Con un acto especial, el maestro Rafael Escalona fue homenajeado en Valledupar. Silvestre Dangond se encargó de cerrar un recital de música vallenata acústico.
“La leyenda de Rafael Escalona está viva, hizo que el vallenato en el mundo entero
nos dé la gloria”.
Así dice un el canto de Eduardo Cabas, que refleja el gran legado del maestro vallenato, Rafael Calixto Escalona Martínez, a quien la noche del jueves se le recordó con varios eventos, entre ellos un foro sobre sus vivencias, entrega de un libro de su vida y obra, y finalmente, un recital acústico acompañado por importantes voces del género vallenato.
En el acto musical, realizado a las afueras de la Biblioteca Departamental ‘Rafael Carrillo Lúquez’, apareció el acordeonero José Fernando ‘El Morre’ Romero, pero en el piano, acompañado además en la guitarra por Eugenio Gámez, en el violín Eligio De Armas, y en un piano acompañante, Miguel Arias Araújo.
El primer intérprete en subir al escenario, tras la llegada de las autoridades departamentales encabezadas por el gobernador, Luis Alberto Monsalvo, fue ‘Che’ Carrillo, un joven artista que se abre caminos y quien se encargó de recordar con su voz canciones como ‘El pirata’ y ‘El testamento’. En su actuación, Carrillo agradeció por la invitación al homenaje pero también declaró que será el encargado de personificar a Escalona en la telenovela ‘La Cacica’, que se graba en los departamentos de Cesar, La Guajira y Bolívar.
Una vez terminó ‘Che’ Carrillo, Eliana Gnecco arribó al escenario y atrajo que Silvestre Dangond, encargado de cerrar el show, se sentara frente a la tarima para observarla cantar clásicos del hijo de Patillal como ‘La historia’, ‘La golondrina’, ‘El arco iris’ y ‘El vallenato nobel’.
“A los genios no los podemos dejar morir”, dijo Eliana para referirse al legado musical y autoral de Rafael Escalona.
Con el entusiasmo que lo caracteriza y la calidad que representa, Silvestre Dangond subió al escenario, de inmediato declaró que “nunca he tenido la oportunidad de grabar una canción del maestro Rafael Escalona, pero tengan la seguridad de que cuando lo haga lo haré con todo el gusto”, y abrió su gala con la canción ‘Honda herida’.
Después pidió el tono para interpretar ‘Jaime Molina’ y ahí salió la primera anécdota de la noche “cuando tenía 15 años viví en la casa de Jaime Molina, yo vivía con el señor Martínez que era fotógrafo, ahí me colaba en el Festival Vallenato. Hoy en día doy el valor de vivir ahí porque de pronto algo se me pegaba de folclor”.
Dangond cantó apoyándose en un teleprompter que le mostraba la letra de las canciones, cosa que no se escondió al público. El artista aprovechó para hacer una reflexión sobre las composiciones “las de antes y las de ahora”.
“Hoy en día los compositores escriben una estrofa y toca llamarlos y mandarles correos para que envíen la segunda, los de antes hacían hasta cinco estrofas y no las escribían en papel, se la guardaban era en ‘el coco’, en la mente, como hacía Diomedes”, aseguró el artista.
Luego entre aplausos y agradecimientos, cantó varios temas más entre ellos ‘El almirante Padilla’ y ‘La despedida’, así se despidió del público que llegó a observar el recital que terminó a las 9:00 de la noche.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
[email protected]
Con un acto especial, el maestro Rafael Escalona fue homenajeado en Valledupar. Silvestre Dangond se encargó de cerrar un recital de música vallenata acústico.
“La leyenda de Rafael Escalona está viva, hizo que el vallenato en el mundo entero
nos dé la gloria”.
Así dice un el canto de Eduardo Cabas, que refleja el gran legado del maestro vallenato, Rafael Calixto Escalona Martínez, a quien la noche del jueves se le recordó con varios eventos, entre ellos un foro sobre sus vivencias, entrega de un libro de su vida y obra, y finalmente, un recital acústico acompañado por importantes voces del género vallenato.
En el acto musical, realizado a las afueras de la Biblioteca Departamental ‘Rafael Carrillo Lúquez’, apareció el acordeonero José Fernando ‘El Morre’ Romero, pero en el piano, acompañado además en la guitarra por Eugenio Gámez, en el violín Eligio De Armas, y en un piano acompañante, Miguel Arias Araújo.
El primer intérprete en subir al escenario, tras la llegada de las autoridades departamentales encabezadas por el gobernador, Luis Alberto Monsalvo, fue ‘Che’ Carrillo, un joven artista que se abre caminos y quien se encargó de recordar con su voz canciones como ‘El pirata’ y ‘El testamento’. En su actuación, Carrillo agradeció por la invitación al homenaje pero también declaró que será el encargado de personificar a Escalona en la telenovela ‘La Cacica’, que se graba en los departamentos de Cesar, La Guajira y Bolívar.
Una vez terminó ‘Che’ Carrillo, Eliana Gnecco arribó al escenario y atrajo que Silvestre Dangond, encargado de cerrar el show, se sentara frente a la tarima para observarla cantar clásicos del hijo de Patillal como ‘La historia’, ‘La golondrina’, ‘El arco iris’ y ‘El vallenato nobel’.
“A los genios no los podemos dejar morir”, dijo Eliana para referirse al legado musical y autoral de Rafael Escalona.
Con el entusiasmo que lo caracteriza y la calidad que representa, Silvestre Dangond subió al escenario, de inmediato declaró que “nunca he tenido la oportunidad de grabar una canción del maestro Rafael Escalona, pero tengan la seguridad de que cuando lo haga lo haré con todo el gusto”, y abrió su gala con la canción ‘Honda herida’.
Después pidió el tono para interpretar ‘Jaime Molina’ y ahí salió la primera anécdota de la noche “cuando tenía 15 años viví en la casa de Jaime Molina, yo vivía con el señor Martínez que era fotógrafo, ahí me colaba en el Festival Vallenato. Hoy en día doy el valor de vivir ahí porque de pronto algo se me pegaba de folclor”.
Dangond cantó apoyándose en un teleprompter que le mostraba la letra de las canciones, cosa que no se escondió al público. El artista aprovechó para hacer una reflexión sobre las composiciones “las de antes y las de ahora”.
“Hoy en día los compositores escriben una estrofa y toca llamarlos y mandarles correos para que envíen la segunda, los de antes hacían hasta cinco estrofas y no las escribían en papel, se la guardaban era en ‘el coco’, en la mente, como hacía Diomedes”, aseguró el artista.
Luego entre aplausos y agradecimientos, cantó varios temas más entre ellos ‘El almirante Padilla’ y ‘La despedida’, así se despidió del público que llegó a observar el recital que terminó a las 9:00 de la noche.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
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