utilizamos para los sensores son de cantidades nanométricas para hacer más efectivo el proceso, hasta ahora podemos decir que estamos trabajando en una escala muy pequeña con el fin de disminuir costos y ser más efectivos en los procesos de detección.

¿Qué tan exitoso ha sido el proceso?

Recientemente hicimos una investigación para la detección de tuberculosis mediante biosensores. Se basa en una proteína que detectamos, publicamos en una revista científica y gracias a eso pudimos participar en el Congreso Mundial de Biosensores organizado por Elsevier, que es la editorial más grande a nivel mundial en el tema científico.

¿Cómo les fue en el evento?

Excelente, uno manda un resumen de la investigación y dependiendo de lo que uno haya hecho ellos evalúan eso con unos pares académicos y determinan si la investigación vale la pena compartirla en el congreso y presentarla. Gracias a Dios consideraron que era suficiente para que pudiéramos hacer presentación de lo que hemos adelantado y pudimos mostrarla, codearnos con personas que son referentes en el campo de los biosensores a nivel mundial. Un caso de ello es el doctor Arben Merkoçi y quien tiene muy buena relación con Johann, mi asesor, referente aquí en Colombia.

¿En qué etapa de su doctorado se encuentra ahora mismo?

Este es mi tercer año, el próximo es el de la pasantía y luego el proceso de defensa de tesis. La semana que pasó estuvimos defendiendo la propuesta doctoral donde se muestra la capacidad suficiente para hacer la investigación. En estos momentos es candidato a doctor porque demostró que tienen suficiencia para realizar la investigación, ahora queda demostrar que la investigación sí sirve para lo que quieren hacer.

¿Qué sigue para usted?

Dios mediante el próximo año estaremos viajando a Barcelona con el fin de seguir aprendiendo de Arben en la parte de biosensores, estando un año en pasantía con él. Los Andes tiene un criterio y es que un doctor es el experto en un área específica de investigación de la ciencia y eso es no solo en un país sino en el mundo, entonces para que el doctorado pueda tener la alimentación de las distintas líneas y pensamientos a nivel mundial uno debe hacer pasantías y al ser internacional uno va a aprender de lo que están haciendo en el mundo.

¿Cómo ve el desarrollo científico en Valledupar y en el país?

Actualmente existe una brecha en el proceso de investigación en lo que es el interior del país y la zona costa. Yo por eso me alegro mucho de que el departamento haya pensado en estas becas, en que nos formemos para el departamento. Los convenios que se están haciendo buscan evitar la fuga de cerebros, que apoyemos nuestro departamento y tenemos toda la intención, Dios permita que el proceso siga del modo en que ha venido dándose y cuando terminemos haya las condiciones y garantías para que podamos trabajar acá de la forma correcta.

Entrevista
30 junio, 2018

“Estamos para competir con el mundo”: Miguel Aroca

El ingeniero electrónico oriundo del municipio de La Paz, actualmente es candidato a doctorado, el cual cursa en su tercer año en la Universidad de los Andes.


Miguel Aroca desde pequeño ha tenido el interés y la disciplina para enfrentar los retos académicos que él mismo se ha propuesto conquistar. Egresado del colegio Ciro Pupo Martínez de La Paz, donde es oriundo y con un título como ingeniero electrónico de la Universidad Popular del Cesar, hoy cursa un doctorado en ingeniería tras participar en la convocatoria de becas del departamento del Cesar auspiciado por las empresas mineras con las regalías del carbón a través de una tesis laureada que obtuvo por adelantar una investigación en automatización de unas palas mineras.

En entrevista con El Pilón, explicó de qué se trata el proceso que adelanta ahora mismo y la proyección de su trabajo.

¿Cómo ha seguido su preparación?

En la Universidad de los Andes donde adelanto mi doctorado en ingeniería, mi formación está siendo en dos líneas específicas como son biosensores y nanotecnología. Contamos con una sala limpia para un proceso en el que se requiere que el polvo no contamine el diseño de un circuito o de un biosensor específico a la que tenemos acceso permanente y donde hacemos nuestra investigación.

¿Trabaja con alguien más?

En este momento mi asesor es el doctor Johann F. Osman, ha sido mi mayor apoyo en el proceso y él dirige un grupo que es el de biomicrosistemas de la Universidad, dentro de un organismo que se llama SEMUA (Centro de MicroElectrónica de la Universidad de los Andes) donde hay un grupo multidisciplinario. Cada uno maneja un área a profundidad, pero con la colaboración enriquecemos esa investigación, entonces procuramos que haya participación de cada una de las personas que de una u otra manera coadyuvan para el desarrollo porque realmente la investigación es grupal, siempre estaremos sobre los hombros de otras personas que ya hicieron investigación.

