Por Jaime Bonet

He visto en los últimos días noticias relacionadas con la creación de una promotora de inversiones para la ciudad a la cual, copiando la existente en Barranquilla, la han llamado ProValledupar.

Desde la alcaldía se viene promoviendo esta iniciativa y es ahí donde me surge una primera duda porque la de la capital del Atlántico fue en gran parte iniciada por el sector privado. No conozco los detalles del proceso de ProValledupar, pero me gustaría conocer a los empresarios vallenatos que están dispuestos a aportar recursos para este tipo de iniciativas. Creo que parte del éxito de ProBarranquilla está en la decidida participación de los empresarios barranquilleros.

Aunque la idea es buena, me parece importante dimensionar las posibilidades de éxito que pudiese tener porque, simplemente, Valledupar no es Barranquilla. En esta última, la agencia ha cumplido un papel fundamental en una coyuntura muy oportuna para la ciudad. Por un lado, la negociación y aprobación del tratado de libre comercio con Estados Unidos hace muy atractiva a Barranquilla. Además, esta ciudad ha vivido una importante migración de empresarios venezolanos que han llegado por las circunstancias que se viven en el vecino país.

En ese mismo escenario estaba Valledupar pero no recibió inversión extranjera. ¿Será que la creación de un agencia de promoción hará la diferencia? La verdad no creo. Barranquilla ofrece al inversionista algunas ventajas comparativas que Valledupar no tiene: puerto cercano al mercado americano, otras industrias que ofrecen insumos, mano de obra calificada en algunas buenas universidades locales, mano de obra no calificada por tener una población mayor a la nuestra, y una mayor demanda ya que tiene un alta concentración poblacional con mayores ingresos relativos, entre otros.

El punto que quiero resaltar es que hay cosas que hacen a Barranquilla atractiva y mi pregunta es si las tiene Valledupar. Estamos bastante retirados de los puertos y no muy bien conectados con ellos, no somos una ciudad grande y con altos ingresos para tener una demanda significativa, y no tenemos una industria desarrollada que ofrezca insumos a otras compañías.

El desarrollo reciente que hemos tenido se debe a la minería y es fruto de la presencia del carbón en los suelos cesarenses. Aun teniendo esta ventaja competitiva no se ha podido consolidar en la ciudad el establecimiento de las oficinas principales de las empresas mineras, las cuales prefieren localizarse en otras ciudades.

Probablemente el trabajo que ProValledupar debe iniciar es el de identificar las debilidades que tiene la ciudad para atraer inversiones para que el gobierno local trabaje en su superación. Otra posible área de trabajo será la promoción del eslabonamiento de la minería con el resto de los sectores económicos. No son tareas fáciles y bienvenidas las iniciativas que busquen alcanzarlas.