¿Cómo entender su trabajo con biosensores y nanotecnología, y su utilidad?

En la parte de biosensores hay que ir un poco atrás y entender de los sensores, que son elementos que permiten percibir variables físicas acompañados de un sistema que se llama procesador, es como un cerebro y luego viene un actuador para llevar a cabo una actividad. Cuando voy a biosensor le agrego algo biológico; un sensor normal solamente detecta lo físico pero si quiero detectar una enfermedad, un virus, una bacteria, un proceso químico le agregas algo biológico que puede interactuar con aquello y darnos una información. Un ejemplo de biosensor particular puede ser la prueba de embarazo o el glucómetro. Estamos profundizando en esto porque cuando utilizas un biosensor los costos disminuyen, entonces actualmente para detectar por ejemplo tuberculosis hay un proceso donde tienes que hacer un cultivo bacteriano y demora semanas para dar un diagnóstico, con un biosensor lo podemos hacer en una hora y no necesitamos de un personal altamente calificado ni de unos equipos muy sofisticados.

¿Todo va enfocado al área de la salud?

Resulta que el campo de los biosensores está en todos lados en este momento, las mismas industrias lo utilizan; en los alimentos, en la misma industria minera sería interesante en el proceso de lubricación, pero ahora el enfoque está en el campo de la salud. También estamos incursionando en utilizar los mismos sensores en la detección de metales pesados porque hay cierta contaminación en las aguas, procesos de producción de alimentos, entonces la idea es abarcar allá, pero sería como un plus.

¿Qué función cumple la nanotecnología?

Trabajamos a escalas muy pequeñas, fabricamos ciertos sistemas en esas escalas y lo hacemos así porque cuando se agarra un elemento y se divide en tantas partes hay un área superficial, más contacto y resulta que aparecen fenómenos nuevos que no afectan a este campo como la gravedad y tratamos de detectar lo que nos ayude. Las capas que utilizamos para los sensores son de cantidades nanométricas para hacer más efectivo el proceso, hasta ahora podemos decir que estamos trabajando en una escala muy pequeña con el fin de disminuir costos y ser más efectivos en los procesos de detección.

¿Qué tan exitoso ha sido el proceso?

Recientemente hicimos una investigación para la detección de tuberculosis mediante biosensores. Se basa en una proteína que detectamos, publicamos en una revista científica y gracias a eso pudimos participar en el Congreso Mundial de Biosensores organizado por Elsevier, que es la editorial más grande a nivel mundial en el tema científico.

¿Cómo les fue en el evento?

Excelente, uno manda un resumen de la investigación y dependiendo de lo que uno haya hecho ellos evalúan eso con unos pares académicos y determinan si la investigación vale la pena compartirla en el congreso y presentarla. Gracias a Dios consideraron que era suficiente para que pudiéramos hacer presentación de lo que hemos adelantado y pudimos mostrarla, codearnos con personas que son referentes en el campo de los biosensores a nivel mundial. Un caso de ello es el doctor Arben Merkoçi y quien tiene muy buena relación con Johann, mi asesor, referente aquí en Colombia.

¿En qué etapa de su doctorado se encuentra ahora mismo?

Este es mi tercer año, el próximo es el de la pasantía y luego el proceso de defensa de tesis. La semana que pasó estuvimos defendiendo la propuesta doctoral donde se muestra la capacidad suficiente para hacer la investigación. En estos momentos es candidato a doctor porque demostró que tienen suficiencia para realizar la investigación, ahora queda demostrar que la investigación sí sirve para lo que quieren hacer.

¿Qué sigue para usted?

Dios mediante el próximo año estaremos viajando a Barcelona con el fin de seguir aprendiendo de Arben en la parte de biosensores, estando un año en pasantía con él. Los Andes tiene un criterio y es que un doctor es el experto en un área específica de investigación de la ciencia y eso es no solo en un país sino en el mundo, entonces para que el doctorado pueda tener la alimentación de las distintas líneas y pensamientos a nivel mundial uno debe hacer pasantías y al ser internacional uno va a aprender de lo que están haciendo en el mundo.

¿Cómo ve el desarrollo científico en Valledupar y en el país?

Actualmente existe una brecha en el proceso de investigación en lo que es el interior del país y la zona costa. Yo por eso me alegro mucho de que el departamento haya pensado en estas becas, en que nos formemos para el departamento. Los convenios que se están haciendo buscan evitar la fuga de cerebros, que apoyemos nuestro departamento y tenemos toda la intención, Dios permita que el proceso siga del modo en que ha venido dándose y cuando terminemos haya las condiciones y garantías para que podamos trabajar acá de la forma correcta.